BOB EVANS Y LA MAFIA

Por Dante Ramos de Rosas
El flequillo de su cerquillo le atravesaba su empinada frente, su nariz aguileña lo marcaba delante de ojos vivaces y cautivantes. Su mujer era un tanto fea pero perturbadora. Ali Macgraw hechizó a los camarógrafos con sus llantos al mirar bañada en lágrimas a Ryan O’neal en una escena filmica.
El flequillo de su cerquillo le atravesaba su empinada frente, su nariz aguileña lo marcaba delante de ojos vivaces y cautivantes. Su mujer era un tanto fea pero perturbadora. Ali Macgraw hechizó a los camarógrafos con sus llantos al mirar bañada en lágrimas a Ryan O’neal en una escena filmica.
Resulta que Bob Evans, productor cinematográfico, se echó a filmar “Historia de amor” con la Macgraw cuando un amigo de la Paramount le comunicó que la empresa quebraría.
Sin otra opción, Bob cogió un vuelo solo de ida a New York y llegó con un solo traje. Antes grabo su presentación muy elegante en un foro de Paramount. Allí ironizaba sobre la capacidad de los directivos y su ojo intuitivo para adivinar futuros éxitos cinematográficos.
Terminada su perorata “Historia de amor” era enganchada. La película fue mundialmente taquillera. Seguidamente, Bob comenzó a buscar otra oportuna película porque una sola como la suya no hacía la historia de Paramount.
Mario Puzo había escrito “Mafia”. Bob lo buscó para hacer el guión de lo que sería “El padrino”. La siguiente tarea era encontrar un director. Todas las historias de mafiosos eran protagonizadas por judios y hablaban de judios. Esta vez la cosa era con mafiosos sicilianos.
Francis Ford Coppola era genial para Evans y éste lo llamó. Aunque Coppola tenía algunos fracasos, Bob creía en él. Ford se negó porque la película –según él- fulminaba su origen materno. Bob le dijo que la idea era hacer un film acerca de varias generaciones familiares y no como ente frio y mortal. Ford lo escuchaba pero no se decidia. Hasta que un día lo llamo y filmaron por fin.
Antes de iniciar “El Padrino”, Ali se fue a Texas a filmar “Gateway” con Steve Macqueen. Bob estaba tan metido en “El Padrino” que no se inquietó por la soledad de su mujer y su hijo Joshua. Una noche llamó a Ali y ella no contestó en casa. Al día siguiente le dijo su mujer: “me quedé dormida en el camerino”. Y Bob: “Estás acostándote con Steve, no?”. Ella se quedó muda. Bob llegó en un avión en menos de dos horas. Al llegar lamentó no haber viajado por esas dos horas que desconocía.
Se separaron. Mientras, “El Padrino” se rodaba por las calles de New York. Y el dia del estreno decisivo, Bob llamó a un amigo suyo al que dos años antes le dijo que le diera su apoyo total. Películas asi no se filman todos los días. Llegado el estreno este hombre no podia ir. Al día siguiente tenía reunión secreta de Gabinete para ordenar el bombardeo de Hanoi en Vietnam. Ese hombre, al que le encantaban el wisky, la alta política, el fútbol y las bellas mujeres era Henry kissinger, Secretario de Estado.
Bob lo cuadró por fono: “Tú eres mi amigo, no me puedes fallar. Es esta noche. Te espero”.
Henry apareció con bellas anfitrionas y flashes a mil. En la cena se la pasó bromeando con bob. El respaldo político se dio para una película que como “El padrino” necesitaba amparo y mucha suerte. Varios parámetros gringos se echaron a pique con este film.
Marlon Brando, quien filmó esta película, no lo pensó mucho: Se compró una isla y se fue a vivir allí. La siguiente cinta que filmó la hizo en su propia isla. Se llamaba “La isla del Dr. Moreau”. Pero la mafia se vengó. Su hijo murió extrañamente años más tarde. Y asi sucedió con Brandon Lee, hijo de bruce lee.
Los brazos de la mafia son misteriosos.
Y efectivos.
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