EL PROBLEMA DE LA INVESTIGACION EN LAS UNIVERSIDADES

Por Víctor Hugo Chanduví
La universidad peruana tiene múltiples y urgentes acciones por llevar adelante para responder a las necesidades de la sociedad en la que desarrolla su tarea académica, además de justificar su existencia y razón de ser.
Los importantes roles que la universidad ha cumplido en el pasado han sido abandonados o dejados de lado para abocarse casi exclusivamente a su tarea de formación profesional o a satisfacer las exigencias inmediatas del mercado, con todo lo que ello implica para los educandos y la misma sociedad.
Es urgente que la universidad recupere su alta misión humanística y priorice la investigación.Efectivamente, la investigación, la transmisión de conocimientos y la formación profesional, como objetivos ecuménicos de la universidad, reciben prioridades desiguales en nuestros centros de estudio.
Se constata que la universidad peruana ha dedicado sus esfuerzos a la formación profesional y ha descuidado su labor de investigación, que constituye su misión principal.
Autoridades y profesores universitarios convienen en reconocer la importancia plena de la investigación; sin embargo, en la distribución de la carga académica, prima la tendencia de dedicar al profesor más tiempo a la enseñanza que a la investigación.
Si bien no todos los docentes cuentan con la capacidad o vocación para la conducción de la enseñanza, no hay que escatimar esfuerzos en apoyar a quienes sí tienen la intención de desarrollarse en esta noble misión.La universidad peruana no se comporta como centro generador de nuevos conocimientos, pues la investigación no se ha institucionalizado como quehacer permanente, a pesar de ser un discurso recurrente en las autoridades académicas.
Todavía no se le reconoce como valor cultural, ni se le da la importancia que tiene en los tiempos modernos.Por tal motivo, es urgente replantear esta situación asignando los recursos necesarios para privilegiar la investigación y darle todas las facilidades a los profesores que quieran dedicarse a la tarea de producción de conocimientos.
En relación a las Escuelas de Postgrado, efectivamente, se trata del nivel educativo más nuevo y elevado del sistema, pero es, también, el que va adquiriendo cada vez mayor importancia por sus vínculos con la creación intelectual (científica, técnica y humanística), hecho que la convierte en un instrumento estratégico para el desarrollo social y humano. Esto explica el interés creciente por su estudio y por encontrar las mejores vías para su utilización y desarrollo.
Sucede, a veces, que un pregunta es más pertinente que cualquier respuesta o cualquier explicación. Por eso quiero compartirles mi inquietud de si realmente estamos investigando en nuestras universidades y unidades de postgrado. Considero que en –salvo honrosas excepciones- hay poca conciencia de fomentar la investigación entre los profesores y darles las facilidades que el caso requiere.
Hay que tener en cuenta que sin investigación y sin educación de postgrado no es posible resolver problemas relevantes concretos como: la competitividad industrial, el desarrollo científico- tecnológico, la cobertura y calidad de la educación o la reforma de le educación superior.
Sin educación de postgrado no es posible una vida digna en un mundo cada vez más pequeño y globalizado.

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