DOS ENEMIGOS


Por Dante Ramos de Rosas

Mario Vargas Llosa tiene un tratado sobre la huachaferia en el Perú escrito en 1983 en El Comercio llamado “¿Un champancito, hermanito?”. Y en su libro “La tía Julia y el escribidor” hace decir al escribidor Pedro Camacho, ante una pregunta de Marito –el joven proyecto de escritor- de cuáles son los enemigos de la literatura. Camacho le responde rudamente: “la mariconada y la huachaferia”.

La mariconada en la literatura es clave. Porque si un escritor no señala o mete dedo a unos y otros en sus ficciones de forma verosímil o discreta o directa simplemente no trascenderá ni en el espacio ni en el tiempo.

Por ejemplo, Salman Rushdie con su libro “Versos satánicos”, figurativamente señaló a un régimen como el shiita en Irán y casi pierde la vida.

Vargas Llosa fue preguntado por este tema en Canal 2 hace años, en un programa de Beto Ortíz. Allí Mario se extendió a su gusto en este punto de la mariconada, que traducido a nivel versallesco se expresa como miedo, autocensura ante los figurantes de la epoca, ante los símbolos que imperan en el contexto cultural o ante los dictadores de turno.

Hoy Mario ha alcanzado la gloria intelectual mundial. Es un nobel de literatura. Pero ha caído en un paso en falso. Se ha huachafeado. Eso, se ha afeado. Cómo es posible que haya aceptado o le hayan gestionado un “marquesado”, ya no sé sabe bien qué hacen a veces los agentes literarios o gestores de salones .

¿Un “marquesado” para un peruano que se precia de cosmopolita, heredero de virtudes helénicas democráticas que justamente en su libro “La guerra del fin del mundo” ataca a la corona británica y defiende la Republica como un Cicerón radical ante el César, tenía que pasar por las horas caudinas de viejas alianzas pro monarquicas?

Qué significa este hecho de un Vargas Llosa miembro de las cortes españolas arrojado al eter o a los ojos cívicos de todos?

¿Es un hecho gratuito o qué? A lo mejor Mario se acuerda que cuando estaba en el movimiento Libertad habían gentes como Miguel Cruchaga, militante de la pro monárquica y lusitana “tradicion, familia y propiedad” o el ex canciller Fernando de Trazegnies y el otro anciller quejoso de Pancho Tudela que eran de la orden de malta, que añora pasatismos de reynos fugados y escudos nobiliarios. ¿Mario se habrá sentido menos que ellos? Habrá corrido en su bullente torrente sanguineo las locas ganas o deseos insatisfechos de ser tambien él un igualado a glorias nostálgicas dignas de heráldicas sublimes?

Horror!! Como dirían las viejas consejas de Miraflores y San Isidro?

¿Históricamente se ignora acaso que los peruanos somos descendientes de un reyno mil veces más rico que los europeos de su tiempo cuando cayó? Eso era el incario. Y antes del incario habían reynos por todo el territorio.

Mario ha patinado. ¿Son señales previas de senectud o qué? Me temo que esta aceptación suya se debe más a su mujer que a él propio. No me lo esperaba realmente de un tipo universalista .

Espero que Álvaro, su hijo, no cometa esas sandeces que harán peligrar una potencial candidatura suya a la presidencia el 2016.

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