COLUMMAN/ DANTE RAMOS


ESE PERCY

Por: Dante Ramos de Rosas


Hace un año escuche a Percy Medina, funcionario de esa oenege probritánica llamada ´´Transparencia`` diciendo ´´que hay que cambiar la visión de la política como espectáculo. Que la política es otra cosa´´. Eso me pico saben?. Porque si este señorito tan educado en las aguas de la Católica, - donde también estudie en los ochentas, saliendo disparado por un tubo gracias al horrible curso de matemáticas básicas - dispone de su boca y neuronas para decirnos en varios canales de tv. que la política no usa de semiótica que resume mucho lo que a veces pensamos, decimos y soñamos en gestos y no en gestas a veces inútiles y sin ganas, quiere decir que no sabe nada de nada de Umberto Eco, del valor de los medios y de sus significantes. Eso me lo enseñaron en clase de Lengua con esa inolvidable profesora tan fea llamada Beatriz Maucci que se halaba a los de la Lima y Católica sin asco.

Sin asco. Eso me pico. Que Medina alegremente diga que la política es así o asa me pica mucho. Acaso no sabe este señorito que la democracia que tanto defiende en su absurda forma de hacer política sin espectáculo es digna en su partida de bautizo de aquella Grecia que inventó la democracia, pero que antes inventó algo aún más masivo, más fuerte y más refrescante que la política en tanto que la insume y explica. Saben qué inventó Grecia?. El Teatro en sus dos volúmenes. Primero como tragedia y luego como comedia.

Si Medina vive para sugerirnos que la política no es ni debe ser espectáculo está mintiendo. La política no es un programa ni ideario. O personajes castos y puros. Mentira. La política es encontrarse con seres de carne y hueso. No semidioses. Ver la escena del film ´´Los 300´´ con la esposa de Leonidas en el Senado espartano cuando responde a los contrincantes de su esposo.

Todos los protagonistas de la gran política son aquilianos o sea que padecen de algún tipo de cojera moral. Sino cómo replicar a Bill Clinton que se metió a la cama varias veces por allí con otras que no rezaban en su frente, ni Lewinsky ni Hillary. Hubieron otras, claro que sí y, acaso Clinton se chamuscó?. No, y saben por qué? Porque sus programas e ideas referidos a lograr la paz en Oriente Medio o Irlanda eran más grandes que cualquier par de faldas o redondeados muslos.

Fuera de que lo que hizo tuvo justificaciones sicológicas fuertes. Ver en Google la opinión de una psicoanalista, que se cuestiona acerca de las pasiones del hombre más presionado de la tierra por ser presidente de EE.UU. ´´Díganme, en qué momento este hombre se puede salir de esa olla de presión?. Lo que ha hecho es casi normal``.

Todo esto lo escribo porque hasta hace un cercano tiempo era devoto clásico del ejercicio político desde un Senado o desde un foro como el de las revistas. Hoy la única revista que me interesa de veras y por la cual voy a abandonarlo todo es el mundo de las revistas del vodevil, de artes escénicas, de comedia barata y de las otras como los dramas de Camus. Y nuevamente saben por qué? Para evadirme de esta santurrona realidad, tan aburrida y poco lúdica. De la que Medina como cruel inquisidor emerge desde su oenegé taaaaan políticamente correcta.

Allá él.

Hasta la próxima semana.



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