“EL REY HA MUERTO ... VIVA EL REY”

Por Ramón Requena. Periodista (*)

“Le roi est mort … ¡vive le roi!”. Era la frase con que se anunciaba la muerte del Rey y con la que se coronaba a su sucesor durante la Edad Media. Siempre tan prácticos los europeos. Pues bien, asume Ollanta Humala y termina el reinado de Alan García, digo reinado porque ahora nos enteramos por denuncias de la prensa independiente, de su sistemática e irresponsable imposición, tal vez ilegal, para manejar las cuentas públicas y, seguramente, petardear la gestión de su sucesor.

El hecho es que una nueva historia empieza a escribirse en nuestra política y nadie puede ahora negar que Perú sigue siendo la tierra de mil oportunidades. Para hablar de nuestra historia reciente, nombres insignificantes para la política que aparentemente no representaban mayor complicación para los partidos tradicionales de derecha, incluido desde ahora el Apra, como Fujimori, Toledo y Humala, llegaron a la máxima magistratura de la Nación luego de acariciar un sueño lejano que se les hizo realidad.

Méritos y deméritos aparte de estos nuevos políticos, lo ciertos es que el pueblo continúa en su larga tarea de buscar al candidato ideal toda vez que los estrenados, solo acarrearon desilusión, traición, muerte y corrupción, y apenas uno que otro beneficio, nada sólido aún para el futuro, que para variar, nunca alcanzó a la gran y hambrienta mayoría.

Es el hambre del alma y el dolor de la carne lo que finalmente mueve a los pueblos para rechazar el abuso y la injusticia, ir en busca de calidad de vida e igualdad de condiciones para finalmente conseguir el ticket de entrada en el mundo moderno de la alta competencia y ganar con capacidad y dignidad las comodidades y la cultura que todos deseamos para nuestras familias. ¿Es mucho pedir? Evidentemente si. La ultraderecha irresponsable y mercantilista nos lo ha negado generación tras generación promoviendo la explotación y una desigualdad abusiva para imponer sus parámetros de poder y soberanía en su enfermo afán de acumular riqueza y acaparar los beneficios para convertirlos en herencia de una clase alejada de la esencia democrática que mueve a los Estados superiores del mundo.

Esa es la razón de la elección de Humala. Pero el mismo apoyo que ahora hace fuerte al presidente electo, puede hacerlo débil. Es un asunto de contenido de su proyecto, y los que nos hemos dado el tiempo de leer su Plan de Gobierno, redactado impecablemente, podemos guardar la esperanza de un gobierno novedoso para América Latina si por lo menos lleva a cabo el 50% de lo escrito y publicado. ¿Puede darse una armonización fiscal, social, industrial en un ambiente universitario y cultural? Veremos. Lo principal es respetar las reglas del sistema que lo elevó al poder y entender la dimensión planetaria de la imagen y mensaje que proyectará el Perú.

Para entenderlo mejor, el tablero del mundo global es un lugar complejo y las leyes, tanto de la física como de la economía se cumplen sin dudas ni murmuraciones; tal como subes caes. En la misma Europa países que hasta hace poco gozaban de una boyante riqueza hoy están a punto quebrar: Grecia, Portugal, Irlanda extienden la mano pidiendo la caridad del FMI, y la orgullosa España anda al borde del mismo precipicio. En Madrid y otras capitales importantes, incluida Paris, se han levantado los jóvenes universitarios “indignados” por la brutalidad de las restricciones económicas impuestas luego de la crisis por la burbuja inmobiliaria, un caos que ellos no provocaron y del que sin embargo sufren las consecuencias. “Que los culpables (banqueros) paguen por la crisis”, reza uno de sus eslogan. Mientras, el norte de Africa arde a fuego y sangre buscando su libertad de dictaduras totalitarias y criminales; Egipto y Tunez ya lo lograron, Yemen, Libia y Siria están en camino. En el Perú, donde existe una larga espera de históricas reivindicaciones sociales, se producen graves protestas regionales que requieren atención y solución urgente antes de que se conviertan en tragedias como el “baguazo”, por la que los responsables (Mercedes Cabanillas) aún no han respondido ante la Justicia.

François Hollande, socialista y quizás el próximo presidente francés, dice: “La derecha usa el verbo de la emoción (Kuczynski), la extrema derecha (Keiko) la retórica del miedo, y la izquierda (Humala) el discurso de la razón. Esperemos que Humala y su equipo sigan apelando al razonamiento para terminar de entender al Perú y los peruanos, y para diseñar ese ansiado esquema social que la mayoría espera. La moral, aquella que no rige el accionar de nuestros políticos tradicionales y que tanta falta le hará al nuevo gobierno, no viene bajo el brazo como el pan cuando nacen los niños, pero se puede aprender.

Al fin y al cabo, la elección presidencial no es mas que el reencuentro de un hombre con su pueblo … y con Dios, porque a alguien hay que temerle en este mundo, como decía mi abuela Rosa, y la gente de buena voluntad no requiere más para no traicionar la fe de su pueblo.

Así que, si la palabra es compromiso, espero que los que amenazaron con irse a Miami si salía elegido Humala, la cumplan … buena falta nos hace deshacernos de tanto engreído buenos para nada hijitos de papi.

(*) Desde Francia