Hola a todos,
MUERTE EN VIRGINIA. Lamentable lo ocurrido esta semana en la Universidad Tecnológica de Virginia, Estados Unidos, desatada por un muchachito universitario de 23 años, Chao Seung-Hiu, nacido en Corea del S. y estudiante del programa de literatura inglesa, que ha abierto un abismo de conductas clínicas francamente reveladoras, aunque no tan lejanas, vamos, para los gringos. Esto y mucho más lo tienen servido en la mesa desde el desayuno: en la música, la TV, revistas, video juegos, etc. ¿Pero hasta qué punto este desenfreno de consumismo y liberalidad son ingredientes fundamentales para desatar una matanza de proporciones? Los medios hablan de soledad, marginación y abandono del autor de 23 años. Claro, eso y mucho más. Por ejemplo la facilidad para conseguir las armas (permitido por la Segunda Enmienda de la Constitución), los manuales de instrucción, y una policía más preocupada por hacer la dieta y perseguir a los mayores que, previsiblemente, habrán heredado las taras más jodidas de la sociedad americana (supuestamente la más adelantada de todo el planeta). Agreguen: hierba, coca, ansiolíticos, porno duro, colesterol, racismo, paranoía, wall stret, sound park, familias disfuncionales y esas películas estúpidas al estilo Carrey. Ni cagando, ni Jack el destripador soportaría tantos demonios. Claro, me dirán, también existe un lado humanista, científico, preocupado por el medio ambiente y la experimentación de células madres: el lado académico de los EE. UU., los nobel y los señoritos de Harvard. Nada más que la matanza ocurrió en uno de sus claustros. Tienen razón los Black Eyes Peace en su rola Where’se the love. Aquí la crónica de Caretas. “Según la Policía de Virginia, el asesino Cho Seung-Hui “parecía estar contra todo el mundo”. Nacido en Corea del Sur el 18 de enero de 1984, Cho Seung arribó con sus padres a Centreville, a las afueras de Washington DC, en 1992. Tenía ocho años. Quienes lo conocen afirman que se convirtió en un ser solitario, sombrío y perturbado psicológicamente. Estudiante del último año de literatura inglesa, escribió dos obras de teatro: ‘Mr. Brownstone’ y ‘Richard Mc. Beef’. La primera trata sobre tres adolescentes que odian a su maestro y planean matarlo. En la historia de ‘Mc Beef’ cuenta la vida de un joven que asesina con una sierra mecánica a su padrastro pedófilo. El lenguaje que utiliza es particularmente violento. Según Anna Brown, compañera de clases de Cho Seung, éste nunca hablaba y se sentaba lo más alejado del resto de la clase y del profesor: “Era extraño, en un sentido espeluznante”, declaró Brown a la NBC News. Su profesora de la clase de escritura creativa, Lucinda Roy, se ofreció a darle lecciones privadas por razones prácticas. “Tomaba fotos de los alumnos y luego escribía sobre cómo matarlos. Ellos se preocupaban y yo no me sentía cómoda teniéndolo junto a otros chicos”, comentó Roy. Un compañero de dormitorio, John Aust, recordó: “Si me lo cruzaba, lo saludaba, pero él ni me miraba”. Su comportamiento, dijo, cambió cuando empezó a ir al gimnasio. “Empezó a levantarse más temprano y a acosar a las mujeres. Lo vieron tomar antidepresivos”, sostiene Aust. Hace un mes compró una pistola Glock 9mm en Roanoke Firearms, Virginia. El dueño. John Markell, dijo que le vendió el arma y una bolsa de municiones por US$ 571. “Parecía un chico agradable”, recordó. El 9 de febrero, por cierto, había adquirido otra pistola: Walther, semiautomática. Ubicada en Blacksburg, la Universidad Virginia Tech cuenta con 26,371 estudiantes, de los cuales 1,655 son asiáticos. A pesar que las autoridades universitarias habían recibido dos amenazas de bombas en las últimas tres semanas (se sospecha que fue Cho), no se tomó ninguna medida de seguridad especial. Era primavera y faltaban tres semanas para los finales. A las 7:15 a.m. del lunes último, los estudiantes en la residencia West Ambler Johnston fueron despertados por dos disparos en el primer piso. Cho discutía con la estudiante Emily Hilscher. Versiones periodísticas indican que ella era su enamorada y le reclamaba una supuesta infidelidad, lo que finalmente desencadenó la crisis. Luciendo una casaca de cuero y una gorra beige, Cho Seung cruzó el campus y se dirigió a Norris Hall, el edificio de ingeniería. Cerró las puertas con cadenas y cargó su pistola 9mm y la semiautomática Walther. Se dirigió al segundo piso de la construcción e ingresó al salón 207, donde se dictaba un curso de alemán. “Estaba muy calmado, muy determinado, metódico. Parecía que disparaba 30 balas por minuto”, relató el estudiante Derek O’Dell. Algunos estudiantes se refugiaron detrás de las carpetas. De repente, el asiático dejó de disparar y salió del aula, mientras muchas de sus víctimas morían desangradas. Cho, sin embargo, regresó resuelto a rematar a los sobrevivientes. No pudo abrir la puerta del salón. Disparó como un poseso, pero se dio por vencido. Un estudiante lo vio cruzar el pasillo e irrumpir en la clase de francés. “Algunos alumnos desesperados se tiraban por las ventanas”, dijo el testigo. El peruano Daniel Pérez (21) no pudo escapar. Pasadas las 10 de la mañana, los disparos cesaron: el cadáver del asesino fue encontrado en un salón de clases con un disparo en el rostro. Se habría suicidado, aunque la Policía no descarta que exista un cómplice. Entre sus pertenencias se le encontró una carta en la que clamaba contra los “niños ricos” y los “embusteros charlatanes” que “me obligaron a hacerlo”. Los gritos dieron paso a un silencio fúnebre. El saldo brutal: 33 muertos y 28 heridos. Muchas de las víctimas tenían tres o más balazos en el cuerpo”.
INTERPELACIONITIS. La mejor cortina de humo para las próximas semanas ha sido servida por la oposición. Vaya, qué aburridos. Otra vez veremos a un Jorguito despeinarse ante el pleno, en un mar de preguntas y respuestas bastante mongas (no, yo no sabía… y toda la huevada). Lo ideal hubiera sido llevarse a Garrido Lecca y hacerla más divertida pues tirarse al primer ministro resulta un mal chiste a estas alturas. Sacudir al gordito habría sido un golpe para el fujimorismo, representado (no le crean a Tanaka) por Giampietri, empeñado en reciclar a los bandidos que sirvieron al Chino. Además hubiera sido una magnífica oportunidad para que desde el pleno el cuentista Garrido Lecca explique al país y la prensa cuáles son las diferencias entre un “cherry” y una “mermelada” (que los amigos de Correo- Trujillo conocen bastante bien). Giampietri es un peso pesado de la alianza, sobretodo por su doble cargo (algo que debe revisarse: o eres congresista o eres vice presidente, pues papito; y lo mismo para los los ministros que dobletean, un pésimo ejemplo fujimorista) y por la anuencia (ya no tan sospechosa) del mismo Caballo Loco. En algunos foros se ha dicho que el primero le tendría guardadito un audio del caso Frontón al presidente, de ahí sus prerrogativas palaciegas (100 mil soles, qué rico) pero por ahora es sólo un trascendido. Aquí las reflexiones de M. Lauer. “Que Hernán Garrido Lecca se salve y Jorge del Castillo finalmente tenga que pasar solo por las horcas caudinas de la interpelación es un extraño desenlace. Un rumor que circula es que Javier Bedoya, UN, ya tenía un acuerdo de canje de votos con UPP para interpelar a ambos, que él cumplió pero que sus nuevos amigos de UPP no le cumplieron. Otra versión es que el factor decisivo simplemente fueron los recalcitrantes de todas las bancadas que se habían quedado con sangre en el ojo por no haber podido interpelar al primer ministro. Unidad Nacional se habría dejado convencer por su deseo de hacer buena nota con el mayor número posible de votantes de julio próximo. El manejo de la directiva del Congreso también ha sido un factor. La célula parlamentaria aprista pidió que se votara al inicio de la sesión, como corresponde a la prioridad asignada al tema. En la primera hora la asistencia suele ser rala, y es probable que los 50 votos interpeladores no hubieran estado todos presentes. Pero la presidenta Mercedes Cabanillas puso una serie de cosas antes en la agenda, con lo cual movió la votación a las 8 pm, cuando la oposición ya tenía sus votos juntos. Sobre este tema Cabanillas tuvo un áspero cambio de palabras con Mauricio Mulder, luego de haberlo interrumpido, y más tarde saludó el voto interpelatorio como "un acto democrático". En ese momento se vio que Garrido Lecca (a) Agua para todos, ya había irrigado con sus argumentos a la bancada casi completa de UPP, que fue su bolsita salvadora. Así el Congreso establece un doble estándar. En la encuesta de un programa de TV esa noche a 84% le pareció incorrecto que se interpele a un ministro y se suelte a otro. Con lo cual nos espera un insólito espectáculo: Jorge del Castillo enfrentando las mismas preguntas que la semana anterior, y en consecuencia ofreciendo las mismas respuestas. Una suerte de careo consigo mismo. Lo nuevo sería que entonces flotará sobre la ceremonia la doble sombra de la censura y del pulseo por la próxima elección de presidente. Toda esta fiebre interpeladora (que ya se está extendiendo a otros ministros) quizás fortalece el punche de la oposición, pero no tanto al Congreso. Si no logran la censura, los opositores quedarán como dispendiosos bochincheros. Si la logran queda- rán como entorpecedores de las urgentes tareas del Ejecutivo. La votación del miércoles pasado choca con el pedido de facultades legislativas contra el crimen que ha pedido del Castillo. También hace juego con el rebrote de serios conflictos en las calles y carreteras del interior, cuya solución ha sido hasta ahora la tarea, eficazmente llevada, del interpelando del Castillo”.
300, LA PELÍCULA. Todavía no he visto la peli ni pienso verla pues el trailer me ha parecido bien empalagoso, caricaturesco, y demasiado underground para mi gusto. Por cierto, si dentro de poco, como se anuncia, tendremos varios mall en Ciudad Travesti (Dante Ramos es hombre de inteligencia de unos finacistas chilenos, según nos confesó hoy en el programa), y por tanto las conocidas franquicias cinéfilas, lo que hace falta hace rato son buenos comentaristas o críticos de cine. Los diarios locales no les dan bola, o simplemente no existen. Sospecho especialmente que lo segundo. Hay cierta cultura cinéfila en las universidades, pero de allí a escribir sobre una peli hay mucha distancia, y los chicos de Ciencias de Comunicación andan bien verdes en muchas cosas, especialmente en el oficio de escribir. Un tiempo anduve animando a mi buen amigo Alan Díaz (Sicología, UCV) a que escribiera sobre cine, pues es uno de los pocos que a su corta edad se han “soplado” un montón de pelis de todos los géneros e idiomas (incluyendo aquellas de clase B o C sólo transmitidas de relleno por las cadenas de TV), y proviene de una familia adicta al cine, que para qué les cuento. De película! Pero no pudo lograrlo. No por no saber escribir sino por su impaciencia a la hora de afinar la gramática, que para los efectos viene a ser lo mismo. Le facilité el famoso manual del masón Jorge Chávez (UNT), que conseguí en uno de sus talleres de redadacción, pero me lo entregó tal cual. Alan tiene una mente entrenada para vivir las tramas de las pelis, para criticarlas darles vuelta, en fin, pero no puede trasladarlas al papel. Por ahora. Así que por buen tiempo tendremos que seguir recurriendo a los tíos de Lima como Bedoya, I. Frías, F. de Cárdenas para deleitarnos con los pareceres (siempre subjetivos) de un trabajo cinematográfico, más allá de las notas de prensa a que nos acomstumbran los diarios. Aquí la visión de Federico sobre el trabajo de Zack Snyder. “Admirador desde pequeño del heroísmo espartano en la batalla de las Termópilas (año 480 AC), no fue hasta 1998 que el artista gráfico Frank Miller pudo publicar su versión como "novela gráfica", que sus admiradores sitúan como clave en su madurez expresiva, que se sirve por igual del manga nipón y de dibujantes como Hugo Pratt (el inventor de Corto Maltés). Sobre la versión de Miller, y aprovechando las modernas técnicas de conversión de la imagen ya utilizadas en Sin City, el realizador Snyder (Wisconsin,1966) –que debutó hace tres años con un remake de Dawn of the dead– ha hecho una versión para pantalla grande bastante fiel al espíritu del original. No es extraño que Miller haya dado su aprobación a esta versión de 300 que, como la que trabajó hace dos años con Robert Rodríguez (Sin City) hace justicia al carácter carbonoso y antinaturalista del cromatismo de su mundo visual. Pero aquí acaban las virtudes que pueden encontrarse en Snyder, cuya versión pierde la formidable dinámica de los trazos de Miller y se convierte en una serie de tableaux vivants que hace recordar algunos peplum tempranos de Cecil B. De Mille (la primera versión de Los 10 mandamientos, Las cruzadas, Cleopatra) por su tendencia a la compostura marmórea e hipertrofia. Como se sabe, en la batalla de las Termópilas se enfrentaron un puñado de espartanos bajo el liderazgo del rey Leónidas, los cuales opusieron una resistencia efectiva y desesperada al gigantesco ejército persa comandado por el emperador Jerjes. Snyder se aleja del original con una fantasía pedestre que traiciona la recreación hecha por Miller y plantea una animalización caricatural del enemigo que parece entroncar con viejos manuales de propaganda ideológica. Lo cierto es que los atributos otorgados por Snyder a los persas contrastan con las virtudes que encarnan los espartanos. Y si bien considerar esta batalla como "el acta de nacimiento de la civilización occidental" es una exageración como tantas otras, cabe señalar que la visión del heroísmo que proporciona la película es absolutamente pueril en su exaltación de la fuerza bruta y la camaradería, las que opone a la supuesta o real corrupción del lado persa. Menos mal, la mediocridad de la realización, la indigencia de los diálogos, el ridículo de muchos accesorios y la sobreactuación constante de los personajes (nada que ver con el elogiado laconismo espartano) impiden que se pueda tomar en serio este derroche, en el que algunos críticos han visto un inédito choque de un grupo homoerótico (los espartanos) contra un ejército dirigido por drag-queens. Es que, a fuerza de ser fiel al espíritu de Miller, Snyder ha inyectado tantos anabólicos a la forma que la ha condenado al ridículo más depurado. Nos quedamos, en materia de peplum, con Los 300 espartanos (1962) de Rudolph Maté”.
CARNEGIE. Andrew Carnegie, un muchacho que empezó ganando 10 dólares mensuales y terminó como rey mundial del acero. Desde su nacimiento en 1835 en un hogar pobre de un pueblito escocés, Andrew Carnegie recorrió un largo camino hasta convertirse en el mayor productor siderúrgico del mundo y un prototipo del self-made-man capitalista. Agobiados por la falta de perspectivas en su Escocia natal, los Carnegie se hicieron la América en 1848 y el joven Andrew consiguió trabajo como cadete en una oficina telegráfica de Pittsburg por 10 dólares mensuales. Pronto se hizo tan bueno en descifrar mensajes telegráficos que no tardó en llegar a jefe de división, presagiando una prolija carrera corporativa. Pero en su alma no había un pastor sino un lobo hambriento de aventuras. Hacia 1860, en pleno "boom" ferroviario, Carnegie se asoció con el inventor de los coche-cama de los ferrocarriles. El negocio fue un sensacional éxito y Andrew comenzó a invertir sus utilidades en el petróleo y el hierro. A esta altura, ya contaba con una considerable fortuna personal. Pero no pensaba conformarse con tan poco. Lo mejor aún estaba por venir… En 1868, el infatigable cazador de negocios invirtió hasta su último centavo para introducir el procedimiento Bessemer de producción de acero en norteamérica. Mientras todos corrían en masa a invertir en ferrocarriles, él creyó más lucrativo proveer acero de bajo precio a las ferroviarias. El resto es historia. Andrew se integró horizontal y verticalmente. Compró a sus competidores e invirtió en minas y empresas de transporte para formar un gigante conglomerado siderúrgico. En 1901, a los 65 años, ya cansado de dedicar todo su tiempo a los negocios, vendió su compañía al banquero J.P. Morgan. El viejo Andrew, por su parte, siendo el segundo hombre más rico del mundo (sólo superado por el zar petrolero, John Davidson Rockefeller) se dedicó a la filantropía, apoyando a incontables instituciones culturales y educativas hasta su muerte en 1919. ¿Cuál es el legado de Carnegie? La historia de un muchacho que empezó sin nada y murió en una cama de oro, la encarnación del self-made-man capitalista. Un hombre de visión genial. Un líder nato que fue el primero en dar acciones a sus empleados, convencido de que trabajarían mejor si su propio interés estaba ligado al de la firma. Andrew Carnegie es el paradigma de la innovación y el liderazgo.
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Pucha que espeso este Daniel Padilla, presidente de las Iglesias Evangélicas de Ciudad Travesti, y su bronca contra los homosexuales y lesbianas. El Chato Acuña intenta crear talleres para estas minorías, y Padilla ha dicho que “lo que debe promover el alcalde son talleres para los niños de la calle que con malabares en las esquinas arriesgan sus vidas al ser atropellados por un auto. Debe preocuparse por los adolescentes inmersos en las drogas y en el pandillaje que deambulan por las calles sin respaldo moral” Hasta ahí puede ser, pero luego el cucufato agrega que “segmentar a las personas por su “opción sexual” es contranatura a la creación de Dios y también es una forma de discriminación y de abierto fomento a la perversión y pérdida de los valores morales y cristianos”. Ya pee… Padilla!!
César Campos Rodríguez, ex candidato a varias cosas en La Libertad, se le fue encima esta semana al Caballero del Zodiaco J. Murgia. Ha dicho que “No existe vocación de lucha contra la corrupción y el mal uso de los recursos fiscales, puesto que en la página web del GR no existe la relación del personal contratado (cosa que es cierto) ni la información de las obras que se vienen ejecutando (sic). A eso, dijo, se suma la contratación de personajes de “sinuosa y controversial” trayectoria como Arturo Rebaza López. Nos ha causado extrañeza que Murgia lo defienda. Hemos llegado a pensar que este personaje tiene información que involucra a alguna autoridad de la región, con la cual podría ejercer chantaje…”. Ohhhh…
No creo que una enfermedad deba ser motivo de burla, y menos cuando se trata de un cocho que ya está en las últimas. Pero así se refirió Correo- Trujillo respecto de la actual autoridad regional de Trabajo. “Fue visto el director de Trabajo, a quienes algunos llaman cariñosamente “Alf”, con el rostro un tanto raro y usando gafas oscuras incluso dentro de su oficina. Resultaba pues que había sufrido de una parálisis facial, según él, motivada por un ventarrón que entró por la ventana de su despacho. Ufff. Pero recién se pudo dejar constancia que el director de Trabajo va evolucionando y cada vez su rostro va tomando su acostumbrado semblante, o sea cada vez se parece más al que conocíamos. ¡Buena, Alf!”. Uyyy…
La tía Pilco se encontró con la punta de su pequeño zapatito esta semana, luego de calificar (según Correo- Trujillo) a los regidores de APP como la “indiada”. La espigada concejal Gloria Montenegro le contestó sentirse feliz de ser una “buena chola” (tampoco, tampoco, ¿no?), “pero nosotros no defendemos a narcos, y aquí no hay rateros ni coimeros”. Uyyyy… Pilco, “la chica dorada”, ha negado tal discriminación, y respecto a sus conocidas defensas a narcos, respondió aduciendo que “cuando hice mi juramento como abogada (ya hace un culo de años) juré no distinguir raza, color o sexo, sólo cumplo con mi labor”. Qué nivel el de las tías…
Quedan invitados a la presentación del poemario LA CASA QUE HABITO CUANDO CANTO de nuestro querido poeta y exquisito prologuista Alberto Alarcón, este Miércoles 25 a las 7:30 p.m. en la Casa de la Emancipación de Ciudad Travesti. Alberto es un amigo de los amigos y yo le tengo un gran aprecio, así que será motivo de celebrarlo y brindar por esta nueva publicación. Un fuerte abrazo, y ahí nos vemos, Alberto.
Esta semana le di vuelta al último trabajo que me tuvo ocupado los últimos dos años de mi vida, impidiéndome hacer muchas otras cosas, sobre todo leer. Me fui a Huanchaco, comí algo por allí, caminé, oriné, y envidié la magnitud y braveza del mar. Intenté escribir algo pero no me salió nada. Puedo ser todo menos un poeta, me dije. Le escribí a mi amigo “Corrector” que ella sigue siendo hermosa, pero hace tiempo que no llamo a su casa para saber si está ahí. Tomé una siesta de día y medio. Sin beber. Ni fumar. Me puse a ordenar algunas cosas, papeles… hojas sueltas de mis sueños. Al otro día quemé algunas otras (a veces es bueno quemar cosas, saben), hice limpieza, y me dispuse a seguir caminando. La vida es hermosa ¿di?….
Mis pesares a la comunidad académica de Ciencias de la Comuniación UPAO y familiares del dinosaurio Eduaro Quirós Sanchéz, fallecido el fin de semana. Recuerdo gratas conversaciones en su despacho, sin conocerme bien. Descanse en paz.
Hasta el próximo domingo…
Johnson Centeno
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