EL DÍA DESPUÉS

Por Johnson Centeno.-

Pues nada, ahora que más de veintidós millones de peruanos se hicieron presentes en esta última jornada electoral de la segunda vuelta, queda felicitar a ambos candidatos, no sin antes subrayar, tras el apretadísimo triunfo de PPK sobre Keiko, algunas lecciones de aquí para adelante.

El Perú sigue siendo un país de desconcertadas gentes tanto a nivel de electores como elegidos. Una vez más hemos tenido una campaña digna de una república bananera: insultos de todo calibre, medias verdades, bajezas periodísticas, manipulación, cinismo en toda ley, y un largo etcétera que nos pinta como una nación que no ha logrado sacudirse de sus viejos problemas; que no obstante ser nuestro cuarto proceso electoral ininterrumpido, apelamos a las mezquindades políticas, haciendo gala de una desmemoria que raya en la complicidad. Cuánta razón tenía Don Nicolás de Piérola.

El ganador tiene vientos favorables para navegar. Un gobierno depende mucho del contexto en el que se mueve, tanto como de los actores que lo conducen. Como en la nave de Aristóteles, PPK tendrá que elegir sus prioridades. Macroeconomía en azul, reservas generosas, más de medio Perú expectante, y fuerzas fujimoristas de choque en el Congreso. La corrupción y la delincuencia organizada, además, se han venido preparando para un nuevo capítulo 2016- 2021, y el narcotráfico está decidido a recuperar lo invertido en los últimos años, especialmente desde dentro de los partidos políticos. Y es hora de cobrar. Ahora pues, empieza el juego fuerte, ppkausas, así que olvídense de la luna de miel. Tomen el timón con decencia que ya estamos hartos de naufragar.

PPK no garantiza un paraíso. ¿Será posible una concertación con el gobierno congresal de la China? Es la gran pregunta entre los que compran y venden servicios al Estado representados por medios de comunicación, académicos, demagogos, pulpines embaucados, lobbistas profesionales y curas de parroquia. La sensación es que los neofujimoristas y los de viejo cuño han empezado a afilar las cuchillas para lo que se viene, siendo especialistas en generar terror (hasta el duro sur ha votado fríamente ante la amenaza naranja). No olvidemos que buena parte de los votos de Kuczynski llevan el prefijo ‘anti’. Un gobierno coordinante, no obstante, sería un nuevo capítulo en la historia de nuestro país, especialmente en lo tocante al grupo fujimorista, muy familiarizado con los atropellos, censuras y asesinatos.

El sur no es una playa fantástica, como dirían Los Chicos de la bahía, ni es donde florecen los trópicos y donde se mece el bambú. Ojalá sirva esta nueva jornada electoral para recordarnos que mucha gente en el sur del Perú se muere de hambre y de frío, y que la precaria educación gatilla doctrinas fundamentalistas que son la delicia de cualquier advenedizo patriotero. No es casualidad ni endoso de la Vero, pues, el triunfo de Peruanos por el Cambio en Ayacucho, Apurímac, Huancavelica, Puno; es una clarinada de alerta de que la gente está harta de las mecidas desde el Ejecutivo que más de una vez se pintó de “nacionalista”. Que los recursos hay que administrarlos mejor más allá de cualquier protocolo de formalización a lo ‘De Soto’. Es momento de incluirlos en programas efectivos para salir de la pobreza.

Las movilizaciones ciudadanas deben continuar. Ya es hora de refrescar las acciones cívicas desde todos los frentes, y no solo con tus plataformas en 'face' y redes sociales. Las movilizaciones ciudadanas animan los valores de la democracia, estimulan al adversario y recuerdan la alternancia del poder. Esas tribunas no se van a llenar solas. Esto recién empieza, ciudadanos...