EL BLANCO

Por Dante Ramos de Rosas
En marzo de este año mi padre falleció en Trujillo. Tuve que viajar desde Lima al entierro. Llegue un día antes y me fui a Plaza Vea a disiparme. Entre a la librería Crisol y vi un libro que me llamo la atención. Tanto por el título como por su autora del que ya había sabido algunos detalles mortícolas aparentes. En versiones protestantes y católicas.
En marzo de este año mi padre falleció en Trujillo. Tuve que viajar desde Lima al entierro. Llegue un día antes y me fui a Plaza Vea a disiparme. Entre a la librería Crisol y vi un libro que me llamo la atención. Tanto por el título como por su autora del que ya había sabido algunos detalles mortícolas aparentes. En versiones protestantes y católicas.
Margarita Giesecke había escrito un libro abundante en datos economicistas y sociológicos llamado “La insurrección de Trujillo 1932” con una portada de la apoteosis de Haya de la Torre entrando a Laredo con los cañeros.
Margarita había sido esposa de Marcial Rubio, actual rector de la Universidad Católica. Existen versiones acerca de su muerte. Una como accidental y otra como suicidio. Leyendo levemente su libro se pueden encontrar indicios de ello. Varias obras de la Giesecke se concentran históricamente en episodios tanáticos en la historia del Perú nuestro. Preanuncios racionalizados que le llaman de futuras desapariciones de este mundo.
Por ejemplo en la página 22 leemos esto: “El papel que las investigaciones médicas peruanas podrían desempeñar en la lucha decimonónica contra la muerte”.
Tal cita indica el debate que vivía la autora acerca de un drama personal que la hacía sentir culpable. Era madre de un niño especial. El índice sicológico es que la madre desarrolla un sentimiento de culpabilidad por haberlo concebido y esto la conduce a la autodestrucción o inducida o provocada.
Al fallecer su esposa Rubio se casa con la hermana de Margarita. Escandalizando a la pacata ciudad.
Es curioso pero en el viaje a Trujillo fui leyendo el libro de Guillermo Thordinke “El año de la barbarie”, que trata de lo que pasó en Trujillo el 32. Luego llegó a mis manos el libro de mi amigo Daniel Hidalgo sobre el mismo tema bajo el titulo que reza: “Los excluidos combaten por la libertad”. Del libro de don Guillermo no he escrito ninguna reseña tal vez guiado por la sabia opinión de Herbert Mujica que me dice que ese libro es tan solo literatura fabulada. Sin embargo está tan bien escrito y es muy vivido al señalar lo que pasó calle por calle. Uno ve dibujarse en sus retinas los jirones de de la vieja ciudad. Thordinke destaca el rol de la mujer en esos días.
Mi abuela que falleció este año también contaba que vivían con mis tíos en la calle Vicente de la Vega en Chiclayo y sus vecinos eran unos peloteros nacidos en Pimentel un balneario local muy surfero. Fue mi tío Fernando el que se hizo más amigo de ellos.
Esos vecinos eran los Crousillat.
El año 2005 hice migas con Marisol Crousillat la productora de televisión y de seguro lo que voy a escribir aquí no le gustará mucho pero no es mi intención eso. Solo precisar un datito histórico clave. Cuando capturaron a su padre y lo trajeron al Perú le expresé mi solidaridad en esas horas lúgubres.
Por qué José Francisco Crousillat y su hijo tuvieron tantas facilidades en el régimen aprista de Alan Garcia hasta el grado de salir uno de ellos indultado?, Cuál es el nexo que une dichos entes?
Ese dato se encuentra en la página 195 del libro de la Giesecke cuando escribe “que en la noche del 4 de diciembre de 1931 sucedería un apagón en la estación eléctrica de Yanacoto situada a 50 kilómetros de Lima. El encargado de coordinar estos hechos era el Teniente Coronel de la policía y Jefe de la Guardia Civil nacido en Lambayeque en 1884 José Crousillat Blanco”. Este plan era parte de los actos preparatorios pro subversivos de las huestes apristas contra Sánchez Cerro. Electo presidente.
Así que ahora ya sabemos del cordón umbilical que une al Apra con la familia Crousillat. Nada es casual. Nunca lo fue.
Carlos Marx nos enseña que en política las casualidades no existen ni son meramente gratuitas. En un probable y no negado regreso de lo Crousillat – vía fallo del Tribunal Constitucional - al Canal Cuatro ya sabemos cual será el rol del canal retomado en un potencial 2016. Defender a Alan Garcia no importa si esta preso o libre. Solo leyendo historia nos enteramos.
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