NAVIDAD…LA QUE CELEBRAMOS Y LA QUE DEBERÍAMOS CELEBRAR
Por Manuel Antonio Ledesma Jacinto
Siempre me he preguntado, porqué hemos perdido el sentido o mejor dicho el motivo de una celebración que todos pretender no olvidar. Se supone que conmemoramos el nacimiento del Dios hecho hombre, por amor al hombre; que viene a redimirnos, tal como profesa la fe de los cristianos.

Siempre me he preguntado, porqué hemos perdido el sentido o mejor dicho el motivo de una celebración que todos pretender no olvidar. Se supone que conmemoramos el nacimiento del Dios hecho hombre, por amor al hombre; que viene a redimirnos, tal como profesa la fe de los cristianos.

Cada año que pasa, me atormenta la compulsividad consumista de la gran mayoría de las personas, de todos los estratos económicos; el figuretismo de autoridades, personas públicas e inclusive religiosas; en la circunstancia de repartir regalos, chocolatadas, etc., etc.; los que se niegan a recordar la frase que “la mano derecha no debe enterarse de lo que hace la izquierda”, y en ese sentido la Biblia también señala que la persona que desea o hace un bien no debe anunciarlo para presumir por ello.
Si Navidad es renacer, a partir de conmemorar el nacimiento del Redentor, porque tenemos que perseverar en desnaturalizar, o lo que es peor dejar de lado el Centro de la celebración. Entonces ¿Cómo se viene celebrando la Navidad? Simplemente atrapados en la sociedad de consumo, mezclando costumbres de realidades en latitudes que nada tienen ver con la nuestra; por ejemplo: la ingesta de pavos (costumbre norteamericana en Día de Acción de Gracias) a medianoche, papás noeles, trineos, árboles con nieve; abundantes panetones (acabo de escuchar por la radio que este año se consumirán veinte millones de éstos), chocolates calientes, cuando ya llevamos cuatro días de la estación de verano y tantas otras.
Cantidades de frases hechas, pero sin ningún sustento real: “La Navidad es de los niños”….solo para justificar la compra de juguetes, para aportar a la sociedad de consumo. La Navidad es de Jesús y de todos como oportunidad para evaluarse y renacer al cambio necesario, derecho-deber de toda persona que quiere cultivarse y mejorar cada día. “La Navidad es una fiesta para pasarla en familia”…inexacto, pues de lo que ahora es la familia, es muy poco; esto que puede parecer muy atrevido; sin embargo, puede verse que por motivos varios abundan los hogares unifamiliares (un solo padre), madres abandonadas, hijos desamparados; padres que por motivos económicos solo llegan para estas fechas, pues trabajan en el exterior y solo son proveedores de sus hijos. Cero de formación en valores, abrazos de circunstancia; y después todo sigue igual o peor.
Solo me resta decir, que la verdadera NAVIDAD que deberíamos celebrar está muy lejos… hasta que reflexionemos en el génesis de ésta. Y nuestro primer pensamiento y acto debería ser para quien vino a enseñarnos que él es el camino, la verdad y la vida.

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