ABAJO LOS VILLANCICOS!!

Vengo de visitar a una vieja amiga y en toda su casa retumban esas terribles cancioncillas navideñas y un alocado coro de canarios que cría en su segundo piso, que parecen seguir fanatizados los acordes de esas breves "melodías". Incluso en su baño, mi amiga, ha instalado un juego de tarjetas musicales como para que ni en ese privado lugar se pierda el ambiente navideño, y uno haga plácidamente sus necesidades con el fondo de "pero mira como beben...", o "vamos pastores, vamos".

Desde hace unos días tengo una sobredosis de villancicos. Me pregunto si estamos condenados a pasar las navidades sometidos a esta dictadura aplastante y monocorde. Lo que me ayuda a sobrellevar la fiesta es que mi sobrina, como hacen todos los niños, creo, cambian las letras de los villancicos a su antojo, y canta con la misma devoción de un ángel del Señor.

Así que hagamos algo parecido, que tal.

Dale Billy.