ÚLTIMO CLON

Por Dante Ramos de Rosas
El año 2000 había un personaje que en la campaña de Alberto Fujimori fue convencido por un hombre capaz de vender hasta piedras –así lo describió en un reportaje televisivo Katerine Lanzeros– llamado Carlos Raffo, para que se zarandee al son de una chicha tecno, y por la descendiente única de un artista plástico arequipeño con barbas inmensas y cabellos melenudos hasta el paroxismo que se llamaba Ximena Ruiz Rosas, cuyo padre era el pintor Alonso. De tal palo tal astilla. Neurastenia segura en los genes más ego inflamante.
El convencido de bailar cumbia a todo dar en cuanto mitin, donde no se decía nada de sustancia programática y menos de ideas, era el ex Canciller Francisco Tudela, frecuente habitué de la cafetería Starbucks, al costado del Hotel Country, fuera de comprador de antigüedades en la calle Alfonso Ugarte de Miraflores y miembro de número de la Orden de Malta en el angelado distrito de San isidro.
El que Keiko Fujimori haya seleccionado a un tipo del mismo temple de Tudela por lo modoso en sus formas llamado Rafael Rey para su plancha presidencial extrae recuerdos de ese algo inconcluso que fue el tercer gobierno de Fujimori que solo duró meses.
Fujimori quería igualarse a mi paisano lambayecano de vasca ascendencia, Augusto Leguía, pero fracasó en el intento. Leguía ha sido el único que gobernó tres veces seguidas el Perú. Antes había sido presidente de la Cámara de Comercio de Londres y combatió en la Guerra del Pacífico así que lo que le pasó al final de su gobierno lo soportó con altura. El había visto correr más sangre que la soldadesca que lo apresó.
Keiko presentó a Rey el mismo día que Vargas Llosa leía su discurso en Suecia. Vargas Llosa impugnó el decreto 1097 que Rey empujó para sacar avanti las amnistías a militares acusados de crímenes contra los derechos humanos. Una carta bomba de Vargas Llosa expulsó a Rey del gabinete para siempre. Así que el que Keiko haga eso el mismo día traerá cola pronto. Pienso que Rey se lo pidió exprofesamente. Infantilismos que le llaman o simbología política.
Alguien vía este blog me pregunta qué expresa la presencia de Rey con Keiko y la respuesta es esta: Representa la alianza de la cruz y de la espada. Osea la arena de espejos extremos de sectores conservadores de la iglesia Católica como el Opus Dei, del que Rey es militante, y del Sodalicium, hoy presentes en Lima como ejecutivos de Google Perú (según me conto el director del Colegio Carmelitas Domingo Lanzeros, padre de Katerine), y por otro lado, un sector de fuerzas armadas afectadas por sueldos sin subir o combatiendo a medias al senderismo en el Huallaga, etc.
Por otro lado, el apoyo financiero a la campaña se asegura vía Rey porque no es extraña su vinculación con el Bancazo de Crédito, también cercano al Opus.
Así que doble contra sencillo. Carlos Raffo, eximio publicista de sicosociales, ha querido mover la memoria inconciente del colectivo masivo peruano medio recordándonos lo inconcluso. Una suerte de clon de Tudela en su primera vicepresidencia, esta vez con Rey, y una segunda vicepresidencia a partir del rostro afectado por acné –así de frívolo es el detalle pero cuenta pues– de un Ricardo Márquez que iba de segundo vice de Fujimori padre el 2000, y Jaime Yoshiyama Tanaka –este apellido proviene de las haciendas cañeras de Casagrande- sino ver la peluquería de la calle Gamarra en Trujillo frente al BCP, y que fue afectado por un acné de correrse.
Acné que deja huellas imborrables como las que dejó don Alberto padre, y como las que esta campaña dejará salpicando gravemente a casi todos sus participantes. No quedará títere con cabeza.
El año 2000 había un personaje que en la campaña de Alberto Fujimori fue convencido por un hombre capaz de vender hasta piedras –así lo describió en un reportaje televisivo Katerine Lanzeros– llamado Carlos Raffo, para que se zarandee al son de una chicha tecno, y por la descendiente única de un artista plástico arequipeño con barbas inmensas y cabellos melenudos hasta el paroxismo que se llamaba Ximena Ruiz Rosas, cuyo padre era el pintor Alonso. De tal palo tal astilla. Neurastenia segura en los genes más ego inflamante.
El convencido de bailar cumbia a todo dar en cuanto mitin, donde no se decía nada de sustancia programática y menos de ideas, era el ex Canciller Francisco Tudela, frecuente habitué de la cafetería Starbucks, al costado del Hotel Country, fuera de comprador de antigüedades en la calle Alfonso Ugarte de Miraflores y miembro de número de la Orden de Malta en el angelado distrito de San isidro.
El que Keiko Fujimori haya seleccionado a un tipo del mismo temple de Tudela por lo modoso en sus formas llamado Rafael Rey para su plancha presidencial extrae recuerdos de ese algo inconcluso que fue el tercer gobierno de Fujimori que solo duró meses.
Fujimori quería igualarse a mi paisano lambayecano de vasca ascendencia, Augusto Leguía, pero fracasó en el intento. Leguía ha sido el único que gobernó tres veces seguidas el Perú. Antes había sido presidente de la Cámara de Comercio de Londres y combatió en la Guerra del Pacífico así que lo que le pasó al final de su gobierno lo soportó con altura. El había visto correr más sangre que la soldadesca que lo apresó.
Keiko presentó a Rey el mismo día que Vargas Llosa leía su discurso en Suecia. Vargas Llosa impugnó el decreto 1097 que Rey empujó para sacar avanti las amnistías a militares acusados de crímenes contra los derechos humanos. Una carta bomba de Vargas Llosa expulsó a Rey del gabinete para siempre. Así que el que Keiko haga eso el mismo día traerá cola pronto. Pienso que Rey se lo pidió exprofesamente. Infantilismos que le llaman o simbología política.
Alguien vía este blog me pregunta qué expresa la presencia de Rey con Keiko y la respuesta es esta: Representa la alianza de la cruz y de la espada. Osea la arena de espejos extremos de sectores conservadores de la iglesia Católica como el Opus Dei, del que Rey es militante, y del Sodalicium, hoy presentes en Lima como ejecutivos de Google Perú (según me conto el director del Colegio Carmelitas Domingo Lanzeros, padre de Katerine), y por otro lado, un sector de fuerzas armadas afectadas por sueldos sin subir o combatiendo a medias al senderismo en el Huallaga, etc.
Por otro lado, el apoyo financiero a la campaña se asegura vía Rey porque no es extraña su vinculación con el Bancazo de Crédito, también cercano al Opus.
Así que doble contra sencillo. Carlos Raffo, eximio publicista de sicosociales, ha querido mover la memoria inconciente del colectivo masivo peruano medio recordándonos lo inconcluso. Una suerte de clon de Tudela en su primera vicepresidencia, esta vez con Rey, y una segunda vicepresidencia a partir del rostro afectado por acné –así de frívolo es el detalle pero cuenta pues– de un Ricardo Márquez que iba de segundo vice de Fujimori padre el 2000, y Jaime Yoshiyama Tanaka –este apellido proviene de las haciendas cañeras de Casagrande- sino ver la peluquería de la calle Gamarra en Trujillo frente al BCP, y que fue afectado por un acné de correrse.
Acné que deja huellas imborrables como las que dejó don Alberto padre, y como las que esta campaña dejará salpicando gravemente a casi todos sus participantes. No quedará títere con cabeza.
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