MILK

Por Willy Quevedo
El estreno la pelicula “Milk”, protagonizada por Sean Penn, rinde homenaje a Harvey Milk, un luchador por los derechos civiles de las minorias quien fue elegido alcalde de la ciudad de San Francisco en la decada del setenta.
El largometraje trae a colación la enrevesada relación entre la política y los homosexuales.
Su santidad Benedicto XVI recientemente en África condenó la utilización de condones como prevención de la propagación del sida en abierta alusión a que los preservativos son aliados de la causa homosexual.
Hace unos días, un obispo argentino, miembro del Opus Dei, declaró que los sodomitas y saficas son enfermos que deben ser tratados y curados.
Estos reaccionarios mensajes de autoridades católicas atemorizan a los políticos locales e impide que dirigentes homosexuales salgan del closet. Mientras tanto, son víctimas de extorsión de quienes conocen su doble vida.
Sin embargo, existen algunos avances hacia una vida pública transparente.
El pasado domingo en televisión, la lideresa socialista Susel Paredes sorprendió gratamente como lesbiana, guapa y preparada.
El favoritismo del candidato a la secretaria general del Apra, Carlos Roca Caceres, demuestra que en el partido hayista distinguen entre calificación en asuntos de Estado y opción sexual.
El escenario municipal es el más hipócrita. Es de conocimiento público que más de una decena de alcaldes distritales de los 50 que tenemos en Lima y Callao son maricas. Sin embargo, ninguno de ellos ha realizado algo en favor del respeto a los gays. Al contrario, son campeones acosando y hostilizándolos. El premio al patetismo se lo lleva uno que cada semestre alquila una nueva novia tratando de aparentar que es un super macho. No sólo alcaldes, regidores, presidentes regionales, autoridades rectorales, en fin.
Esperamos que la pelicula “Milk” coadyuve a remover conciencias. Todo homosexual encubierto sufre y acarrea traumas explosivos.
No es un pecado ni enfermedad ser diferente. Liberarse de secretos y chantajes es lo mejor. Mostrarse tal como uno es genera una sensación similar a la felicidad. No hay motivos para vivir avergonzado. Nada es comparable a la paz interior.
El estreno la pelicula “Milk”, protagonizada por Sean Penn, rinde homenaje a Harvey Milk, un luchador por los derechos civiles de las minorias quien fue elegido alcalde de la ciudad de San Francisco en la decada del setenta.
El largometraje trae a colación la enrevesada relación entre la política y los homosexuales.
Su santidad Benedicto XVI recientemente en África condenó la utilización de condones como prevención de la propagación del sida en abierta alusión a que los preservativos son aliados de la causa homosexual.
Hace unos días, un obispo argentino, miembro del Opus Dei, declaró que los sodomitas y saficas son enfermos que deben ser tratados y curados.
Estos reaccionarios mensajes de autoridades católicas atemorizan a los políticos locales e impide que dirigentes homosexuales salgan del closet. Mientras tanto, son víctimas de extorsión de quienes conocen su doble vida.
Sin embargo, existen algunos avances hacia una vida pública transparente.
El pasado domingo en televisión, la lideresa socialista Susel Paredes sorprendió gratamente como lesbiana, guapa y preparada.
El favoritismo del candidato a la secretaria general del Apra, Carlos Roca Caceres, demuestra que en el partido hayista distinguen entre calificación en asuntos de Estado y opción sexual.
El escenario municipal es el más hipócrita. Es de conocimiento público que más de una decena de alcaldes distritales de los 50 que tenemos en Lima y Callao son maricas. Sin embargo, ninguno de ellos ha realizado algo en favor del respeto a los gays. Al contrario, son campeones acosando y hostilizándolos. El premio al patetismo se lo lleva uno que cada semestre alquila una nueva novia tratando de aparentar que es un super macho. No sólo alcaldes, regidores, presidentes regionales, autoridades rectorales, en fin.
Esperamos que la pelicula “Milk” coadyuve a remover conciencias. Todo homosexual encubierto sufre y acarrea traumas explosivos.
No es un pecado ni enfermedad ser diferente. Liberarse de secretos y chantajes es lo mejor. Mostrarse tal como uno es genera una sensación similar a la felicidad. No hay motivos para vivir avergonzado. Nada es comparable a la paz interior.
Comentarios
Buena, Willy, pero cuida la ortografía (se te fueron cuatro tíldes).