NAVIDAD CON LOS NIÑOS DEL HOSPITAL REGIONAL

Por Johnson Centeno

Los niños del Hospital Belén de Trujillo nos aguaron la fiesta. Fueron 14 pequeños los que contamos el primer día de nuestra coordinación para la actividad de este año, en los ambientes de cirugía de quemados y cuidados generales. No imaginaba que un día antes de nuestra entrega de regalos, la mayoría de ellos salieran por la puerta grande, y nos dejaran sin “mercado” para nuestra actividad.

“Disculpe pero hoy tenemos camas vacías”, me dijo la asistencia social del Belén, explicándome que la mayoría de los pequeños internados había abandonado el nosocomio los dos últimos días antes del jueves 23, día de nuestra acostumbrada entrega de regalos. O sea los habían dado de alta, qué pina!

Entonces me dirigí al Regional, que es el segundo y último hospital que conozco, gracias a Dios. Aquí el laberinto administrativo para hacer alguna coordinación es mucho más fácil, en apariencia: Dejamos todo preparado para visitar a los niños con los regalos, pero el día X nadie nos daba razón, y casi nos dejan afuera. Ni por asomo la asistencia social, la jefa del pabellón, o el caricaturesco responsable de Imagen Institucional, quien mientras coordinábamos en su despacho contestaba el celular con frases “aguanta, brother, esta noche mojo la paloma, sí, sí, tengo un planeta camarada”. O esta otra: “oe, contesta pz negrita, o estás en tu mes…”. En que estábamos, joven, disculpe usted…

Los regalos de este año casi vinieron solos, como la plata para Alan García. Esta vez no tuvimos una convocatoria pública porque nunca –desde que nos propusimos realizar algo por estas fechas navideñas- me ha dado resultados. Les escribí a contados amigos con el proyecto de la actividad. Todos respondieron, y hasta se armó una pequeña cadena con este fin.

Pero la verdadera responsable del éxito de este evento, vamos, tiene nombre de mujer: Diana, esa mujercita que pareciera que solo se aparece por estas fechas, y viene para iluminarlo todo. Desde que vine de viaje no sabía cómo empezar, y ella fue ordenándolo todo, consiguiendo más y más regalos (inclusive el mismo día del evento, un agitado muchacho, se le acercó para colaborar con un regalo, después de buscarla por todos los pabellones). Diana ha conseguido la mayoría de regalos para este evento, y yo creo que lo ha hecho ofreciendo a cada persona una cita por su ‘feisbok’. Ahora no sé cómo va a ser.

La otra mujer estrella de este evento se llama Nataly Angelats, una amiga de toda la vida, quien después de regresar del país del norte hablando en todos los idiomas, y con una historia de no-ve-la, se ha propuesto seguir dejando huella en cada sitio que pisa. Naty, futura Ministra de las carteras de Justicia o de Comercio Exterior, viene siguiendo una maestría sobre Política Jurisdiccional en la Católica, y sigue siendo la misma chica de trencitas que conocí en la universidad hace ya algunos años, la mamá que siempre sabe darse un tiempo para todo (su hijito Franco, otrora peluchito ensimismado, es hoy todo un jovencito), y que a sus aún jóvenes años ha afinado esa natural coquetería que te mata te mata te mata. Lo único que se apareció con el inefable Meco Mantilla, en fin.

El hospital Regional acoge en uno de sus pabellones las especialidades de cirugía, pediatría y cuidados especiales. En sus ambientes encuentras niños casi siempre, con todo tipo de dolencias; todos con su rostro cariacontecido al cuidado de uno de sus padres –generalmente la madre- o de algún otro familiar. Allí estaban –están- Alicita y Marcos, dos pequeños pacientes que deben viajar a Lima para descartar una posible leucemia; Piero, el morenito de los pies enyesados; Jesús, el niño presa de una feroz varicela; María Esther, la bebe de hidrocefalia; los hermanitos Zamudio (los “zancuditos”, les dicen), con quemaduras en buena parte de sus cuerpos; Jordy, el eterno durmiente de los 4 años (un coma hasta ahora irreversible para la ciencia médica); Luchín (de apenas semanas de nacido) el mago rojo de la incubadora, que adolece de algún tipo de insolación; Javier Jefferson, un pequeño paisanito de Motil, que acusa una debilidad hasta ahora inexplicable que enerva sus defensas, Pedro, “el piojo”, que a sus 14 años es el mayor de los chicos de la sala de emergencia, y por esa misma razón está en la obligación de poner cara de pocos amigos al cuentacuentos de turno, etc.

Y el cuentacuentos es nada menos que David Hoyos, del colectivo Cuatro Gatos, que junto a su compañero Ionell se han propuesto –ad honorem- arrancarles una sonrisa a estos niños, algo que nadie del grupo nuestro estaría en condiciones de hacer sin al menos sonrojarse. David, desde hace unos años, ha decidido entregarse por entero a la actuación y a la aventura, y se viene ganando un lugar en la escena de estos pagos: estatua, borracho callejero, clown, fotógrafo, cuentacuentos, mago con paciencia de santo, son algunas de las columnas donde levanta su trabajo. Un tiempo andaba muy cercano al loco Novoa, felizmente ya se emancipó. Me saco el sombrero por David, su constancia y versatilidad lo llevarán muy lejos. Gracias, David. (chequear aquí su blog):

Los médicos y las enfermeras de este hospital cumplen una labor encomiable con los chiquillos, y la mayoría los trata como si fueran sus hijos pequeños, les ponen chapas (“piojo, osito, enano, churrumín, cabeza, lechón”), les cantan canciones, y he visto iluminarse sus ojos cuando las chicas del grupo les llevaron los regalos para sus “enanos”. Algunas señoras llevan más de 15 o 20 años trabajando en este hospital, y siguen siendo más buenas que el pan. Mi homenaje más sincero a estas señoras. Si yo me caso un día, pensé, tendrá que ser con una enfermera… pero que no sea tan mayorcita jeje..

Tal vez el único hecho que a mí particularmente casi me jode el día fueron las maneras de Meco, quien tras ser apartado elegantemente de la UPAO, no encuentra un lugar congruente con sus ánimos donde pueda desfogar sus heterónimos. No es el momento, pero a mí Meco se me cayó hace rato. Una cosa es ser bromista, jugar de homosexual (como le encanta), pretender ser irónico, y otra cosa es ser cojudo e irrespetuoso hasta la náusea. Pero lo triste no fue Meco, vamos, a quien conocemos desde hace años, y él sabe que no lo cuento entre mis amigos preferidos, sino muy por el contrario a pesar de su jajaja jijiji... Lo más triste es que haya personas que lo celebran, le hacen vivas, y se mueren por ser parte de su club mononeuronal. O yo ando muy viejo en estos zapatos de feria, o el mal gusto cunde del modo más huachafo y superficial. Creo que las dos cosas. Albricias, pues.

¿Que por qué escogimos esta vez un hospital? No lo sé en serio, antes lo hemos hecho en distritos, en Huanchaco, La Esperanza, el Porvenir, con los discapacitados, y el año pasado en Moche. Acabado de llegar, me puse a caminar sin rumbo hasta que me ví de pronto en los ambientes serpentinos del Belén, donde las desgracias tienen un olor y color característicos. Al final, el lugar es lo que menos importa, creo yo. Siempre habrá necesidades por todos lados, a pesar de la prosperidad económica que envanece a los gobernantes. Me ha dado gusto, además, encontrarme con otros grupos de jóvenes (católicos, evangélicos, laicos) que se proponen de la nada hacer algo por esta navidad en favor de los niños. Obviamente esto no va a cambiar sus vidas, ojalá lo fuera así, pero al menos dibujarán una sonrisa en sus rostros aunque sea por un momento, aunque por un momento sea. La navidad siempre será para ellos.

Y así transcurrió esta nueva “actividad navideña”, como lo llama Diani, con nuestro mejor esfuerzo en unos cuantos días, uffff…, pero que con la ayuda de los amigos pudimos lograr, aunque sea por un instante, una pizca de claridad en un mundo cada vez más sombrío.

Gracias totales a:

Diana Ayay

Nataly Angelats

Mónica Honores (desde Lima)

Xomi Torres (ídem)

Susana Quiñe

Katimap

Claudia Caballero

Nena Mantilla

Meco Mantilla

Werner Velásquez

Martín Polo

José Polo

David Hoyos y cia.

Juhnior Luján

Taira Centeno

Wendy Correa

Patricia Espinola

Justin Vaisman

Vania Britto

Carlos Franco

Antony Gutierrez

Ruben Rodriguez

Gustavo Santisteban

Y a todos los que confiaron en el evento-.

AQUÍ ALGUNAS IMÁGENES

CHAU, FELIZ NAVIDAD!!!!!