EL ALCALDE Y LOS TRANSFORMERS

Por Johnson Centeno.- 

Mientras usted lee esta columna, cientos de ciudadanos se quejan a diario en todos los tonos vía las redes sociales, denunciando el pésimo servicio de la municipalidad en el recojo y administración de la basura; en el mismo ciberespacio, la oficialidad se ufana de la pronta llegada de unas maquinarias (compactadoras) que resolverán este problema como en los años verdes, y asegura que entonces Trujillo seguirá bonito, aunque sea en un clima de emergencia. Será cierto tanta belleza? 

El alcalde anterior brilló por su ineptitud en una serie de tópicos al frente de la municipalidad, especialmente en el diseño y planeamiento de la gestión de la basura. Daniel Marcelo, ingresó con la pata en alto luego de saltar de La Esperanza a Trujillo, gracias a los votos como cancha, de inmediato puso contra las cuerdas a Veolia, dando la impresión de encarar a la bestia mirándola a los ojos, y sacó de la manga el “as” que reemplazaría la ausencia de un plan de contingencia: media docena de volquetes viejos recogerían la basura a lo largo de las once rutas que deben cubrirse en la ciudad, y que reporta un pago de 500 mil soles mensuales a los bolsillos de los trujillanos. 

En materia de limpieza y salubridad, pasado ya varios meses de esta gestión apepista, el alcalde se revela como un funcionario llegado a la administración para gestionar en piloto automático, apagar las luces de emergencia y a esperar que todos se acostumbren a las bolsas negras a lo largo y ancho de la ciudad, mientras llegan los Transformers que se encargarán de la basura. 

Esta circunstancia nos da una idea clara del síndrome de la dependencia que somete al alcalde, pues Daniel Marcelo depende de las maquinarias para ofrecer una solución efectiva al problema de la basura, al igual que depende de las Fuerza Armadas para hacer frente a la delincuencia como otra vez lo sostuvo en RPP (encima pretende mentirnos con la idea que en Chile se ha dado luz verde a su apoyo en la persecución del delito); y depende en toda su extensión del Ejecutivo para dar marcha al mejoramiento de las redes viales, reconstruir colegios, entre otros. A este paso, Marcelo dependerá del Señor de los Milagros para instalar una zona rosa en las afueras de la ciudad. 

En este contexto, alguien puede informarme, por todos los santos, qué obras ha dejado en La Esperanza que demuestren su talante de gestor desde la administración municipal?, ¿no es acaso que el traje, desde ya, le está quedando grande?, ¿hasta cuándo va a funcionar en ‘modo dependencia’?, ¿cree que no nos damos cuenta que poco a poco va perfilando su rosario de excusas en la gestión municipal? 

El problema de la basura no va a solucionarse con los Transformes, definitivamente, sino con un manejo multioperativo que incluya a los ciudadanos, empresarios, recicladores y las diversas instituciones involucradas, además de una gestión de residuos en el mediano y largo plazo que rompan con la mediocridad que hasta ahora ha sido tratado. 

Hoy en día muchos entendidos sostienen que la basura es una mina de oro, pues está demostrado que gestionarla y reciclarla puede ser un forma inteligente de generar recursos a nivel global, por ello muchas empresas demandan tener los residuos sólidos de las ciudades por un mínimo de 30 años, para asegurarse el retorno. Países del primer mundo como Alemania o Suiza reciclan más del 50% de sus residuos a partir de un tratamiento de los desechos de una manera responsable y eficaz (no digamos ya Suecia, que tiene el record mundial de reciclaje del 99%, centrado básicamente en la educación de sus ciudadanos), con altos estándares en la protección del medio ambiente. 

Cualquier estrategia, por tanto, debe iniciarse en el usuario o consumidor primario, dotándole de información y herramientas para un reciclaje doméstico adecuado, que se proyecte al cumplimiento de las empresas industriales y articule metas de gestión en sedes locales y subregionales. 

No basta con las maquinarias.