TRES TIGRECITOS (*)

Por Dante Ramos de Rosas
Hasta donde sé el abogado Carlos Vásquez Boyer siempre ha sostenido una ideología izquierdista aunque tolerante, lo que no excluye el exagerado consumo de wisky, muebles finos y mejores libros. Descripción que lo emparenta raleadamente con costumbres burguesas por lo menos.
Ha reclutado féminas lindas para su estudio jurídico. Trujillanísimo éste. Decorado a medialuz y con manposteria de cache. Pero Vásquez es más amigo de la inteligencia que de las ideologías alocadas y fatuas. Por eso recalaron en su estudio un par de amigos otrora y hoy enemigos jurados.
Hasta donde sé el abogado Carlos Vásquez Boyer siempre ha sostenido una ideología izquierdista aunque tolerante, lo que no excluye el exagerado consumo de wisky, muebles finos y mejores libros. Descripción que lo emparenta raleadamente con costumbres burguesas por lo menos.
Ha reclutado féminas lindas para su estudio jurídico. Trujillanísimo éste. Decorado a medialuz y con manposteria de cache. Pero Vásquez es más amigo de la inteligencia que de las ideologías alocadas y fatuas. Por eso recalaron en su estudio un par de amigos otrora y hoy enemigos jurados.
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ARTÍCULO RETIRADO A PETICIÓN EXPRESA DE SU AUTOR. (N. de R.)
Comentarios
“Sócorreme, sácame de esta calma. Sacúdeme”, le decía Di Rosas a su mano, hasta que le hizo caso, tomó al muñeco alicaído y lo trató con furia y luego del frenesí se aquietó y durmió, aunque sin troncho de por medio. Y, al despertarse dijo: esta costumbre a uno lo lleva a repetir el plato hasta romperlo.
Flaco mancay te espera seco y no mojadito con tus alucinaciones. ¡Saca la mano del bolsillo, qué frío ni frío!.
A-. F