COLUMNA DERECHO Y EMPRESA

¿SIGUEN SIENDO CONFIABLES LOS CHEQUES DE GERENCIA?


Por Daniel Montes Delgado(*)


En el norte del país se ha convertido en una modalidad delictiva algo frecuente, la estafa a empresas productivas por medio de cheques de gerencia, lo que es muy preocupante. ¿Cuál es el modus operandi de estas organizaciones delictivas? Veamos un caso.

Una empresa productora de insumos para la industria alimentaria recibe la llamada de una persona que actúa como supuesto representante de una empresa de otra ciudad, generalmente Lima, y solicita una cotización de una carga de producto para atender un pedido del exterior con urgencia. Luego de ser atendido, incluso de haber enviado por fax una orden de compra, vuelve a llamar y hace el pedido, pidiendo un número de cuenta bancaria donde depositar el dinero. Tras esto, vuelve a llamar y señala que, por razones de seguridad al trasladar efectivo, se hará el depósito con un cheque de gerencia. En todo momento, insiste en que la operación debe ser inmediata, porque si no perderá el cliente del exterior.

El mismo día la empresa que va a ser estafada puede verificar a través de su banco que, en efecto, le han depositado un cheque de gerencia por la suma solicitada. Por supuesto, ese importe todavía no figura como saldo disponible, pues aún debe ser pagado por el banco emisor, pero el supuesto cliente insiste en el embarque de la carga. La empresa accede, confiada en el cheque de gerencia, y despacha la mercadería a Lima o el Callao, según le piden. Al día siguiente, se entera que el chofer del camión fue interceptado por los supuestos clientes, una o dos cuadras antes del destino, y fue convencido de que el almacén ha cambiado por motivos logísticos o de seguridad. En otros casos, simple y llanamente es despojado del camión y puesto en estado de inconsciencia. Por supuesto, cuando la empresa verifica su cuenta bancaria, le informan que el cheque de gerencia no fue pagado por el banco emisor. Si se llama a la supuesta empresa cliente, o no existe, o en todo caso, no sabe nada del supuesto pedido.

¿Por qué ocurre esto? En los casos que hemos tenido oportunidad de conocer, porque de por medio existe un cheque de gerencia que sí corresponde a un banco emisor, salvo que según informa ese banco, los talonarios de cheques de gerencia le fueron sustraídos o perdidos. En todos los casos, el hurto o la pérdida consta solamente en una denuncia policial efectuada por el empleado del banco que los trasladaba de una oficina a otra. ¿Y las firmas y sellos de los funcionarios que deben emitir los cheques de gerencia? Son falsificados por los delincuentes con mucha pericia. Así que el banco que recibe el depósito del cheque de gerencia no puede saber que esos cheques han sido sustraídos y no deben circular. El banco emisor, por supuesto, rechazará cualquier solicitud de reparación, aduciendo la denuncia policial y la falta de previsión de la empresa estafada.

Es cierto que en estos casos la empresa estafada no fue del todo diligente, pues siempre es más seguro esperar a que cualquier depósito figure como saldo disponible en su cuenta, pero esa no es la única causa de este problema. El caso es que, normalmente, uno no espera que los cheques de gerencia no tengan respaldo, y por eso mismo constituyen un medio de pago normalmente exigido para transacciones de todo tipo. Si vamos a tratar los cheques de gerencia como cualquier otro cheque, entonces no parece que tengan mayor utilidad para el tráfico mercantil.

¿Por qué no existe la obligación legal del banco emisor, de reportar al sistema financiero la pérdida de sus cheques de gerencia en blanco? Si esto fuera posible, el depósito ni siquiera se llegaría a producir. De otro lado, consideramos que cualquier banco debería tener más cuidado con estos talonarios de cheques de gerencia, y con su personal encargado de su traslado y custodia, pues de nada le sirve a las víctimas una denuncia policial que se queda archivada en una dependencia policial.

Basta con pensar en todas las posibles formas de estafa que se pueden realizar, o se están realizando con estos cheques de gerencia, desde operaciones de compraventa de inmuebles con una posterior transferencia a un “tercer adquirente de buena fe”, hasta operaciones de cambio de moneda extranjera, acopio de productos agrícolas en campo, etc., para señalar que este tema debe ser materia de una regulación más exigente, o de lo contrario la paranoia nos hará dejar de lado los cheques de gerencia como medio de pago seguro. En cualquier caso, hay que estar muy atentos a esta modalidad delictiva para evitarse perjuicios.

(*) Abogado

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