NOTIFICACION CHILENA

(Envío de M. Pesantes)
Por Hugo Guerra
Como acaban de publicar los centros especializados, hasta fines del 2008 Chile habrá agregado 8 fragatas, 2 submarinos y 28 aviones F-16. Las fragatas son británicas tipo 22 y tipo 23, lo mismo que cuatro fragatas tipos M y L. Los submarinos son un prototipo convencional franco-español (Scorpene). Se espera también la compra de radares tridimensionales para defensa antiaérea y de misiles tierra-aire. El Ejército está concretando la transferencia de 100 tanques Leopard II, que se unirán a los 280 Leopard I ya operativos.
Adicionalmente, el proyecto Rayo construye un sistema de cohetes desde lanzadores múltiples, criticados mundialmente porque al no ser guiados pueden devastar amplias zonas civiles.
Las compras se financian con la Ley del Cobre (que asigna un canon de 10%); así, el 2005 se invirtió unos U$800 millones, el 2006 y 2007 esa suma se habría sobrepasado largamente.
Chile es, entonces, la primera potencia militar sudamericana con niveles de interconectividad únicos con EE.UU. y la OTAN. También es exportador selectivo de equipos, como ocurrió con el abastecimiento de armas a Ecuador en 1994 - 1995, cuando el Perú enfrentaba el conflicto del Cóndor.
La versión de que solo se trata de "renovación de equipos" es para ignorantes. El verdadero enfoque estratégico lo explican personalidades chilenas como Daniel Prieto Vial (uno de los creadores del esquema dos más dos, sobre trabajo permanente de los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores de Chile y Perú) y el ex ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, quienes sostienen, increíblemente, que nuestro país "es muy superior militarmente"; que el Gobierno Peruano "quiere evitar que Chile se rearme, porque si eso ocurre, ellos pierden la oportunidad de crear la crisis"; que tal crisis se dará "cuando Perú recupere el apoyo de Argentina, se asegure a Bolivia, neutralice a Brasil y consiga el eventual apoyo de países como Venezuela". Añaden, absurdamente, que "se está creando una coalición antichilena en Sudamérica"; que todo está vinculado con la demarcación marítima; y ¡que los peruanos manipulamos la inestabilidad política boliviana!
Necedades al margen, Chile ya sobrepasó largamente cualquier esquema defensivo y disuasivo. Sus adquisiciones desequilibran la precaria estabilidad estratégica subregional, fomenta una carrera armamentista y se convierte en una potencia agresiva, pues aunque no hubiese conflictos inmediatos, es peligrosa una capacidad bélica tan sobredimensionada.
Entendamos en el Perú que la compra de armas es posterior al diagnóstico del frente interno, la precisión de los objetivos nacionales, y constituye la etapa final del proceso de posicionamiento de un Estado en el sistema internacional, tanto en la perspectiva de la seguridad como en su política exterior. Chile, por tanto --mucho más allá de las sonrisas de la señora Bachelet--, está materializando su voluntad de avanzar hacia esquemas de mayor hegemonía geopolítica en el siglo XXI, siguiendo su lema de "Por la razón o por la fuerza...". Estamos, entonces, notificados y debemos prepararnos en los niveles que correspondan y al costo que resulte indispensable. (Publicado en El Comercio)
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