LA TECNOLOGIA COMPLICA LOS PROCESOS JUDICIALES


Envío de Manuel A. Ledesma

Por John Schwartz
The New York Times


La semana última, un miembro del jurado de un tribunal que participaba de un gran juicio federal por un caso de fármacos, en Florida, admitió ante el juez que había estado investigando el caso en Internet, violando así directamente las órdenes del juez y siglos de normas legales. Pero cuando el juez preguntó al resto de los miembros del jurado, quedó más impresionado todavía.

Otros ocho miembros del jurado habían estado haciendo lo mismo. El juez federal, William J. Zloch, no tuvo otra opción más que declarar la nulidad del juicio, lo cual significó una pérdida de ocho semanas de trabajo para los fiscales federales y también para los abogados defensores.

"Nos quedamos atónitos", dijo un abogado defensor, Peter Raben, a quien el jurado le había dicho que estaba a punto de ganar el juicio. "Es la primera vez que la tecnología moderna nos golpea de esa manera y nos dio justo en la cabeza."

Se lo podría considerar como un juicio nulo relacionado con Google. El uso de los BlackBerry y de los iPhone por parte de los miembros del jurado, que reúnen y envían información sobre los casos, está causando estragos en los juicios de todo el país, haciendo que se suspendan los debates y enfureciendo a los jueces.

La semana última, una compañía de materiales para la construcción solicitó a un tribunal de Arkansas que dejara sin efecto una sentencia por 12,6 millones de dólares, argumentando que un miembro del tribunal utilizó Twitter para enviar información durante el juicio civil.

Y el lunes, abogados defensores en un juicio federal por corrupción entablado contra un ex senador estatal de Pensilvania, Vincent J. Fumo, exigieron antes del veredicto que el juez declarara la nulidad del juicio debido a que un miembro del tribunal publicó información sobre el caso en Twitter y en Facebook. El miembro del tribunal incluso había contado a sus lectores que el lunes se haría un "gran anuncio". Pero el juez decidió que continuaran las deliberaciones y el jurado declaró culpable a Fumo. Sus abogados planean utilizar Internet como base para realizar apelaciones.

Se supone que los miembros de un jurado en un tribunal no deben buscar información fuera de la corte. Se les solicita que pronuncien un veredicto basándose únicamente en los hechos que el juez ha determinado como admisibles, y también se supone que no deben ver pruebas que hayan sido excluidas por considerarlas perjudiciales. Pero ahora, al usar sus teléfonos celulares, pueden buscar el nombre de un acusado en la Red o examinar una intersección utilizando los mapas de Google, violando así las complejas reglas sobre las pruebas del sistema legal. Asimismo, pueden contar a sus amigos lo que está sucediendo en la sala del tribunal, aunque se supone que deben mantener en secreto sus opiniones y deliberaciones.

Un miembro del jurado de un tribunal puede hallar muchos detalles sobre un caso en la hora del almuerzo o en el baño. Wikipedia puede ayudar a explicar la tecnología que subyace detrás de un reclamo relacionado con patentes o enfermedades, los mapas de Google pueden mostrar cuánto tiempo podría llevar conducir desde el Punto A hasta el Punto B, y los sitios de noticias pueden escribir sobre el acusado, sus abogados o expertos testigos.

Los jueces han modificado su advertencia habitual sobre la búsqueda de información afuera durante los juicios para incluir las búsquedas en la Red. Pero teniendo Internet ahora tan al alcance de la mano, el riesgo ha pasado a ser más inmediato e instintivo. Los abogados han comenzado a revisar los blogs y los sitios web de posibles miembros del jurado de un tribunal.

Aparentemente, no existe una estadística oficial de casos que han sido interrumpidos debido a las búsquedas en Internet, pero con la creciente adopción de la tecnología en la Red en los teléfonos celulares, seguramente las cifras aumentarán. Algunos tribunales están comenzando a restringir el uso de los teléfonos celulares por parte de los miembros del jurado dentro del tribunal, e incluso los están confiscando durante el día, aunque la mayoría no lo hace, dijo Keene. Y, por supuesto, el uso de la computadora en el hogar no está prohibido a menos que un miembro del jurado se encuentre aislado.

En el caso de Florida, donde el juicio fue anulado, Raben pasó alrededor de ocho semanas luchando contra acusaciones que pesaban sobre su cliente; se lo acusaba de haber vendido ilegalmente fármacos a través de farmacias en Internet. Estos argumentos se completaron y el jurado se encontraba deliberando cuando un miembro de dicho jurado le comunicó al juez que otro de los miembros había admitido haber investigado sobre el caso en Internet.

En el caso de Arkansas, Stoam Holdings, la compañía que trataba de que quedara sin efecto la sentencia por 12,6 millones de dólares, dijo que un miembro del jurado, Johnathan Powell, había enviado mensajes a través de Twitter durante el juicio. Los mensajes de Powell incluían: "¡Uy! Nadie compra Stoam. ¡Un amuleto y probablemente dejarán de existir! ¡Ahora que tienen sus billeteras con 12 millones menos!" y "Así que, Johnathan, ¿qué hiciste hoy? Nada, en verdad, solamente regalé DOCE MILLONES DE DÓLARES que no eran míos".

Powell, de 29 años, quien es encargado de una cabina donde se pueden obtener fotografías en una hora, en un Wal-Mart de Fayetteville, Arkansas, insistió en una entrevista en que él no había enviado ningún mensaje sustancial sobre el caso hasta que el veredicto fue dado a conocer y fue liberado de su obligación de no comentar sobre el caso. "Cuando mencioné el juicio, estaba acabado", dijo. "Los invito a revisar mis registros telefónicos."

El paisaje tecnológico ha cambiado tanto que los jueces de la actualidad, señaló Keene, "tienen que explicar por qué esto es crucial en vez de simplemente repasar instrucciones estándar". Y, agregó, la obligatoriedad va más allá de lo que un juez puede hacer; también destacó que "depende del Miembro 11 asegurarse de que el Miembro 12 ?se mantenga en la fila?".

No siempre funciona de esa manera. Seth A. McDowell, un especialista en soporte de datos que vive en Albuquerque y trabaja en una consultora financiera, dijo que él estaba participando de un jurado el año último cuando otra miembro del jurado admitió haber realizado búsquedas en Google sobre el acusado, aun cuando ella reconoció que se suponía que no debía hacerlo. La mujer afirmó que no encontró nada, dijo McDowell.

McDowell, de 35 años, señaló que pensó en decirle al juez pero que luego se arrepintió. Ninguno de los demás miembros del jurado lo hizo tampoco. Ahora, relató, después de indagar en su conciencia, siente que puede haber elegido la opción equivocada. Y continúa algo perturbado por eso.

"No sé", dijo. "Si todos hicieran lo correcto, el juicio, que duró dos días, se hubiera extendido por un millón de años."

McDowell afirmó que planeaba asistir a la facultad de derecho durante el otoño boreal. © NYT Traducción de Ángela Borghetti

FOTO: Miembros de un jurado discuten en una de las salas de un juzgado en Estados Unidos. Gentileza maveric2003 / Flickr

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