ROL DE LA CIUDADANÍA EN LA CREACIÓN DE LA INSTITUCIONALIDAD
Por Angélica Matsuda.- (*)
Las instituciones, en líneas generales, son entidades que representan un conjunto de reglas que estimulan o restringen el comportamiento de los ciudadanos. Cuando se dice que en el Perú éstas no existen, nos referimos a que no funcionan o sólo trabajan para una parte de la población.
En este contexto, muchas personas optan por solucionar sus necesidades de forma independiente al Estado y al resto de la sociedad.
Pese a lo complejo del panorama, considero que existen buenas condiciones para que la ciudadanía pueda ayudar más en la transformación y mejora institucional del país. Hoy observamos que hay muchas más personas con ganas de hacerse escuchar y buscar transcender e influir en las políticas públicas y en la toma de decisiones.
Existen dos grandes claves para aprovechar este empoderamiento ciudadano. Para empezar, se requieren canales reales de comunicación que permitan una mayor participación de la sociedad civil en el desarrollo y monitoreo de las políticas públicas. No sólo se trata de generar más transparencia en el Estado, algo en lo que se ha avanzado bastante, sino de constituir más espacios de contribución ciudadana con capacidad para influir en las instituciones.
El segundo aspecto fundamental es construir un ciudadano informado. Para conseguirlo es muy importante proporcionar a las personas información sencilla, pero de calidad, y fomentar su análisis y contraste. Los medios de comunicación tienen un rol crucial en esta tarea, así como las universidades y las propias entidades públicas. Existen ejemplos en otros países donde, sólo con información, se ha logrado cambiar patrones de conducta de sus ciudadanos. Si otros pudieron, ¿por qué el Perú no?
(*) Exdirectora ejecutiva del Consejo Nacional de la Competitividad (CNC)
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