Hola a todos,
Hasta el próximo domingo
Johnson Centeno
CARA DE POTO. Ha sido una sorpresa encontrarme con la firma del feo Enrique Chirinos Soto, entre los columnistas de Expreso, pues pensé que se había retirado definitivamente a sus cuarteles de invierno, a leer la Biblia y jugar con los bisnietos. Yo recuerdo siempre su Constitución comentada, que he tenido hasta en tres ocasiones, y siempre las he perdido o me las han robado. O sea para mí es un libro maldito. En la U decían que el libro tenía menos peso intelectual que el de E. Bernales, pero yo nunca pude terminar éste porque me mataba de aburrimiento. Textos a lo Bernales forman abogados con poca imaginación, acartonados, y lo que es peor, sin gracia. El libro de Chirinos es una ensalada de nociones, anécdotas de la historia, y especialmente coyunturas jurídico políticas, como es la forma en que debe entenderse el Derecho Constitucional, y no como un repaso literal de la normas. Por supuesto que en varias ocasiones se echa flores, pero lo hace con autoridad pues ha estado un culo de años en el parlamento, y sus alocuciones siempre eran las de un borrachín ilustrado, “ligeramente achispadito” (Ribeyro dixit), y no como el choborra de Bryce, copión y a ratos e inentendible. Claro, ya en las últimas etapas en la escena pública, apoyando al Chino rata, parecía un personaje del Viaje de Chihiro o de la Guerra de las galaxias, y poco a poco se fue oxidando, como un limón viejo que nadie quiere usar. Encontrarlo en Expreso ha sido una sorpresa, y se me hace que envía sus escritos desde una galaxia lejana. Esta vez sobre la Constitución “Haya de la Torre”. “El ex candidato presidencial y líder nacionalista Ollanta Humala insiste, persiste, en que hay que abandonar la Constitución vigente por la Constitución de 1979. A esta instancia Javier Valle Riestra la ha llamado la Constitución Haya de la Torre. El líder máximo del Partido del Pueblo obtuvo, en las elecciones respectivas, la más alta votación preferencial, a muy grande distancia de la segunda, que fue la de Luis Bedoya Reyes. Con acierto, Luis Bedoya apoyó la candidatura de Haya a la presidencia de la Asamblea Constituyente. El líder aprista fue un presidente con calidades extraordinarias, no sólo imparcial sino diferente con los líderes de la oposición, especialmente con Héctor Cornejo Chávez. Por desgracia ya los años habían avanzado. Además, el líder aprista fue atacado de cáncer, del que habría de morir en agosto de 1979. A Haya se le debe que, en el articulado constitucional, el capítulo relacionado con los derechos humanos antecediera a los relativos a la organización política. Se interesó especialmente en que se estableciera el apoyo del Estado a la gran minería. Pero no pudo mucho más sino, apenas, estampar su firma de moribundo al pie de la nueva Carta Magna. La Constitución vigente nace del compromiso adquirido por el presidente Alberto Fujimori ante la Organización de los Estados Americanos, a raíz del golpe o contragolpe de Estado del 5 de abril de 1992. En todo lo que se refiere a derechos de la persona no hay retroceso sino, en todo caso, avance en la Constitución vigente respecto de la anterior. La distinción fundamental se establece en el régimen económico. Los contratos del Estado con terceros no pueden ser alterados mediante leyes ulteriores a la suscripción de aquéllos. Es la suprema garantía jurídica para alentar la inversión en nuestro país de capitales privados, sobre todo extranjeros. Ello es, más que la restauración del Senado, lo que preocupa al señor Ollanta, quien como sabemos pertenece a la argolla de los compinches Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales. Los apristas, por ejemplo, ya no ven con entusiasmo, a lo de la restauración de la Constitución del 79, porque Alan García es hoy gobernante que, en su segundo mandato, comprende la importancia de la inversión de capitales para llevar al Perú –Dios lo acompañe– al primer puesto en la costa sudamericana del Pacífico, desafío harto difícil –si se piensa en Chile– pero no imposible, si se piensa en el Imperio de los Incas y en el Virreinato de Lima”.
EXPRESO. Y ya que estuve de visita en el diario creo pertinente reproducir un editorial publicado esta semana (el caso no ha rebotado mucho en los medios, la verdad) sobre las pretensiones judiciales de censurar la publicación, por acción privada del ex ministro y hoy magistrado de la CIDH Diego García Sayán (sí, el de los trabajitos caviar al Chino desde su Comisión Andina de Juristas (marketero el nombrecito: alguna gente cree que es un organismo inter regional), y el que viajó con noviecita a cargo del Estado). No hay nada que comentar. Saludamos la sentencia. “El mundo de hoy no tiene fronteras infranqueables. Menos las que se refieren a mantener informada –y orientada– a la opinión pública, por lo que la ratificación judicial del derecho constitucional que le asiste al director de EXPRESO, Luis García-Miró Elguera –y en la persona de él, a todo su equipo periodístico–, a informar, opinar y criticar, constituyen motivo de esperanza no sólo para el periodismo nacional sino también para quienes luchan denodadamente en diversas partes del planeta en defensa de la libertad de prensa. Sucede que frente a la tendenciosa demanda por difamación que interpuso un ex ministro de los gobiernos de Valentín Paniagua y de Alejandro Toledo, además de patrocinador de la ONG Comisión Andina de Juristas y actual juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de nombre Diego García Sayán, la magistrada del 35 Juzgado Penal de Lima, Mercedes Gómez Marchisio decidió archivar en definitiva esa querella porque, según la jurisprudencia, los personajes públicos mantienen una condición singular que “relativiza” toda crítica, comentario, calificativo u opinión sobre su actuación y vida política. Este fallo se suma a otros en la ruta al reconocimiento de las libertades fundamentales del ser humano, como la de expresión y de opinión. El director de EXPRESO había ejercido su derecho a informar y a opinar sobre el comportamiento del querellante, en la condición de este último de personaje público, asunto que compete a todo el país. Y en el contexto de esa coyuntura no podía –ni debía– dejar de informar acerca de la labor del demandante como ministro de Justicia y de Relaciones Exteriores, así como sobre sus vínculos contractuales con la dictadura fujimontesinista en su calidad de directivo en una ONG que sirvió al déspota. Esta casa periodística se limitó a informar a la sociedad –que a la vez tenía el derecho de ser informada– sobre estos hechos, por lo que jamás existió animus injuriandi. Ha sido patético para García Sayán asistir a un pasaje donde él, como ex funcionario público, político autopromocionado que dice “defender los derechos humanos” y magistrado de la Corte IDH, fue incapaz de discernir aspectos elementales de una democracia. Como es la Libertad de Expresión. El episodio, sin embargo, ha servido para que la ciudadanía repare sobre el proceder totalitario y en la voluntad oscurantista del mentado ex ministro, quien pretendió acallar a este medio exigiéndole a una juez que conmine al Director de EXPRESO a no escribir una sola línea sobre las peripecias de García Sayán a su paso por el Estado. Se ha inaugurado pues un debate interesante donde las fuerzas de la sociedad buscan construir una nación con instituciones que funcionen y defiendan principios soberanos para decidir sobre su desarrollo, progreso y destino. Aunque de otro lado está la izquierda reciclada que dice representar a una entelequia disgregadora denominada “sociedad civil”, que no se avergüenza de recibir fondos de potencias extranjeras para debilitar a nuestras instituciones, aunque su verdadero interés sea vivir en el confort y el derroche. Queda entonces registrada en los anales de la lucha por la Libertad de Expresión esta firme sentencia de la juez Gómez Marchisio, no sólo por su apego a la justicia sino por su gran significado para aquella prensa que busca la verdad fiscalizando a los hombres públicos”.
BRYCE/ ABOGADOS. Pucha qué rico le vienen dando a Bryce en los blogs de internet, como si se la tuvieran aguantada desde tiempo. Hasta el Hugo Neira, últimamente protector de algunos escribas liberales, le ha dado duro diciéndole “alcoholico” y “mediocre”. Ojo al piojo que el Hildebranth fue uno de los primeros en darle duro, asì que al chato lo que es del chato, carajo, ni vuelta que darle. Como dice mi amigo “Corrector” Patiño desde su columna en el sub decano, nada debe copiarse, y menos un artículo de opinión. Parece que con el tiempo lo único bueno que quedará de Bryce será un par de novelas, por allí uno que otro artículo (siempre con la duda de un “affaire”), y haberse tirado a la Chichi cuando tenìa 18 años y tiernas tetitas (mis respetos). Pero nunca se sabe. Miren estos ejemplos citados por Eduaro Jiménez J., sobre un par de abogados que quisieron tener su “cuarto de hora de fama”, a costa del esfuerzo de otros. “Precisamente, hace algunos años un conocido jurista local fue “ampayado” con el plagio de un libro entero (Luis Pásara habla de un artículo, yo tengo la otra versión) que no era suyo. Le pusieron como “chapa” (apodo) el “Doctor Xerox”, y eso que no existía internet todavía. A nuestro personaje no le pasó nada y llegó incluso a ser decano del colegio profesional más antiguo del país (el Colegio de Abogados de Lima), congresista de la república, decano de alguna facultad de derecho si lo memoria no me falla; y, actualmente es considerado uno de nuestros juristas más respetables y estoy seguro que llegará a ser tarde o temprano Presidente del Tribunal Constitucional y juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”. El patita del blog no lo dice pero se trata del buen Raúl Ferrero, a quien yo entrevisté para la recordada N. Legales y le hice la pregunta de rigor (animado por Domingo Varas), pero se rió y lo negó fresquísimo”. Otro ejemplo, esta vez de un abogado que postulaba a no sé qué cosa. “En un momento determinado uno de los consejeros rompió fuegos. Llamaba mucho la atención la cantidad de publicaciones jurídicas acumuladas por el candidato en tan corto tiempo (los libros y publicaciones dan más puntaje). El consejero comenzó a “meter” el filo del cuchillo suavemente. Había una denuncia de plagio contra el candidato por uno de sus libros. Al inicio lo negó airadamente y luego, ante la evidencia de los hechos, terminó por admitirlo y reconocer lo que era obvio a todas luces. Como sucede en estos casos la excusa fue pueril, ridícula (el candidato manifestó que no pudo citar la fuente ya que la fotocopia donde estaba la publicación tenía el nombre del autor demasiado borroso y no sabía quién era). Nunca llegó a acceder a vocalía o fiscalía alguna, pero la que más llamaba a compasión era su señora y anciana madre, que a cada estocada contra su hijo se retorcía las manos de dolor en aquellas largas y agónicas dos horas que duró el interrogatorio. Pero acá no acaba la historia. No supe de este oscuro candidato hasta que hace pocos meses me enteré por el diario oficial que ocupaba un alto cargo en el actual gobierno y una de sus “tareas” era acusar constitucionalmente a altos dignatarios del anterior gobierno, incluyendo al ex presidente de la república. ¿Venganza, revancha por no haber sido nombrado en aquella oportunidad o se trata más bien de un tipo que se deja manipular fácilmente por el poder y por esa razón ha sido nombrado en ese alto cargo? Razones misteriosas hay que me hacen dudar seriamente de las “reservas morales” en este país a que alude Lucho Pásara”. También me han pasado el dato de algunos abogados de Ciudad Travesti, pero no creo que sea momento de citarlos pues mañana es el día del abogado, y Mara tiene un nutrido programa para todo el foro liberteño. Feliz dia¡
PALABRA DE MONSE. Los medios ya estàn dividiendo en dos a los involucrados directa o indirectamente con el pleito sobre la administración de la PUCP, sus bienes, y si es no es “Pontificia” y/o “Católica”. Putalacagada. Espero que Dios no se enoje de que sea en los tribunales terrenales (en los civiles, no en los de Roma) donde se decida la suerte de esta casa de estudios, y en todo caso perdone a “pajarón” Cipriani por cualquier protagonismo (ni hablar de Rafael Rey, ese hombre ya debería estar beatificado), pues esta semana se ha despachado en varios medios. Este es su artículo en El Comercio. “La propuesta de una Universidad Pontificia y Católica ha sido siempre un deseo firme de los romanos pontífices y también lo es del santo padre Benedicto XVI, de la Santa Sede en su conjunto y de la Congregación para la Educación Católica en particular. Como gran canciller de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), que celebra felizmente 90 años, comparto con el rector, los decanos, los profesores, los estudiantes y los administrativos la defensa de su autonomía universitaria. Deseo fervientemente que mantenga vivo su espíritu fundacional, su criterio emprendedor y su desarrollo orgánico; que sea cada día más consciente de que la fidelidad a la doctrina católica es sinónimo de fidelidad a la cátedra de Pedro, la cual enriquece el diálogo entre fe, cultura y ciencia. (... ). No hay más que una cultura: la humana, la del hombre y para el hombre. Y la Iglesia, experta en humanidad, según conocida expresión de Pablo VI, investiga, gracias a sus universidades católicas y a su patrimonio humanístico y científico, los misterios del hombre y del mundo, explicándolos a la luz de la Revelación. La universidad católica se debe caracterizar por la libre búsqueda de toda la verdad acerca de la naturaleza, del hombre y de Dios. El hombre vive una vida digna gracias a la cultura y, si encuentra su plenitud en Cristo, no hay duda de que el Evangelio es fecundo también para la cultura. El sentido de toda universidad católica es brindar a la sociedad una oferta doctrinal cristiana basada en el contenido de la fe. Este pensamiento es magisterio ordinario de la Iglesia, recogido por el santo padre Juan Pablo II, en su constitución apostólica sobre las universidades católicas (15 de agosto de 1990) con el nombre de "Ex corde Ecclesiae", en la que afirma que "el objetivo de una universidad católica es el de garantizar de forma institucional una presencia cristiana en el mundo universitario frente a los grandes problemas de la sociedad y de la cultura". Este documento pontificio es mucho más que una orientación y tiene aplicaciones concretas al servicio de la universidad. Es propio de toda universidad católica la inspiración cristiana de cada miembro y de la comunidad universitaria como tal, de manera que mantiene una reflexión, a la luz de la fe católica, sobre el creciente tesoro del saber humano, al que trata de contribuir con las propias investigaciones. También lo es la fidelidad al mensaje cristiano tal como lo presenta la Iglesia. Toda evangelización cristiana, particularmente la que se realiza en el ámbito del estudio, la investigación y la docencia, tiene como característica la libertad, la tolerancia, la paciencia, la comprensión, el entusiasmo, el respeto. Todo fundamentalismo intolerante y agresivo tiene como denominador común el desprecio al sentido apostólico de la evangelización del mundo y respira una profunda desconfianza a la razón iluminada por la fe. No podemos olvidarlo a la hora de razonar sobre cuál es el sentido que tuvo el padre Jorge Dintilhac al fundar la PUCP, y el grupo de reconocidos intelectuales, al secundarlo con altura. Esa es la causa y la razón del legado de José de la Riva Agüero. Me alegro de que esos bienes materiales hayan sido utilizados para levantar edificios y construir aulas donde se enseña las distintas especialidades del saber humano. Nada más ajeno a mi voluntad que imaginar que cada sol heredado de Riva Agüero por la PUCP deje de ser parte de su legítimo patrimonio. Defender este patrimonio espiritual, intelectual y material es tarea de todos los católicos con sentido común. Confrontar a la Junta Administradora con el rector de la PUCP es absurdo, pues la Junta Administradora está formada, perpetua e insustituiblemente, por el mismo rector, que además la preside, y una persona designada por el arzobispo de Lima. Mal camino que algunos han querido señalar llenos de desconfianza y prejuicios inaceptables. En memoria de mis venerados antecesores, arzobispos de Lima, que cumplieron con su tarea como miembros plenos de esa comunidad universitaria y contribuyeron a los logros de esta casa de estudios superiores, me toca ahora ejercer este grave deber moral y esta responsabilidad a cabalidad. Solo puede impedir la defensa del sentido primigenio e inabdicable de la esencia de la PUCP quien no se siente atraído por esa naturaleza propia cristiana que tiene insita desde sus raíces. Para el buen cristiano, la oración es un instrumento válido para pedir a Dios que ilumine a todos los protagonistas de esa gesta académica que es la PUCP, con el fin de que las cosas se hagan como se debe y las aguas vuelvan a su cauce, sin prejuicios y sin intolerancias. La memoria de quienes forjaron este proyecto universitario nos interpela exigiéndonos ser fieles a nuestra identidad de universidad pontificia y católica. ¡Que la verdad nos haga libres y brille, a plenitud, en este aniversario!”
MAYER. Louis Mayer, de vendedor de chatarra a zar del cine. De niño, vendía metales que recogía en las calles. Años más tarde, era el primer ejecutivo en ganar un millón de dólares anuales mientras lanzaba a la fama a estrellas como Clark Gable y Judy Garland... Nacido en 1882 en un hogar judío de la ciudad rusa de Minsk, Eliezer Meir se crió en Canadá, donde migró su familia en 1886 huyendo del antisemitismo zarista. Lejos de disfrutar una infancia idílica, Eliezer ayudaba a su padre a vender los residuos metálicos que recogían en las heladas calles canadienses. En la década del '90, Eliezer decidió convertirse en un auténtico americano. Cambió su nombre por Louis Mayer y su fecha de nacimiento por el patriótico 4 de julio de 1885. En 1904, se mudó a Boston para abrir su propio negocio de venta de chatarra. La empresa duró poco. Pronto, Mayer se embarcó en una actividad innovadora por aquellos tiempos: el cine. En 1907, inauguró su primera sala en Haverhill, Massachussets. El afán del público por el nuevo medio de entretenimiento impulsó velozmente el crecimiento de la empresa. Mayer abrió nuevas salas y, pocos años más tarde, ya era el propietario de la cadena de cines más importante de Nueva Inglaterra. En 1914, Louis diversificó sus actividades hacia la distribución de películas. El sensacional éxito "The Birth of a Nation", lanzado en 1915, le hizo ganar una pequeña fortuna que más tarde invirtió en la fundación de su propia productora: Louis B. Mayer Pictures. En 1924, Louis vendió su estudio al productor Marcus Loew, que poco antes había comprado la Metro Pictures Corporation y Goldwyn Pictures Corporation. Loew unió las tres compañías en la hoy célebre Metro-Goldwyn-Mayer, mundialmente conocida como MGM. El empuje de Mayer, designado vicepresidente, convirtió a la nueva empresa en la productora más rentable de su tiempo. Incluso en la época de la Gran Depresión, MGM fue el único estudio que siguió pagando dividendo a sus accionistas. En 1936, Louis se convirtió en jefe de producciones del estudio, con el poder de decisión de las películas que rodaría MGM. De gran visión comercial, Mayer optó por películas que apuntaban a un público masivo. Si bien esto le valió críticas por baja calidad artística, la apuesta fue salió redonda desde el punto de vista financiero. En estos tiempos, Mayer lanzó a la fama a estrellas como Clark Gable, Spencer Tracy, Katharine Hepburn, Joan Crawford y Judy Garland. Mientras tanto, su situación personal también prosperaba. Como jefe de producción de MGM, Mayer se convirtió en el primer ejecutivo en América en cobrar un salario de un millón de dólares anuales. Pero los buenos tiempos no duraron por siempre. La difusión de la televisión asestó un duro golpe a la empresa hacia fines de la década del '40. Preocupado, el número uno del estudio, Marcus Loew, contrató a Dore Schary como nuevo jefe de producción. Pronto comenzaron los roces con Mayer. Luego de tres años de difícil convivencia, Louis lanzó un ultimátum: "O Schary o yo. En esta compañía no hay lugar para los dos". "Schary", contestó Loew. De esta forma, en 1951, tras 24 años en el estudio, Mayer abandonó su puesto y se retiró de la vida pública. Murió en octubre de 1957, curiosamente, durante el primer año en que MGM perdió dinero. Se dice que las últimas palabras de Louis fueron: "nada importa". Pero muchos estarían en desacuerdo. MGM ocupó un lugar destacado en la formación de la cultura global del siglo XX. Estos estudios fueron la cuna de inmortales artistas. La empresa, considerada por muchos como un símbolo de los años dorados de Hollywood fue adquirida por Sony en el 2004 por unos cinco mil millones de dólares".
Hasta el próximo domingo
Johnson Centeno
PD/ No hay “chiquitas” esta semana xq estoy resfriadito.... Salud!
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