SOY DE DERECHAS

Por Willy Quevedo
La regla de oro en política es conservar la identidad en el tiempo. Los oportunistas solo ganan algunas batallas. En cambio, los principistas vencen en la historia.
Lo que está sucediendo en Chile es un anticipo de lo que pasará en el Perú. La nación sureña esta polarizada. La derecha pinochetista está a un paso de retornar al poder. Los democratacristianos están licuándose aceleradamente por cándidos. A quién se le pudo ocurrir confiar en los comunistas y socialistas durante tantos años.
Luis Miguel Sánchez Cerro es el primer líder moderno de la derecha peruana. Fundó la fuerza que se opone a las izquierdas y al partido aprista. Obtuvo el 51 % de los votos en las elecciones generales de 1931. Fue un presidente constitucional eficaz, honrado y amado por la gran mayoría de sus compatriotas. El envidioso de Victor Raul Haya de la Torre ordenó asesinarlo en abril de 1933. Dejó tan grandioso legado el estadista piurano que sus sucesores Oscar Benavides Larrea y Manuel Prado Ugarteche no tuvieron problemas en conservar el espacio derechista hasta 1945, año en que José Luis Bustamante Rivero, ministro sanchezcerrista en 1930, se negó a ser el candidato oficialista y prefirió tomar una decision contranatura: encabezó la fórmula aprista y sucedió lo previsible: su gobierno fue un desastre.
Afortunadamente Manuel Odria Amoretti volvió a recuperar el bolson electoral derechista en 1950. Seis años después, Manuel Prado ganó subordinando al aprismo. En 1962 y 1963, Odria volvió a representar a la derecha y obtuvo el 32 % de la votación.
En 1978, Luis Bedoya Reyes y el Partido Popular Cristiano postularon por el antisocialismo y lograron el 25% de sufragios en las elecciones a la asamblea constituyente.
En 1980 y 1985, Bedoya sólo alcanzó el 11 % en las elecciones generales. En 1995, Alberto Fujimori lideró a la diestra y logró el 64 % de la votación contra el candidato de las izquierdas Javier Pérez de Cuellar. En el 2001, la pepecista Lourdes Flores obtuvo 24 % en las elecciones generales. En la votación de abril del 2006, la suma de la votación de Flores y el postfujimorismo llegó a 31 %.
Actualmente, la mayoría de los responsables del latrocinio en el fujimorato están presos. Han transcurrido 8 años desde la vergonzosa renuncia del japonés. 8 años de persecucion y satanizacion son más que suficientes. No obstante, los seguidores del fujimorismo siguen activos. Los actuales dirigentes del postfujimorismo son honorables. Keiko, Santiago Fujimori, Renzo Reggiardo, Martha Moyano, Luisa Cuculiza, Alejandro Aguinaga, Jorge Trelles, German Kruger, Luis Delgado, Julio Gago, Rolando Sousa, Jorge Morelli, Carlos Raffo, Carlos Orellana entre otros, integran un comando que por su peso especifico propio es más serio que la patota de amigos que rodean al alcalde Castañeda.
Lo natural deberia ser que el Partido Popular Cristiano y el postfujimorismo se unan para participar en los proximos comicios municipales del 2010 y generales del 2011.
Esta alianza tiene grandes posibilidades de derrotar a los izquierdistas Ollanta Humala, Alejandro Toledo y al aprismo.
Si en la conferencia de prensa que se anuncie la alianza PPC- postfujimorismo, se presentan en una mesa Luis Bedoya Reyes y Keiko, será obvio para la ciudadania quien es el que manda en ese frente electoral. El socialcristianismo se beneficiará y crecerá exponencialmente. La necesaria unidad de la derecha peruana será el mejor homenaje al héroe Luis Miguel Sánchez Cerro.
La regla de oro en política es conservar la identidad en el tiempo. Los oportunistas solo ganan algunas batallas. En cambio, los principistas vencen en la historia.
Lo que está sucediendo en Chile es un anticipo de lo que pasará en el Perú. La nación sureña esta polarizada. La derecha pinochetista está a un paso de retornar al poder. Los democratacristianos están licuándose aceleradamente por cándidos. A quién se le pudo ocurrir confiar en los comunistas y socialistas durante tantos años.
Luis Miguel Sánchez Cerro es el primer líder moderno de la derecha peruana. Fundó la fuerza que se opone a las izquierdas y al partido aprista. Obtuvo el 51 % de los votos en las elecciones generales de 1931. Fue un presidente constitucional eficaz, honrado y amado por la gran mayoría de sus compatriotas. El envidioso de Victor Raul Haya de la Torre ordenó asesinarlo en abril de 1933. Dejó tan grandioso legado el estadista piurano que sus sucesores Oscar Benavides Larrea y Manuel Prado Ugarteche no tuvieron problemas en conservar el espacio derechista hasta 1945, año en que José Luis Bustamante Rivero, ministro sanchezcerrista en 1930, se negó a ser el candidato oficialista y prefirió tomar una decision contranatura: encabezó la fórmula aprista y sucedió lo previsible: su gobierno fue un desastre.
Afortunadamente Manuel Odria Amoretti volvió a recuperar el bolson electoral derechista en 1950. Seis años después, Manuel Prado ganó subordinando al aprismo. En 1962 y 1963, Odria volvió a representar a la derecha y obtuvo el 32 % de la votación.
En 1978, Luis Bedoya Reyes y el Partido Popular Cristiano postularon por el antisocialismo y lograron el 25% de sufragios en las elecciones a la asamblea constituyente.
En 1980 y 1985, Bedoya sólo alcanzó el 11 % en las elecciones generales. En 1995, Alberto Fujimori lideró a la diestra y logró el 64 % de la votación contra el candidato de las izquierdas Javier Pérez de Cuellar. En el 2001, la pepecista Lourdes Flores obtuvo 24 % en las elecciones generales. En la votación de abril del 2006, la suma de la votación de Flores y el postfujimorismo llegó a 31 %.
Actualmente, la mayoría de los responsables del latrocinio en el fujimorato están presos. Han transcurrido 8 años desde la vergonzosa renuncia del japonés. 8 años de persecucion y satanizacion son más que suficientes. No obstante, los seguidores del fujimorismo siguen activos. Los actuales dirigentes del postfujimorismo son honorables. Keiko, Santiago Fujimori, Renzo Reggiardo, Martha Moyano, Luisa Cuculiza, Alejandro Aguinaga, Jorge Trelles, German Kruger, Luis Delgado, Julio Gago, Rolando Sousa, Jorge Morelli, Carlos Raffo, Carlos Orellana entre otros, integran un comando que por su peso especifico propio es más serio que la patota de amigos que rodean al alcalde Castañeda.
Lo natural deberia ser que el Partido Popular Cristiano y el postfujimorismo se unan para participar en los proximos comicios municipales del 2010 y generales del 2011.
Esta alianza tiene grandes posibilidades de derrotar a los izquierdistas Ollanta Humala, Alejandro Toledo y al aprismo.
Si en la conferencia de prensa que se anuncie la alianza PPC- postfujimorismo, se presentan en una mesa Luis Bedoya Reyes y Keiko, será obvio para la ciudadania quien es el que manda en ese frente electoral. El socialcristianismo se beneficiará y crecerá exponencialmente. La necesaria unidad de la derecha peruana será el mejor homenaje al héroe Luis Miguel Sánchez Cerro.

Comentarios
Leoncio Ro.
Bien Ortiz- Alarcón, un abrazo queridos amigos.
jc