Hola a todos,

JUEGOS CHINOS. Revisando información que regularmente bajo para los comentarios de la semana, salpican en la pantalla los detalles más reveladores de la ceremonia de apertura de los primeros Juegos Olímpicos del nuevo siglo, los más caros de la historia (43 mil millones de dólares), llenos de luces y fastuosidades propias de una superpotencia. Si el espectáculo en los portales de internet fue de una belleza extraordinaria, haber estado allí (en el ‘Nido de pájaro’, que por algo debe llamarse así) debe ser lo más cercano a un multi orgasmo con jovencitas asiáticas (el biotipo de estas chicas despiertan pasiones lúbricas –me atrevo a decir, sin excepción- en todo el mundo: Sus gemidos, sus tamaños, sus no sé qué, son de un exotismo enigmático, de ahí que la industria del porno las tenga entre sus preferidas, especialmente en sus ‘trajes de marinerito’; además del manga xxx, el anime ídem, etc, etc. Pekín hace rato que es sinónimo de poderío económico, modernidad tecnológica y puterío). El hecho de que la ceremonia se haya transmitido con 12 segundos de retraso a sus millones de habitantes (la idea era censurar cualquier imprevisto que no deba ser visto por los chinos (ya sabemos que son un culo!), una vieja práctica de las dictaduras, demostrada hace muy poco con las censuras al Google) dice mucho del complejo régimen comunista que muchos enanos se niegan a admitir. Por eso no me sorprende que el Chato Hildebrant haya preferido quejarse en su columna de la doble moral del entrenamiento del cuerpo (mi amigo Fernando Vega sostiene que ha comprobado que todos los hombres que van a los gimnasios son cabros, que es como decir que todos los socios del Club Central son cornudos, en fin), y mirar en lontananza el régimen chino (“a mí el Central Imperio que inventó el papel siempre me ha merecido mucho respeto”, ha dicho en ¡Abajo las Olimpiadas!). Este es el razonamiento que siguen jurásico como Lévano, MJO, A. Alarcón, Teodoro Rivero, R. Alvarado, R. Pastor, etc. Y es que desde la batalla de Maratón, los juegos han estado signados por toda laya de debilidades humanas, y no pocas veces atravesadas por regímenes oscuros. Hitler fue una mierda en los Juegos de Berlín 1936 al pretender la superioridad de los nazis en el deporte; y en las de Moscú 1980, los gringos boicotearon los juegos. Unos años antes, en el 78, la dictadura militar argentina utilizó el Mundial de Fútbol para maquillar su represión política ante la comunidad internacional. And so. Pero esta vez, la razón de que un régimen como el Chino se haga con la organización de las Olimpiadas tiene que ver con la economía, por eso Caballo Loco le tiene tanta devoción, a pesar de conocer in situ su magnífica locomotora de crecimiento (claro, al actual presidente sólo le dejaron ver lo que los Chinos quieren que vea, y ojo que ya lleva dos viajes a la China). Hay que ser bien idiota. Tanto peso tiene su economía que es la estrella del APEC, y es el gigante que puede meterle un golpe a los huevos de la hegemonía americana, Obama incluido. Efectivamente, George W. Bush estuvo en la foto, aunque con tímidas declaraciones previas sobre los Derechos Humanos, no se vayan a molestar. Tambien Sarkozy, el presidente francés, fue llevado del cuello (es una metáfora, okis, no me vayan a censurar el blog. Alerta: Estos días los robots de Google están clausurando temporalmente las bitácoras. Te cierran, las revisan varios días, y luego deciden si puedes seguir posteando. Socorro, Asimov! Ya hicieron lo propio con la Cuna de Judaz, y los chicos de la Vagoneta. Putalacagada): Pekín prometió “repercusiones graves” si el simpático Sarkosy no asistía a la ceremonia de apertura y recibía al Dalai Lama en las mismas fechas. “París y Pekín firmaron en noviembre pasado contratos comerciales por un montante superior a los 20.000 millones de euros. China se comprometió entonces a comprar a Francia aviones, reactores nucleares, centrales de telecomunicaciones. Grandes empresas francesas en terrenos estratégicos (química, tratamiento de aguas, aeronáutica, producción de electricidad) han comenzado a implantarse en China”. Sarkozy en todo momento exhibió su sonrisa Kolynos, y hasta se gastó unas palabras en mandarín. Las fotos que circulan en la red, de una campaña de Amnistía Internacional, nos dejan ver algunas realidades del sistema chino, que no pueden ocultarse, a pesar del espectáculo de bienvenida. Aquí unos botones de muestra. “Las autoridades chinas continúan recurriendo a sistemas abusivos de detención administrativa punitiva contra diversos “delincuentes”, incluidos, en muchos casos, personas que organizan y firman peticiones pacíficamente y activistas de los derechos humanos. La policía goza de plena autoridad para imponer tales castigos sin cargos, juicio ni revisión judicial”. “Los periodistas chinos siguen trabajando en un clima de censura y control oficiales, y muchos continúan languideciendo en la cárcel por informar sobre cuestiones consideradas políticamente delicadas. Los controles sobre Internet se han vuelto más estrictos a medida que se acercan los Juegos Olímpicos, y el control, la regulación y la censura se han extendido a diversas categorías de usuarios de Internet, como proveedores de servicios de Internet (ISP), autores de blogs y propietarios de sitios web”. “Las estadísticas nacionales completas sobre la aplicación de la pena de muerte siguen estando rodeadas de secreto, lo que hace imposible evaluar de forma objetiva el impacto de la reforma con el Tribunal Supremo Popular”. Sobre la tierra de Mao, el viejo MJO escribió “Reportaje a China” (Editora Chimú, Lima- 1972): “Pekín no tiene calles como Nueva York, por ejemplo, ni pensarlo. No hay Wall Streets ni “Mercados de la pulga”. No hay juegos emporios comerciales ni juegos de bolsa. Hay edificaciones monumentales, pero son los de los servicios públicos, el Palacio del Pueblo, Radio Pekín, los Museos Históricos, el Palacio de los niños, los estadios. La Plaza Tien An-men no tiene palomas, pero hay paz” (pag. 24). Hoy tienen sus Juegos Olímpicos.

ENSOÑACIÓN OLÍMPICA. “Las comparaciones, como bien enseña la sabiduría popular, son odiosas; pero resultan periodísticas y sirven para ayudarnos a entender y valorar lo que nos pasa. Ayer, mientras la televisión nos atiborraba con las imágenes emperejiladas de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Pekín, me dio por imaginar que los Juegos de 1972, la vigésima edición de los de la nueva era, se celebraron en Madrid y no en Múnich. Que fue en la capital de España, y no en la ciudad bávara, donde Mark Spitz obtuvo siete medallas de oro en distintas especialidades de natación. La inauguración de los Juegos en Madrid la presidía, naturalmente, Francisco Franco, que vestía traje civil de color oscuro. Le acompañaban en el palco presidencial del Estadio Olímpico, a su derecha, el presidente de los EE.UU., Richard Nixon, y el de la República Francesa, Georges Pompidou. El primero ya estaba tocado por el escándalo del espionaje en el hotel Watergate y el segundo, por la enfermedad que terminaría por acortar su mandato; pero ambos, atentos y solemnes, no evidenciaban flojera alguna. A la izquierda del jefe del Estado español, el canciller alemán Willy Brand, de quien se rumoreaba que en la noche anterior había tenido un discreto encuentro con «Isidoro», el desconocido líder del ilegal partido socialista. A su lado, el primer ministro británico, Edward Hest. Junto a ellos, marcando distancia, Avery Brundage, presidente del COI, y en el fondo del palco, difuminadas, se vislumbraban otras figuras de la época. Entre ellas, el cardenal Vicente Enrique y Tarancón. ¿Qué hubiera pasado si lo imaginado más arriba hubiera sido un hecho real? Por más vueltas que le doy, y en el mejor de los casos, el mundo se hubiera ahorrado las once vidas del equipo representante de Israel que se llevó por delante el grupo terrorista Septiembre Negro. Nada más. Franco hubiera muerto en la cama tres años después y el proceso evolutivo que conocemos como Transición no hubiera cambiado en mucho. La fuerza de la Historia es endógena y son pocos, y nimios en sus efectos, los elementos externos que inciden en ella. Por otra parte, la ensoñación que me provocaban las imágenes de Pekín entra en el capítulo de los imposibles. España era un mercado de treinta y pocos millones de consumidores y en China son muchos más de mil. El olimpismo, que suele presentarse en su supuesta grandeza, marca el mismo paso que el resto de las relaciones internacionales. El del interés. Las razones éticas que, en otro tiempo, marcaban sus rumbos están tan caducadas como el amateurismo. Lo que ayer aconteció en Pekín es un refuerzo internacional al engendro político chino, que ha creado un monstruo, imprevisible en sus efectos, con cuerpo de economía de mercado y alma de férrea dictadura comunista. La única verdad de todo ello reside en el esfuerzo de miles de deportistas que mantienen vivo lo de altius, citius, fortius” (M. Martín Ferrand, tomado del abc.es).



Hasta el próximo domingo,


Johnson Centeno



BONUS TRACK:


VIDEO. FERNANDO ARMAS ES EL TÍPICO CASO DEL PROVINCIANO AGUILEÑO QUE LLEGA A LIMONTA SIN UN SOL EN EL BOLSILLO Y QUE, A FUERZA DE CHAMBA E INGENIO, SE ABRE PASO EN LA MOVIDA LIMEÑA. ESTA SEMANA SE CONOCIÓ SU SALIDA DEL FAMOSO PROGRAMA “LOS CHISTOSOS” DE RPP, PARA ENSAYAR NUEVOS VIENTOS EN CPN. EN SU LUGAR HAN PUESTO AL CHANCHO DE MANOLO ROJAS, DUEÑO DE UN HUMOR BORRACHÍN, ORDINARIO Y DE CALLEJÓN. LOS CHISTOSOS NAUFRAGAN. FERNANDO ERA LA COLUMNA VERTEBRAL DE ESE PROGRAMA. AQUÍ UNA DE SUS PRESENTACIONES EN CIUDAD TRAVESTI.


— NO ES UNA SUPER ESTRELLA NI VA A LAS DISCOS SIN CALZÓN (DEBERÍA, EJEM), POR ESO NO PINTA MUCHO EN LA FARÁNDULA GRINGA. SE LLAMA RACHAEL YAMAGATA Y ES MI DESCUBRIMIENTO EN EL ‘TUBO’ TRAS HORAS DE HIPER ABURRIMIENTO. AQUÍ UNA VERSIÓN AL PIANO DE SU TEMA ‘REASON WHY’.


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Comentarios

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