ERRANTES


Por Willy Quevedo

Existen muchas creencias sobre los judíos que poco a poco la ciencia viene dilucidando. El antiguo testamento es un relato de ficción. En Judea vivieron tribus de pastores y agricultores. Los gloriosos reinos de David y Salomón son puras leyendas.

En el año 70 d.C, los romanos no expulsaron a los israelíes pues carecían de camiones y trenes para trasladar a poblaciones enteras. Es decir, el exilio y la diáspora también son mitos.

Los habitantes de Palestina no viajaron compulsivamente. La religión judía es la que se diseminó. El judaísmo era una religión de conversos. El proselitismo era frenético. Les fascinaba convertir a los demás.

Las religiones monoteístas al ser menos tolerantes que las politeístas tienen un ímpetu de expansión. Así el judaísmo llegó a España, África del norte, Europa oriental y central.

Entonces, ¿existe la raza judía? De ninguna manera. Es otro invento. Al contrario, se llaman judíos a una colorida mezcla de grupos humanos que en diversas etapas de la historia y en diferentes geografías adoptaron la religión hebrea.

¿Qué es el sionismo? En Alemania del siglo XVIII, intelectuales de origen judío, influenciados por el dinamismo del nacionalismo alemán, se impusieron la tarea de moldear retrospectivamente un pueblo ansiosos por crear un Estado judío moderno.

El sionismo cambió el concepto de Jerusalén. Antes los lugares sagrados estaban para venerar, no para vivir en ellos. Durante dos mil años, los judíos permanecieron lejos de Jerusalén no porque no pudiesen regresar sino porque su religión les prohibía hacerlo hasta la llegada del mesías.

Estas reflexiones vienen a cuento luego de leer el libro del periodista Hugo Coya titulado “Estación final”.

Coya acusa al Estado peruano de haber colaborado con Adolf Hitler en la persecución a los judíos. Presenta pruebas de que los gobiernos de Oscar Benavides y Manuel Prado simpatizaron con los nazis.

La historia más interesante es la de Magdalena Truel Larraburre. Nació en Lima en 1904, viajó a Paris y publicó un libro de literatura infantil. Luego se unió a la resistencia francesa. Se distinguió por su valentía y talento hasta que fue detenida por la SS. Fue torturada pero no delató a sus camaradas. Su nombre está frente a la catedral de Notre Dame en Paris.

En los otros relatos de peruanos que fueron detenidos en Francia y asesinados en los campos de concentración llama la atención que estas familias que vivian bien aquí hayan viajado a un destino fatal.

Los Assa y los Levy radicaron en el Peru 10 años, los Weissberg 6 años, los Lindow 40 años, los Baruch 6 años. ¿Cuál es la razón de que no se arraigaron en el Perú?

Coya produce un texto desolador. La narración del exterminio en la II guerra mundial es una crónica espeluznante del desprecio a la vida.

“Estación final” también es un ejemplo de excelencia periodística y se ha convertido en un hito para la historia contemporánea latinoamericana.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
HAY QUE SABER ALGUNAS COSAS IMPORTANTES DE LA HISTORIA UNIVERSAL ANTES DE HABLAR SOBRE EL JUDAISMO. LES ENVIO UN VIDEO SOBRE EL PARTICULAR, BUEN APORTE WILLY
SALUDOS DE ICA, Manuel Valle
...
http://www.youtube.com/watch?v=QqVt_ITqxa0&feature=related
Beltenebros ha dicho que…
Uno de los textos más disparatados y estúpidos que he leído.

Si los judíos permanecieron lejos de Jerusalén durante dos mil años porque su religión les prohibía vivir allí antes de que llegara el Mesías, ¿cómo es que los cruzados, por ejemplo, encontraron judíos viviendo en la ciudad?

Si la raza judía no existe y la etnia judía es un concepto básicamente religioso, ¿por qué Marx, Freud, Mahler y otros personajes de renombre se consideraban o son considerados judíos?

Pero lo más relevante es esto:

«Coya acusa al Estado peruano de haber colaborado con Adolf Hitler en la persecución a los judíos. Presenta pruebas de que los gobiernos de Oscar Benavides y Manuel Prado simpatizaron con los nazis.»

Tarde o temprano nos tenían que meter en el saco de los "culpables". Ya comenzó. Más pronto que tarde empezarán a pedir "compensaciones", exigir actos de contrición al Estado y perseguir formalmente a quienes se salgan del libreto. Cuento viejo pero efectivo.

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