CANDILEJAS

"Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas", decía Anatole France. Bacán la frase. Como pocos, Charles Chaplin supo expresar (Limelight / Candilejas) el amor desgarrado de un hombre mayor y una mujer joven (aunque no siempre es 'desgarrado' por el amor en estado puro, la arrechura juega también su partido para los desgarramientos más feroces).
Stanley Kubrick lo logra en su soberbia Lolita, realmente para llorar. La otra versión que conozco (de Lolita) es la de Adrian Lyne, donde lo único rescatable es la actuación de Jeremy Irons (lo siento, mi versión personal no pienso enviarla al cine, solo la sufro en mis premeditados insomnios, pensando en algùn atardecer junto a mi Lolita chola.. que por ahì debe de andar, mi princesa bailarina).
Stanley Kubrick lo logra en su soberbia Lolita, realmente para llorar. La otra versión que conozco (de Lolita) es la de Adrian Lyne, donde lo único rescatable es la actuación de Jeremy Irons (lo siento, mi versión personal no pienso enviarla al cine, solo la sufro en mis premeditados insomnios, pensando en algùn atardecer junto a mi Lolita chola.. que por ahì debe de andar, mi princesa bailarina).
La tragicomedia perfecta -acaso el género más difícil después del humor- está en Limelight. Acabo de verla gracias a Polvos Azules delivery.. y ojo, la música, además de la dirección del film es, como saben, del propio Chaplin.
Pasen un buen rato con estos dos links. el primero es un mate de risa y el otro la maravillosa composición de 'Carlitos' Chaplin, ideal para caer en la tentación de amar sin tiempo, sin memoria y sin esperar nada, solo amar (líbrame, señor, de ese mal).
Hasta otra,
Guillermo Rebaza

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