SEGURIDAD PARA TODOS?



Por María Cecilia Villegas


La Democracia requiere, además de elecciones, de la confianza de los ciudadanos en el Estado y la obligación de éste de ejercer el control sobre la violencia, garantizar seguridad y administrar justicia.


En el Perú, esa condición no ha sido cumplida.La seguridad y la capacidad de administrar justicia, castigando a los delincuentes, para después reinsertarlos en la sociedad, es una condición para el desarrollo de un país. La violencia doméstica -contra la esposa e hijos-, las pandillas, los robos, los homicidios y las violaciones hacen del Perú una sociedad violenta.


La falta de denuncia y los linchamientos demuestran la poca confianza en el Estado. ¿Las cárceles? ¿Después de Lurigancho es posible reinsertarse? En Lima, un menor (13) viola a un bebito de nueve meses.


En Puno, un sujeto violó a una mujer delante de sus tres hijos, luego de que tratara de violar a la hija (7). En Huánuco, un menor (17) violó a una niña (14) y la arrojó a una zanja de 7 m para matarla y ocultar la violación.


La niña no murió, pero queda parapléjica. Un juez lo condena a seis años de reinserción socioeducativa. Otro menor (14) violó a su primita de cinco. ¿Su sentencia? ¡Dos años de reinserción socioeducativa! Un violador padece de un desorden sicológico, está obsesionado con el poder y busca la dominación de una persona indefensa.Su recuperación es muy difícil y la mayoría reincidirá.


La Policía, los jueces y las cárceles del Perú no están preparados para lidiar con estos crímenes, lo que se confirma con estas sentencias. A los 17 debió ser juzgado como mayor y no sólo por violación sino también por intento de homicidio.La inequidad no se mide sólo por el ingreso económico.


El acceso a la justicia o la falta de éste es también una señal de inequidad. En San Isidro, hay un policía por cada 211 habitantes; en Puente Piedra, uno por cada 1,736; en Huánuco, uno por cada 2,210. Si a usted le roban su carro, el seguro lo cubrirá, pero si a un mototaxista le roban su mototaxi, no sólo no tendrá seguro que lo cubra, sino que su familia perderá sus ingresos, no tendrán para comer y su nivel de pobreza se incrementará. Difícilmente el problema de los pobres es sólo la falta de chorreo.


Si usted cree que Ollanta y su modelo chavista van a poder combatir la delincuencia, mire Venezuela: entre 1998 y 2005 la tasa de secuestro aumentó 426%, y cada día ocurren 44 homicidios, esto es, 75 por cada 100 mil habitantes, superando a Colombia, Honduras y El Salvador*. (Correo).



* Fuente: Venezuela INE 2009.


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