Hola a todos,

He tirado a la mierda (bueno… a la papelera de reciclaje) lo que venía escribiendo para esta semana, pues el artículo que acabo de recibir, Montana, considero, es más importante que cualquier cumbre distante, hipocritona y meramente declarativa. Su autor: nuestro celebrado columnista liberal, exento de reparos a la hora de la hora, y alerta a cualquier consecuencia: Dante Ramos de Rosas. Sí, el que provoca risitas cuando escribe, ustedes saben. Ay, Dante, amigo mío…

Pero Dante es más serio en sus cosas de lo que aparenta. Por eso supe que no bromeaba cuando se decidió por el secuestro de su propio hijo, Cristian, y viajó de Chiclayo a Lima con ese objetivo. “Haré una escala en Trujillo al regreso, así que prepara donde quedarnos”, me dijo al celu. “El niño es un poco difícil de dormir”. Se fue con lo que tenía encima para encontrarse cara a cara con un caso que sacudiría a cualquier mortal del tercer planeta: el abuso de su niño Cristian, de parte de un insano “de apellido inglés”.

Sus planes cambiaron un poco espoleados por la cordura, me dejó entrever. Esa cordura que te azota cuando el mundo se te derrumba, y te saca a flote porque hay otros que todavía dependen de tí, y porque tu apellido –así te lo has propuesto- no rodará “por ningún Bin Laden o torre gemela que se desmaye a tus pies”. Aunque mueras de ganas por ser el Sweeney Todd, de la peli de Burton.

Así es como Dante libra una nueva batalla desde entonces. Con esa coraza que la ha puesto la vida al tener un hijo autista, y convivir con sus riesgos desde que se escriben los días.

Dicen que son en los peores momentos cuando aparecen los verdaderos amigos –yo también lo creo- y sé que él tiene muchos aquí en la red, por eso lo envidio, entre otras cosas. Pueden comentar su artículo en el blog, o darle ánimo a su mail: dramosderosas6@yahoo.esSu celular es 074 979303692. Gracias.

Estamos contigo, Dante, y con Cris.

Mi abrazo de siempre,

jc

MONTANA

Por Dante Ramos de Rosas

A Katy, mi hija, le gusta esa serie llamada “Hannah Montana”. A mí no me gusta su protagonista porque es muy ñatita y dientudita, pero ella la defiende. Vamos a ver si leyendo esta nota seguirá defendiendo ese apellido.

Tuve a Cristian -su hermano- asistiendo al Centro “Ann Sullivan” dedicado a la educación de niños especiales. Cristian es autista. Tuvo algunos avances, no puedo negarlo: Comer solo, cambiarse de ropa por el torso, acceder a lavarse las manos y cara, entre otros.

Años antes, en el 2003, cuando descubrimos “Ann Sullivan” con mi esposa, escribí a favor del Centro. Cómo decir que no, pero estos días descubrí que era una gran coladera.

Con nulos exámenes a los vigilantes que reclutan, sin ningún tipo de elaboración de perfiles sicológicos, uno de los vigilantes dejó pasar al chofer que hacía la movilidad a mi hijo y, so pretexto de que se había orinado o pichado en su combi, logra pasar de la calle al interior de los baños y sucedió lo que ya todos imaginamos.

Pasan los días y el Centro ordena una investigación de juez y parte. Hablo con la directora, la Dra. Liliana Mayo, sobre cómo sucedieron los hechos, y ella que no estaba en Lima sino en la Universidad de Kansas, que es la universidad mentora del “Ann Sullivan” en el Perú. Sorprendida, enmudecida por lo que ha sucedido, casi balbucea cuando le hago preguntas de reconstrucción de los hechos cuadro por cuadro. Y en el colmo de los colmos, en plena grave conversación o debate, un elemento entra a la salita donde estábamos. Se trata de un elemento que es usado por los terapistas para lograr el contacto con los niños y el despertar comunicacional. Sólo que en este caso de tensión a mí me pareció un mensaje no muy cifrado de su directora que expresaba desprecio y vete a paseo tú y tu niño. Se trataba de un can llamado “montana”. Una perra en realidad que hace servicio en el Centro para mejorar las conductas de los niños. No tengo nada contra eso sino que en plena y aguda conversa la perra entra, me mira, se da media vuelta entre su rabo y piernas y se acomoda en un cojín.

Fui al centro a escuchar el descargo de Liliana Mayo con un amigo de tendencia lacaniana y miraflorino llamado Bruno Buendía, con estudios de Sicología en la Católica, y amigo de muchos sicólogos de origen hebreo en Lima, que son los más caros y más dateados de las miserias de la clase empresarial limeña gobernante aún del Perú –pizarristas de medio pelo en realidad- y la cosa era clara: “Tú y tu hijo pueden irse a la mierda”.

Ahora bien, analicemos el perfil del tal chofer. Su apellido es inglés. El colmo en estos casos. Se disfraza de chofer. Su hijo es también discapacitado y estuvo en el centro. Hace servicios de movilidad desde hace 8 años y, según cuentan, nunca hubo estos incidentes. ¿Quién iba a sospechar del padre de un niño discapacitado? -¿quién?-. No sabemos si el tipo se permitió años antes este tipo de facilidades o acomedimientos para cambiar la caca o pichi de los chicos de su combi. Analicemos al violador. Siempre es alguien cercano al entorno familiar o vecinal de la victima. Siempre. O un tío o un primo o un hermano o un padre. Siempre. Y eligen los rincones más vulnerables de un ser humano. En este caso un niño. Que no habla, que no puede comunicar nada. Pero como le hice consultas a mi abogada, la Dra. Yarin Ezkenazi, de origen vasco y peleadora como la que más, si se confronta al chofer y al niño hay una gran ventaja por parte nuestra frente a todos los habitantes del planeta tierra. “Dante Ramos o Johnson Centeno o Liliana Mayo pueden mentir, y es normal que lo hagan. Pero un niño autista no miente. Al toque hará pataleta, llorará, expresará su rechazo. Un niño discapacitado siempre dirá la verdad”. Y la verdad es a la que quiero llegar por primera vez en mi vida. El resto: que castiguen o no al violador ya será cosa del sistema judicial en el cual francamente no creeré jamás. Sólo creo en mi abogada. Que ella se encargue por el momento.

Hay que salvaguardar la vida síquica del niño. Espero que esta vez los que me lean escriban todos sus comentarios porque los necesito como fortaleza anímica sobre todo para seguir adelante, para lo cual estoy dispuesto a trabajar las 25 horas del día sin parar. Ni un segundo menos porque eso sí seria criminal.

No soy ningún criminal. Todavía. Si veo al chofer espero no tener un revolver a la mano.

Aunque también hay que decir que un violador es un ser enfermo que todo los valores los tiene de cabeza o de revés. Si Viviana Rivasplata se le presenta a pelo o desnudita, al tipo no se le para el pipí. Ellos solo pueden tener sexo si violentan a otro ser humano sea mujer u hombre. Solo se les para en violencia. No deberían ir a una cárcel sino a un hospital siquíatrico.

Eso es todo.

Al final me llevaré a Cristian a vivir conmigo a las playas de Pimentel o de Cherrepe. Y adios mundo.




Comentarios

Anónimo ha dicho que…
SEÑOR DANTE:
MI SOLIDARIDAD CON EL TERRIBLE ACONTECIMIENTO DE SU MENOR HIJO. TUVE UN FAMILIAR CERCANO QUE AVANZO MUCHO EN ESE CENTRO, Y ESPERO QUE LO QUA HAYA PASADO SEA SOLO UNA CIRCUNSTANCIA A LAMENTAR Y QUE SE CAPTURE AL CULPABLE. DE NUEVO MUI SOLIDARIDA CON SU FAMILIA ESN ESTOS MOMENTOS DIFICILES. SIEMPRE LO LEO.
MAGDALENA BENITES
TALARA.
Anónimo ha dicho que…
No sé k es mnundo juridico pero los arsticulos que cuelgan son de lo mejor, los ubique por una web que los tiene linkados y desde enton los tengo entre mis favoritos, auqnkle deberian darle mas ritomo, camaradas- solo escribo paraa pyora al dante.solo dios solo sabe porque deja que ocurran las cosas. Tenga en fe en él, q es la unica verdad en este mundo de sombras. No deje se escribir, mannito.
abrazos desde puebla…

Alonso Chimpén M.
Anónimo ha dicho que…
Dante y Jhonson, felicitaciones por lo que vienen haciendo en el blog y las nuronas que revientan cade semana. No en vano pasaron por el derecho. Como no compartir estos momentos amargos con usted, fortaleza estimados amigos, afrontemos las lecciones duras de la vida y q pena por la gente enferma, que les cagia todo el peso de nuestra ley.
Fraternalmente:
:. O.GT
Anónimo ha dicho que…
psara Dante..

http://www.psicopedagogia.com/manual-para-padres-de-autistas

salu2

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