ALBORES DE LA EDUCACIÓN EN TRUJILLO
El 6 de julio es una efeméride de nostalgia y a su vez de gran trascendencia en la evolución de la especie humana; que nos permite, expresar el reconocimiento y gratitud para quienes en su oportunidad, contribuyen con su sencillez e ingenio a la formación de generaciones de estudiantes, en procura de sus proyectos e ideales. Por ello, el generalísimo José de San Martín Matorras, consciente de las proclamas de libertad e independencia europeas; estableció la Primera Escuela Normal en el país, seguro del gran legado al futuro de su emergente población.
Sensibilidad, que transmitida por el maestro en sus iniciales sesiones, se expresa por lo demás dirigida a la poesía y el canto; logrando así, una visión de la naturaleza y la exteriorización del cariño y el amor al prójimo, senda de la sana convivencia y la mutua solidaridad.
Interés por el estudio y la curiosidad por los nuevos desafíos del saber, que sean determinantes y necesarios para la vida, una continuidad de aprendizaje; que enriquece a la persona y le concede, una suerte de claras expectativas y satisfacciones.
El artífice de las estrategias de enseñanza importantes y las acciones de aprendizaje convenientes, según las etapas del desarrollo cognitivo y actitudes; las sesiones de clase, que incorporen el diálogo y la participación, de acuerdo a las experiencias y vivencias personales y del grupo social.
En nuestra ciudad, la primigenia institución formativa fue: El Seminario Conciliar de 1625, fundado por Marcelo Corne, dirigido a quienes tenían una vocación religiosa. Posteriormente, ya con los reglamentos de Instrucción Pública, durante gobierno de Ramón Castilla hacia los años 1850-55; se establece el Instituto Nacional de Ciencias San Juan, por R.M del 18 de mayo de 1854, destinado a los alumnos laicos.
Sin embargo, este proceso de modernización educativa, recien prospera en la Universidad Nacional de Trujillo, a partir de la Sección Pedagógica de 1936, a través de las Normales Urbana y Superior. A 1946 se crea la Escuela de Aplicación (Antonio Raimondi) por iniciativa local, la cual con el tiempo se constituyó como una innegable tradición y preferencia educativa para la comunidad trujillana; ello, por su destacada plana docente, instalaciones y servicios asistenciales de salud.
Tal escenario social y cívico, nos llevará a recordar el Himno al Maestro, profesional de sacrificada labor y que con su empeño y mística, brilla con luz propia y comunica esperanza ante las situaciones más adversas y complicadas. Somos los maestros del Perú juntos como siempre en la misión de educar a nuestra juventud y forjar una nueva nación Somos los maestros del Perú vamos por donde la patria va orgullosos de la gratitud y el cariño que el pueblo nos da Somos los obreros del saber Maestros con honor primero nunca hemos temblado ante el poder ni nos acomplejó el dinero Somos los que hemos querido ser Maestros de ayer hoy y siempre y si volviéramos a nacer lo seríamos nuevamente somos los maestros del Perú.
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