CIUDAD TRAVESTI
Por Johnson Centeno.-
El periodista recibe el dato de un postulante al Congreso, y cree que puede ser una buena nota para el medio en el que trabaja. Inicia sus pesquisas y cree que puede dar para todo un especial por sus acercamientos al hampa y maltrato a sus mujeres. Logra contactar con él, aunque al parecer se muestra renuente a dar su versión. El postulante consulta con su abogado y maquinan un plan. No pueden matarlo, pero pueden dejarlo herido. Muy herido. Le darán en lo peor que le pueden dar a un periodista: su honestidad. Lo citan en la misma Comisaría. Lo denuncian por extorsión y mermelero.
Otro postulante tiene en su risa la blancura de su desempeño en la función pública, desde sus falsas prédicas en su iglesia, hasta sus estafas en una organización deportiva donde se levantaba hasta el papel higiénico, con la venia del dueño de su partido y las decenas de jovencitos que los siguen tapándose la nariz, pero que en el fondo saben que es solo un charlatán que no sirve para otra cosa que para vivir del Estado, aunque sea pisando cabezas. No tan en el fondo, vamos, los chicos lo siguen porque les gustaría también levantarse el papel higiénico. Amén.
El regidor tuvo un pasado que pocos conocen, y ha logrado reciclarse tras efectivos esfuerzos desde el periodismo en las redes, lo cual le ha servido para salir elegido como fiscalizador de la comuna. Una vez en el cargo da vuelta a la página, cambia de camiseta, y saborea las pequeñas gangas del poder. Pero quiere más. Quieres ser congresista. Alguien le aconseja que se puede quedar sin soga ni cabra, por más seguros que se ponga encima, que debe pensar a grueso plazo. Consulta con sus videntes, se hace baños de florecimiento y traga brebajes selváticos. Pensaba que los podía conducir como borregos, piensa. Mejor a otra cosa mariposa.
El ingeniero ha llegado a un punto que puede explotar su trayectoria desde su gremio, y hacerse de un billete con una mascarada, al mismo estilo de Odebrecht. Un jardín de infancia será solo el punto inicial de sus varios emprendimientos, luego un instituto, luego una universidad. A la porra los asociados, la directiva y todos los toscos ingenieros que de leyes saben lo que Tongo de filosofía. Termina suspendido, pero con sangre en el ojo y baba en los labios. Solo son 60 días y este es un país desmemoriado. Volveré, mis burbujitos.
Una feria de libro en la Plaza de Armas debe ser un golazo, causa. Y decimos que es internacional, cuñao, la people ni se dará cuenta. Soltamos un sencillo a la prensa y la hacemos. Ya sabes, los fotógrafos, los baños químicos, como siempre, mi soli, con los mismos que trabajamos desde la Esperanza. No te olvides de los puntos, mi pana, que ando enlechao. Al final decimos que llegó un culo de gente para culturizarse, pucta con eso se las metemos enterita. Ah, dile al gordo que no se olvide de invitar a ese poeta que dicen que escribe como la granputa, ok. Cuando toca toca, csm!
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