DECLIVE

Por Willy Quevedo
La madurez nos enseña cuándo es el momento del retiro. La llegada del tiempo del declive es natural. La intuición nos prepara para ello. La declinación es como la vejez. Es ilusorio detenerla. Asi se usen afeites, cremas de ultima generación o cirugias plásticas.
Lo único que queda es enfrentar el momento de la caída con la mejor disposicion.
Los alcaldes de Surquillo y San Miguel, Gustavo Sierra y Salvador Heresi están preocupados y no entienden por qué peligra su elección este 3 de octubre. Ellos dicen que sus vecinos son unos desagradecidos pues nunca antes ambas circunscripciones han atraido tantas inversiones.
Sin embargo, el pueblo piensa que independientemente de quien ejercia el cargo, igual se presentaba este progreso economico que obedece al crecimiento natural de la ciudad de Lima.
Tres conceptos retumban sobre la cabeza de Sierra y Heresi: desgaste, alternancia y nulo arrastre. Efectivamente, ambas autoridades han sido reelegidas varias veces.
Los pobladores ya conocen como se visten, sus ultimos chistes, sus debilidades y fortalezas. Es muy dificil renovarse a sí mismo. Por ello, los divos internacionales dosifican sus presentaciones y cambian su show todos los años, desde el color de vestuario hasta los temas a cantar.
El electorado busca nuevos liderazgos. La alternancia es un fenómeno natural.
Cansados de los mismos timbres de voz, la ciudadania reclama candidatos que los vuelvan a seducir con diferentes formas.
Nulo arrastre porque las encuestas están demostrando que Alex Kouri solo tiene jale en algunos conos. Surquillo y San Miguel son distritos de clase media tradicional y no se entusiasman con un exalcalde del primer puerto. Los chalacos son menospreciados en estos barrios.
Por lo tanto, Sierra y Heresi se han equivocado de locomotora.
El caso de Sierra tiene el agravante que ha postulado cuatro veces con camisetas distintas. Es el rey de los tránsfugas.
La situación de Heresi empeora porque fue el precandidato metropolitano del PPC y luego de ocupar un sitial tan alto, su renuncia a la casa de siempre es incomprensible.
El destino ha unido a Sierra y Heresi. Será patetico observar cómo cerrarán los ojos y gastarán abundante pólvora en gallinazos por no aceptar que ahora sí les toco perder, aunque lloren. Ni modo.
La madurez nos enseña cuándo es el momento del retiro. La llegada del tiempo del declive es natural. La intuición nos prepara para ello. La declinación es como la vejez. Es ilusorio detenerla. Asi se usen afeites, cremas de ultima generación o cirugias plásticas.
Lo único que queda es enfrentar el momento de la caída con la mejor disposicion.
Los alcaldes de Surquillo y San Miguel, Gustavo Sierra y Salvador Heresi están preocupados y no entienden por qué peligra su elección este 3 de octubre. Ellos dicen que sus vecinos son unos desagradecidos pues nunca antes ambas circunscripciones han atraido tantas inversiones.
Sin embargo, el pueblo piensa que independientemente de quien ejercia el cargo, igual se presentaba este progreso economico que obedece al crecimiento natural de la ciudad de Lima.
Tres conceptos retumban sobre la cabeza de Sierra y Heresi: desgaste, alternancia y nulo arrastre. Efectivamente, ambas autoridades han sido reelegidas varias veces.
Los pobladores ya conocen como se visten, sus ultimos chistes, sus debilidades y fortalezas. Es muy dificil renovarse a sí mismo. Por ello, los divos internacionales dosifican sus presentaciones y cambian su show todos los años, desde el color de vestuario hasta los temas a cantar.
El electorado busca nuevos liderazgos. La alternancia es un fenómeno natural.
Cansados de los mismos timbres de voz, la ciudadania reclama candidatos que los vuelvan a seducir con diferentes formas.
Nulo arrastre porque las encuestas están demostrando que Alex Kouri solo tiene jale en algunos conos. Surquillo y San Miguel son distritos de clase media tradicional y no se entusiasman con un exalcalde del primer puerto. Los chalacos son menospreciados en estos barrios.
Por lo tanto, Sierra y Heresi se han equivocado de locomotora.
El caso de Sierra tiene el agravante que ha postulado cuatro veces con camisetas distintas. Es el rey de los tránsfugas.
La situación de Heresi empeora porque fue el precandidato metropolitano del PPC y luego de ocupar un sitial tan alto, su renuncia a la casa de siempre es incomprensible.
El destino ha unido a Sierra y Heresi. Será patetico observar cómo cerrarán los ojos y gastarán abundante pólvora en gallinazos por no aceptar que ahora sí les toco perder, aunque lloren. Ni modo.
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