ALTAS Y BAJAS DE UN ESPIRITU COMBATIVO EN TIEMPOS DE COVID-19



Por Zully Pinchi (*)

Pasa el tiempo, que irremediablemente nunca deja de pasar, pero ahora nada es lo mismo, todo tiene un enfoque distinto, ahora se lleva matrimonios, amistades, relaciones familiares, con tanta facilidad, como si en el pasado hubiéramos tenido un poco más de paciencia , tolerancia y hoy solo ira e irritabilidad. La vida unida a una crisis sanitaria mundial ha logrado fotografiar momentos tan tristes en cada persona, que parece que ya no cuenta nada más que sobrevivir. 

Veo las colas largas en las locaciones externas de los hospitales, con miradas sin un rumbo, sin un destino fijo, observo todo con incertidumbre y dolor, cuánto nos ha cambiado la forma de ver la vida, la realidad, se asoma la inevitable tristeza que se pierde viendo como nuestro país va muriendo de a pocos así como se mueren las flores, ya la edad hoy no cuenta, todos tienen el alma vieja, algunos con un poco de desdén, por todo lo que les robó la vida, por todo lo que el covid-19 se llevó.

Los hijos perdieron a sus padres, miles de niños huérfanos, muchos tuvieron que enterrar a sus hijos, viudas que después de llorar y lamentarse han sabido salir adelante en esta vida tan dura que ahora nos toca vivir. Cuántas novias que iban a caminar de blanco hacía un altar, corrieron embarradas de lodo y arcilla detrás de un ataúd, llorando, sin saber por qué de la noche a la mañana, todo se volvía de un color gris y desolado.

La muerte súbita llegó y se llevó a nuestros compatriotas, y ahora solo queda un rezago de hombres y mujeres que jugamos a intentar seguir en la tierra en espirales de crepúsculos apocalípticos, totalmente apáticos sin deseos de tener empatía ni solidaridad, porque ya no hay fuerzas ni para sentir, algo bonito y sublime por nuestro prójimo. Se llenó el espacio de lo bueno en nuestro corazón con toques de indiferencia después de ver tanta injusticia y desidia.

Las parejas terminaron separándose, lanzándose dentro de sus casas, cuartos o departamentos objetos contundentes, haciéndose un daño colateral que quizá nunca pensaron hacerse, ofensas, insultos, aburrimiento sexual, de sentimientos, todo lo que alguna vez fue color de rosa, cambio a negro, y la pasión se volvió celos e incomprensión, es curioso, pero cuando teníamos el tiempo de estar juntos para amarnos más, hemos involucionado al punto de no poder vernos ni en pintura, las infidelidades estuvieron a la orden del día, muchos no han temido interactuar con otras personas con tal de escapar del mal carácter de sus amados o amadas. Las citas secretas con los ex han crecido exponencialmente, la gente en realidad estaba al borde de la locura de tener que soportar al amor de sus vidas las 24 horas los 7 días de la semana. La alta frecuencia, no respetar espacios de individualidad, verse en pijamas sin el aseo ni arreglo correspondiente quizá fue el detonante, en ocasiones creemos que nos deben de querer tal cual somos pero eso en la práctica no es del todo cierto, porque siempre predomina el espíritu de crítica, es normal, el amor de pareja es el amor Eros no es el amor Filial ni el Ágape, y el amor Eros se desgasta y pierde su valor.

El índice de violencia de género aumentó en las parejas, ya que creció en un porcentaje mayor que en inicios del año pasado antes del confinamiento, lo más grave es que los distritos no cuentan con suficientes fiscalías especializadas en la materia, no hay una línea de atención en casos de vulnerabilidad femenina.

Sin embargo los especialistas en psicología son más arriesgados en opinar que el factor que ha explosionado en los hogares, ha sido la desestabilidad económica, la falta de empleo, no tener ahorros, y ver el abismo de cómo se fueron esfumando los sueños, e ilusiones de cada uno, pero en una relación cada quien exige y más en sociedades machistas donde no todas las mujeres comparten su salario para los gastos del hogar, esto sin duda según los expertos ha saturado por completo al amor en los tiempos del coronavirus.

Pero todo en la vida tiene dos caras, dos puntos controvertidos, y así como muchos peruanos se han separado, divorciado, han visto la muerte llevándose toda su ilusión también hay un gran número de niños que han nacido en esta época, como muchos enamoramientos, romances secretos y públicos, que surgieron en el momento más álgido y preocupante de la pandemia, ¿cómo se pudo lograr esto? Según se nos ha explicado existen 8 tipos de carácter en el ser humano: el nervioso, el sentimental, el colérico, el apasionado, el sanguíneo, el flemático, el amorfo y el apático, y cada quien busca una pareja totalmente opuesta a su forma de ser, ya que fuego con fuego se armaría una gran fogata o un volcán en erupción y por ello los lados opuestos siempre se van a atraer, por otro lado es importante ver como las páginas webs para citas, para encontrar al amor se han proliferado por todos los espacios del internet, los anuncios están por todo lado, las invitaciones a invadir el nuevo mundo de conocer al amor de otras maneras esta puesta sobre la mesa , solo es cosa de tomar la decisión, y es así de asombroso, como en plena época de restricciones, toques de queda y estados de alarma, cupido ha seguido haciendo de las suyas.

Las redes sociales también hicieron un papel fundamental, ya no solo como medios de comunicación, también como medios de denuncia, métodos para insultar o ejecutar cobranzas, los amantes llegaron a mal utilizar las redes a tal punto que deben de haber muchos casos de calumnia y difamación derivados de su uso. En tiempos de pandemia se ha sentido tanta carga de impotencia y resentimiento que sin duda alguna se encontró una nueva y extraña forma de liberar tensiones.

En cambio no ha sido lo mismo en las relaciones entre los padres con los hijos, ya que los niños al no asistir a clases en sus colegios también han generado una relación más tensa y densa dentro de su familia. Los adolescentes necesitan su propia indepencia e individualidad, están en un edad en la que quieren privacidad y eso es lo que menos han podido tener, todos deben aprender a convivir y no ha dado los resultados obtenidos, y las consecuencias han sido difíciles, muchos jóvenes se han refugiado en el internet, en la soledad, en la depresión, en el silencio, ya que sienten que no cuentan con los derechos fundamentales de poder crear y explotar todas sus capacidades, dones y talentos. Familias enteras han llegado por ello al borde del colapso ya que en la mayoría de casos los hermanos más pequeños siguen las buenas o malas conductas de los hermanos mayores.

Los padres hacen esfuerzos sobrenaturales en llevarles de paseo y también de viaje y creo que dentro de lo posible hacen bien porque tienen derecho a recrearse y a crecer con amor en un hogar funcional, y nada mejor que escapar de casa en familia para respirar nuevos aires, conversar, hacer actividades juntos para afianzar los lazos , sobre todo porque generaran momentos en los cuales seguro cada quien querrá manifestar los dolores que guardan en su corazón y lejos de crear una crisis se llegara a un sano desahogo que es justo y preciso por el bien del desarrollo de los hijos.

En cuanto a las relaciones de pareja no quedará más que aprender de los errores, de los propios, de terceros, y tomar decisiones maduras, para saber que la vida es más importante, que no es de vital importancia si no encontramos a la media naranja o al amor de nuestras vidas, si es que no existe un hombre o una mujer que pueda querernos tal y como somos, no se acaba el mundo si estamos solteros, no pasa nada si no hay quién nos mande una rosa, un chocolate, una carta, una poesía o un oso de peluche porque tú misma te lo puedes mandar.

Mejor es curar primero las heridas y comenzar una nueva relación o un nuevo matrimonio, porque un clavo no saca a otro clavo, porque debe prevalecer dar lo mejor de nosotros, porque nadie merece recibir ni dar amarguras, ni traumas ni resentimientos.

Los largos periodos en soledad y sin pareja nos sirven para reinventarnos, para levantarnos de nuestras profundas caídas, para seguir creyendo en nosotros mismos, para darnos un aliento, para agendar nuevos planes y saber que mientras tengamos vida, tenemos la oportunidad de comenzar de cero y aprender de las derrotas . Saber que comenzar de cero siempre será mejor que nunca haberte atrevido a hacer nada de todo lo que sueñas en la vida sin temor al qué dirán. Así que te reto a que dejes las penas y los recuerdos tristes, te sacudas y busques dentro de ese cuaderno que tienes escondido en algún ropero, cajón de tu escritorio, de tu mesa de noche, debajo de la cama y comiences a diseñar tu próximo tú, porque solo tú eres el propio arquitectico de tu universo.

(*) zullyarlene39@gmail.com

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