COLUMMAN/ DANTE RAMOS


EL O YO

Por: Dante Ramos de Rosas

1991. La columna del MRTA penetra en la zona campestre de Tarapoto donde Carlos Gonzales, empresario hotelero tiene parte de su propiedad consagrada a la tarea de hacer crecer el turismo. Gonzales se da cuenta del avance emerretista y suelta al aire dos luces de bengala. La columna se asusta.

Gonzales les sale al frente pensando que les ha ganado sicológicamente y se reúne en privado con el jefe de la columna. "Jefe, así no hacemos la revolución. No tengo armas de largo alcance como Uds. . Los he corrido con luces de bengala. Le propongo un trato. Ud. se va con sus "cumpas" y yo me callo la boca en el pueblo sin decir que sus guerrilleros se han asustado de dos bombardas con las que los niños juegan en Navidad". Abrumado el jefe emerretista se marcha y no regresarían nunca más.

Jugando en el terreno propio del lenguaje y accionar de la izquierda radical Gonzales gana una de sus primeras batallas contra las corrientes que hasta ahora lo hostigan. Él fue el empresario que soporto el asedio de más de 600 invasores que se introdujeron en Puerto Pericos, hacia el 15 de mayo del 2005. Puerto Pericos es un lugar apacible que sirve al ecoturismo, campo en el que Gonzales se ha aventurado con una terquedad casi vasca.

El reporte de "La Ventana Indiscreta" (12 – 6 – 05) fue claro. Como claras las palabras de Gonzales." De aquí no me voy, primero se van ellos y después yo. No me puedo ir, he luchado toda mi vida para esto, como me voy a ir. Ya es una cuestión de verguenza personal, de honor. Para irme tendrían que cambiarme el diskett de la cabeza y eso no va conmigo´´.

Así de decidido declaraba a la prensa televisiva Gonzales. Y nuevamente la pregunta infausta: ¿dónde están los partidos políticos para salir al frente o en contra de la propiedad privada o de las invasiones?. Nada. "Silencio en la noche que el burro va a hablar, el que habla primero, burro sera." Eso dice la copla. Nada poética, que los niños recitan en sus kinders. Efectivamente los partidos creen que si dicen algo de lo que quema ellos se sancocharan o se harán fritanga pura en el brasero de la opinión pública a la que usan como permanente burladero o refugio cuando una cosa no les va como mayoría satisfecha. La táctica nefasta de hacerse "el muertito" es la que más conviene ahora que todavía no se arman ni alianzas ni listas.

"Que me importa Tintaya, la rebelión del pueblo de Espinar, ni Ilave, ni Cutervo, ni lo que pasa en la ex hacienda Pomalca y menos en Pucala o Casagrande. No me importa nada", cavilaran sus hemisferios partidos por la mitad. No hay planes, no hay programas, no hay alternativas. Solo hay hombres como Gonzales, un empresario que se faja todos los días por el mismo, por su familia, por el Perú. Como el poema del comunista Brecht "hay hombres que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles". Gonzales no es rojo pero poco le falta para serlo. Su capacidad de respuesta y de sentar una posición es algo que lo vuelve leyenda o fábula para los que de lejos sabemos un poco de su locura selvática.

Lo admiro. Algún día acudiré a la selva de Yurimaguas para darle un abrazo y decirle con un grito fuerte: Eres Grande. Ojalá este vivo. El o yo.

Hasta la próxima semana

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