HUACHANA GIRL
En el lindo Trujillo, donde medio mundo trampea, se devela el gran secreto: que el jugador de fútbol Tenchi Ugaz se acuesta con la gata loca de camas calentonas Lenith Menéndez. Las cámaras de Magali Tv los filman saliendo de un rico telo. Que bacán que el marketing sea tan barato para este telo. Ahora todo el mundo querrá encamarse por la monería allí . Ayayay!
Semanas más tarde se revela que Magali sembró a la gata loca en manos del tal Tenchi sin importarle que Sara Manrique era madre de un recién nacido. En la columna de espectáculos del diario “La República” dice Maritza Espinoza: “que los métodos de Magaly son nocivos, que por qué hizo algo que no es de interés nacional, etc”. Idioteces realmente, ¿pero cómo me puedo escandalizar? Acaso “La República” es un diario de proclamas liberales o mínimamente humanas?
Es un diario socialdemócrata y todo lo ve desde la óptica del bienestar común. Para no ser cargadamente ideológico: En la vida este diario y esa columnista se van a imaginar defendiendo el interés individual que tiene Sara Manrique para saber de qué pies cojea su maridito. Cuando fui al programa de TV de Gisela Valcárcel, en el que estuve viviendo con varias hembras bien locas, conversé antes con la que fuera mi mujer de cualquier tipo de treta que me pudieran lanzar los productores del canal. O bien me emboscaban dentro del canal –ganas no me faltaban, “ni que fueras cojo o manco”, decía Miriam Wiener que estuvo también “internada” en Canal 2- o bien me mostraban luego un video con la imagen de mi mujer trampeando en un telo de Chiclayo. O quizá algo más grave: un tipo entrando y saliendo de mi casa.
De todo esto conversamos en previo con mi mujer. Y esas son las cosas que todo matrimonio y que todo aspirante a político debe saber conversar antes de cualquier incursión en la esfera de lo no individual. En mi caso, la repuesta –y la de ella- eran coincidentes: pasare lo que pasare sobreviviríamos. Todo sea por obtener el premio. Cuál fue nuestra causa moral? Conversar in extenso del tema y prepararnos mentalmente para cualquier tipo de intrusión más allá de nuestras duchas o del gel que ella usaba para deslizar sus piernas o vellosidades.
Hablo crudo porque hablo claro y en altavoz. Aquí quien es hipocritón pierde, ¿ok?. Es más, mentalmente me alisté para cualquier tipo de camarita filmándome con alguna loquita dentro del programa. Si salía sexo al público habían dos temas: explicar lo que pasó y tragarme el sapo ante mi mujer y mi pequeña Katy. Eventualmente me podían sacar del aire o me regresaba de perdedor. Pero tenía una meta muy clara: Atravesar el desierto y conseguir el premio. Era un objetivo político. No sé que reclama la Espinoza. Acaso no sabe que todo lo que se ve en televisión es montado al 95%? Cuando De Soto lo mando a la mierda a Vargas Llosa como un “hijo de puta”, Denis Vargas Marín, que conducía “Panorama”, lo ensayó 8 veces. No sean pues tan jódidamente hipócritas los de “La República”.
Alguien dice que Magali es una infidente porque echó a sus fuentes. En este caso la gata loca de Lenith. Estas mismas gentes no dijeron nada cuando en su momento ese hombrecito del Opus Dei, ex funcionario velasquista del Ministerio de Educación, ex editor del diario “La Prensa” Federico Prieto Celli, echó a uno de sus redactores por el caso La Cantuta siendo director de la revista “Semana”, financiada por Jaime Yoshiyama Tanaka. Con un rubor ausente y una impudicia asquerosa, este hombre, al que uno ve y confunde como monaguillo de cuarta, dijo: “el único responsable de la nota de prensa publicada es quien la firma y no el director”. O sea que este señor tenía el cargo como pintura al óleo colgada de su sala. Con un director que no me respalda para nada solo me queda un camino y lo digo directamente: el suicidio real. Eso de renunciar y llorar en tu baño son mariconadas. El suicidio es lo más digno. Al menos ante tamaña investigación hecha por un caso tan grave como La Cantuta uno no sabe ni que pensar.
Por si acaso conservo ese ejemplar de antología. Las declaraciones de Prieto Celli las virtió en el programa de Alfredo Barnechea en ATV de 1994. Magali la chica huachana más brava que se conoce ha hecho su trabajo. No importa el método. Aquí hay que ser maquiavelista. Directo. ¿La televisión es una capilla, un convento o qué? Enrostrar sin hipocresías que el señorito Tenchi es uno más del montón, que no se merece a Sarita Manrique – una vez la ví en “Baño de Mujeres”, en el Municipal de Trujillo y me enamore de sus piernas largas y de sus ojitos caídos - que es una chica linda y tierna. Hoy Sarita lo perdona o pasa piola pero ese tipo la hará cachudaza antes que acabe el año. A Magali habría que decirle que la próxima su urraco no viaje en el mismo ómnibus con la gata loca. Debieron haber viajado en buses distintos. Magali debe jalarles las orejas a su productor y al Jefe de Logística por estúpidos. Aunque podría ser que ambos hayan sido comprados por la competencia de Canal 5, que con este caso ya levantó moral y rating, vía la pomalqueña de Mónica Cabrejos, cercana pariente del alocado festivalero Paco Cabrejos, gran amante de pieles negras.
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