EL CLUB DE LOS NEGOCIOS RAROS

Envío de Claudio Borrego
Por César Lévano
El Club Nacional es reputado como el club de los oligarcas, que allí se dedican a almorzar, celebrar saraos, jugar ajedrez, socializar opiniones y prejuicios y, a veces, conspirar. En realidad es mucho más que eso. La prueba es que de él han salido 16 presidentes de la República e infinidad de ministros y parlamentarios.
En las elecciones próximas ofrece un bien surtido equipo.Entre los socios del Club que persiguen una curul están Javier Reátegui Roselló y Víctor Andrés García Belaunde, por Perú Posible. Por Solidaridad Nacional figuran Martín Belaunde Moreyra y Gonzalo Aguirre Arriz. Fuerza 2011, de Keiko Fujimori, ha reclutado a cuatro socios: Rafael Rey Rey, Guillermo Palomino Bonilla, Alonso Rey Bustamante y Juan José Calle Quiroz.
PPK también tiene su miembro: el pintoresco y reaccionario Daniel Córdova Cayo. Para un club que apenas tiene dos mil asociados, contar con ese historial y ese elenco es una proeza. La fuente de tal hazaña es el dinero y el poder. El registro de los socios equivale a un Almanaque de Gotha, ese que registra genealogía y fastos de la realeza y la aristocracia europea, vida de princesas casaderas. Sólo que el Club no tiene mujeres en sus filas.
Un examen atento de la lista de socios del Club Nacional ratifica que en este se han inscrito no sólo políticos influyentes, sino también dueños de grandes empresas y de medios de comunicación. Enrique Rodríguez Larraín Miró Quesada, de El Comercio y Lan Perú, aparece en la nómina. También José Graña Miró Quesada, de El Comercio y de las grandes construcciones y concesiones otorgadas por Alan García.Los banqueros, los grandes de la minería y la inmobiliaria no faltan. Allí están los Romero, los Prado, los Wiese, los Berckemeyer, los Marsanos, los Benavides.
No hay, o casi no hay, nuevos ricos en la lista de socios. Lo cual reafirma el carácter cerrado y antañón del Club, y la visión estrecha y arcaica que circula en su atmósfera, en pleno centro de Lima, frente a la Plaza San Martín. Se sabe que Luis Banchero quiso ingresar; pero le faltó el padrinazgo que el Club exige. Jaime de Althaus figura; pero no su socio Gonzalo Prialé. No siempre fue así el Club Nacional. Fundado hacia 1856, en sus años iniciales tuvo como socios a personajes como Miguel Grau, nada menos, y a la plana heroica que marchó al sacrificio a bordo del Huáscar.
En algunos momentos, han formado en las filas del Club intelectuales descollantes como Raúl Porras Barrenechea, en condición de bibliotecario. En el Club Nacional se trenzan los intereses convergentes de la gran empresa, la banca, los medios de comunicación. Por eso puede dar presidentes, legisladores y poder mediático. Poderoso es en verdad, poderoso y ajeno al Perú real del siglo XXI. (La primera).
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