EL FUJIMORISMO, AYER Y HOY

No cabe duda que estos nacieron para juntarse, en la política o en la pachanga.
Ambos van al congreso por el fujimorismo. Uno es un viejo conocido: Luis Delgado Aparicio (a) “saravá”. Su cara lo delata a donde va: el alma del fujimorismo pachanguero, bajopontino y rastrero (fue militante del movimiento Libertad). El otro es la nueva versión del polito naranja, del yo no fui cumpa, del agáchate que te mato.
No es casualidad que ambos sean abogados.
Una estrella de ayer y una naciente, desesperado por meter la uña donde se pueda, a la hora que se pueda. William Galindo –que así se llama el otro espécimen- postula al parlamento por La Libertad, y la mejor línea en su currículum es la de ser un aplicado aprendíz del no menos conocido “Decano del Burbujas”, Manuel Montoya (el que se hace distinguir por su propio yerno en premiaciones trafa), al punto de que se conoce que se le ha disputado, Código en mano, a los narcos más ranqueados de Ciudad Travesti, a los marcas más avezados y a los violadores más despiadados.
Ya casi supera al maestro. Tarde o temprano Montoyita terminará defendiendo a menudos carteristas o cafichos achorados.
Como ven, una joyaza que no cabe en su tamaño de chapulín. Y cuidado que te saca el cuete.
Dios nos coja confesados.
Comentarios