PPK Y EL ‘EFECTO MARIPOSA’


Por Johnson Centeno.-

Este año será recordado como uno de los peores años que nos ha tocado vivir, que nos recordará lo vulnerable que podemos ser frente a los desastres de la naturaleza, la importancia de la planificación, la necesidad de un gasto racional de los recursos públicos y el valor de la confianza entre gobernantes y gobernados. Las lecciones presentes servirán para las nuevas generaciones que tomen la dirección del país, y la conciencia que de peores cosas hemos salido.

Niño o niña, ¿cómo es la vaina?

Se inició un debate interesante sobre la calificación del fenómeno que venimos padeciendo, que muchos se han apresurado en señalar como un ‘Niño’ de proporciones que encontró infelizmente al Perú como epicentro de sus manifestaciones climáticas. Lo que más se ajusta a la realidad es la denominación de ‘Niño Costero’, en atención a la focalización del fenómeno. Todo esto tiene su origen en el calentamiento del mar en nuestras costas, provocado por una reacción atípica en relación a los vientos andinos (que regularmente mantienen fría la temperatura del mar), generando una sobredescarga de lluvias desde Piura hasta la costa central. Según el hombre del tiempo, la temperatura total en este momento bordea los 28° en gran parte del tercio norte del país, y en el mes de abril se espera una merma de todos estos efectos.

El rol de las autoridades

A todas las autoridades sin excepción les ha llovido reclamos, literalmente, de pies a cabeza, mediante todos los medios posibles de comunicación; a esto la ciencia política lo cataloga como una conducta predecible en momentos de urgencia, donde la ciudadanía descarga su furia por todo aquello que le afecta. Pero en mucha de esta rabia ciudadana, contrariamente a lo que muchos opinólogos vociferan, hay cuotas significativas de razón: hay muchos responsables en esta situación de crisis, cierto, empezando por nosotros mismos (la mínima afectación al ambiente tiene consecuencias, como sostiene la teoría del ‘efecto mariposa’ del profesor Edward Norton), pero las autoridades son las encargadas de brindar soluciones a problemas de estas magnitudes. Para eso las elegimos. 

Uno de los puntos medulares en este escenario de crisis es que la planificación ambiental y las campañas de prevención o contingencia no forman parte de la agenda pública, generando con ello una situación de acciones de sobrevivencia sobre un suelo que no está parejo. Las ocurrencias fortuitas te pueden sorprender, pero esta situación anómala del clima se conoce desde por lo menos dos años atrás, de modo que no hay excusa que valga. Pregúntele al profesor Bocanegra.

Los gastos invertidos en prevención son inversamente proporcionales a lo que el Estado destina, por ejemplo, en publicidad en medios de comunicación o en el pago de asesores para lavar continuamente la imagen del gobierno. En Trujillo y La Libertad, por ejemplo, se prefieren los viajes de placer, el figuretismo, la contratación de un servicio de espionaje contra opositores políticos, tráfico de propiedades, y el reparto de obras públicas medianas y de medio pelo con arreglos bajo la mesa. Según informe de Ojo Público, el Gobierno Regional de La Libertad ejecutó solo 2,3% de su presupuesto para desastres en su jurisdicción. Otra vez, el manto de la corrupción inunda una gestión mediocre, totalmente inútil, en un charco de impunidad y desvergüenza. Entre tanto, Elidio Espinoza y Richard Acuña anuncian frescos su postulación o coqueteo con miras a las próximas elecciones.

Las redes sociales

Desde a que asumimos que las redes sociales llegaron para quedarse hemos aprendido a darle un uso ajustado más a las frivolidades que a lo que realmente se necesita. En esta coyuntura, sin embargo, jugaron —juegan— un rol importantísimo frente al vacío estatal o la inacción de las autoridades: nos hemos podido enterar por medio de ellas, en tiempo real, de las calamidades o urgencias de cada población cercana o lejana, y se ha logrado conectar a mucha gente e incluso salvar vidas. La calidad del servicio, sin embargo, sigue siendo pésima de parte de las operadoras, y no es la primera vez que frente a una situación de grave naturaleza dejan colgados a los usuarios, a pesar que anuncian promociones, mensajería gratis, etc., lo cual es una vieja técnica del marketing más llamada a desarrollar la fidelidad del cliente en situaciones de estrés antes que solidarizarse con su causa. Indecopi y las supervisoras, muy bien gracias. Dígase de paso, muchas municipalidades y entes gobernativos tienen una web o facebook que dan pena, y si esperas sus actualizaciones o información oficial sencillamente te lleva el huaico.

La hora de PPK

En su primer año de gestión, el nuevo presidente se encuentra en su hora crucial, con un dilema propio de Juego de tronos: tendrá que decidir entre atender a su población (colegios, hospitales, carreteras y todo lo que demanda la reconstrucción del norte peruano) o realizar los juegos Panamericanos. No se pueden hacer las dos cosas a la vez, vamos, ni que nadaramos en plata. 

En ambos escenarios, PPK lleva las de perder. Pareciera que el Ejecutivo tiene la idea de que lo ocurrido este fin de semana es lo peor que nos podría pasar, y que en breve tiempo todo volverá a la normalidad. Declarar el país en Estado de emergencia supondría por lo menos triplicar los recursos que ya se han destinado (lo cual me imagino será el festín de las autoridades locales, como es costumbre en nuestro país), paralizar las inversiones públicas y privadas, comprometer la caja fiscal y asumir el riesgo de futuros conflictos sociales. Demasiado riesgo para un gobierno prematuramente desgastado.

Si a pesar de todo se privilegia la organización de los Panamericanos desembolsando más de 2 mil millones de soles, estos se realizarían en escenarios fantasmales, de escasa concurrencia (no tenemos cultura deportiva en sus diversos niveles) y con los ánimos por los suelos. La solución alternativa es aplazarlos por uno o dos años, cosa que reprogramaría el calendario deportivo regional pero se justificaría dadas las circunstancias.

Finalmente, conviene aclarar dos cosas. No se trata de achacar la culpa del desastre a PPK, sería estúpido y mezquino. Pero atención a este otro argumento: PPK y buena parte de su “gabinete de lujo” están vinculados al aparato estatal desde hace mucho tiempo, de modo que no son nuevos en la problemática que hoy nos afecta. No olvidemos que el mismo PPK, luego de su primera experiencia al frente del BCR (año '67), ha pasado por diversas carteras desde los tiempos de Belaunde (se conoce palmo a palmo las megaconstrucciones a lo largo del territorio nacional, fortalezas y debilidades), fue cabeza del Ministerio de Economía y presidente del Consejo de Ministros en el gobierno de Toledo. O sea que algo sabe del tema. Por eso no se explica sus reacciones tardías más allá de las acciones típicas de un gobierno en circunstancias extremas. 

Nada de lo que se ha hecho hasta ahora tiene el nivel del estadista que necesitamos. Desde el ‘affaire’ Moreno, su gestión parece encaminada a ofrecer al país más de lo mismo en términos de ineficiencia, impunidad y medianía gubernamental. El presidente pretende contentar a su población con mensajes de texto y poniendo a su esposa a esperar donaciones. Como una consecuencia más del aleteo de la mariposa, PPK se consagra hasta ahora como un lobysta más del sistema. 

Juntos saldremos de esta, no me cabe duda, fuerza Perú!!

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