VAMPIROS

Por Willy Quevedo
Acabo de ver la película sueca “Criatura de la noche” de Thomas Alfredson, cuyos protagonistas son dos adolescentes de 12 años. Hace unos meses tambien especte el film gringo “Crepúsculo”, donde Catherine Hardwicke adapta la novela de Stephenie Meyer y cuenta la historia de amor de dos jovenes de 16 años.
En ambas realizaciones, la niña sueca y el joven norteamericano son vampiros.
El cine ya nos había entregado antes cintas sobre este tema. “Nosferatu” dirigida por F. Murnau en 1922 y “Drácula” producida por Francis Ford Coppola en 1992.
En estos casos el protagonista es un conde, es decir una persona excéntrica que posee mucho dinero.
En las nuevas versiones los vampiros son de clase media y visten jeans y zapatillas.
Su único alimento es la sangre humana, tienen una fuerza descomunal, en el día se debilitan y duermen en un ataud.
En “Crepúsculo” para resaltar el romanticismo evitan las escenas donde se describe como se alimentan los vampiros. En cambio, abundan las escenas de peleas entre monstruos donde el actor principal defiende a su amada.
En “Criatura de la noche” sí explican con lujo de detalles como desangran a las víctimas y se eliminan a anónimas personas para alimentar a la vampiresa.
Lo que más llama la atención es que la amistad entre los niños es tan fuerte que hace que se relativice la perversidad de tantos asesinatos. Al chico no le importa que su amada sea una depredadora. Oskar le oculta a sus padres que se ha enamorado de Eli.
Lo que sí le llama la atención es la edad de la vampiresa. Sabe que detrás de su frágil apariencia existe un ser de largo tiempo. Eli es una gran actriz. Nos seduce y asusta, posee la capacidad de enamorar y causar pavor a la vez.
En la parte final, ella salva al chico de un intento de muerte de sus enemigos. La respuesta fue oportuna y feroz. La enseñanza es que en este mundo debemos ser implacables con los adversarios.
En conclusion, el éxito de estas películas sobre vampiros se debe a que en el fondo todos queremos serlo. Es decir, alimentarnos de una sustancia pura y no envejecer, gozar de una gran fortaleza e inmortalidad.
Acabo de ver la película sueca “Criatura de la noche” de Thomas Alfredson, cuyos protagonistas son dos adolescentes de 12 años. Hace unos meses tambien especte el film gringo “Crepúsculo”, donde Catherine Hardwicke adapta la novela de Stephenie Meyer y cuenta la historia de amor de dos jovenes de 16 años.
En ambas realizaciones, la niña sueca y el joven norteamericano son vampiros.
El cine ya nos había entregado antes cintas sobre este tema. “Nosferatu” dirigida por F. Murnau en 1922 y “Drácula” producida por Francis Ford Coppola en 1992.
En estos casos el protagonista es un conde, es decir una persona excéntrica que posee mucho dinero.
En las nuevas versiones los vampiros son de clase media y visten jeans y zapatillas.
Su único alimento es la sangre humana, tienen una fuerza descomunal, en el día se debilitan y duermen en un ataud.
En “Crepúsculo” para resaltar el romanticismo evitan las escenas donde se describe como se alimentan los vampiros. En cambio, abundan las escenas de peleas entre monstruos donde el actor principal defiende a su amada.
En “Criatura de la noche” sí explican con lujo de detalles como desangran a las víctimas y se eliminan a anónimas personas para alimentar a la vampiresa.
Lo que más llama la atención es que la amistad entre los niños es tan fuerte que hace que se relativice la perversidad de tantos asesinatos. Al chico no le importa que su amada sea una depredadora. Oskar le oculta a sus padres que se ha enamorado de Eli.
Lo que sí le llama la atención es la edad de la vampiresa. Sabe que detrás de su frágil apariencia existe un ser de largo tiempo. Eli es una gran actriz. Nos seduce y asusta, posee la capacidad de enamorar y causar pavor a la vez.
En la parte final, ella salva al chico de un intento de muerte de sus enemigos. La respuesta fue oportuna y feroz. La enseñanza es que en este mundo debemos ser implacables con los adversarios.
En conclusion, el éxito de estas películas sobre vampiros se debe a que en el fondo todos queremos serlo. Es decir, alimentarnos de una sustancia pura y no envejecer, gozar de una gran fortaleza e inmortalidad.
Comentarios
A este paso muchos delitos de pederastia dejarán de haberlo sido.