1956

Por Dante Ramos de Rosas

Se va configurando el mapa para el 2011 en la elección presidencial y parlamentaria. Por un lado aparece el Apra completamente decidido a sostener una candidatura presidencial encabezada por una independiente o por lo menos no sustentada en militante propio: la regia Meche Araoz. Esto recuerda al apoyo que le dio a Manuel Prado en 1956.

El Apra no fue con candidato propio pero sí votó por Prado que era un oligarca de derecha. Mercedes Araoz no es una economista de grandes propiedades pero sí está de lado de intereses más que nacionales en su mesocracia promedio.

Por otro lado asoma el amplio campo de la centro derecha fortalecido por la figura de Mario Vargas Llosa con honoris causas por todo el mundo y con el Nobel de Literatura a cuestas. El 15 de diciembre Mario arriba al Perú y medio Lima lo agasajará. Será una perfecta ocasión para que le jale las orejas a las derechas desde PPK hasta Rafael Belaúnde de Adelante pasando por algunos movimientos regionales y remenbers del Movimiento Libertad desunidos por el momento, que se están poniendo de acuerdo de confluir en una lista parlamentaria de lujo recordando a la encabezada por el historiador y profesor de Vargas Llosa en San Marcos don Raúl Porras Barrenechea.

Si por ventura esto se logra el amalgamarse y plasmar en 10 o más curules de parlamentarios que conduzcan una agenda nacional y geopolítica el campo liberal se puede dar por satisfecho y trazará los surcos que le permitan una victoria el 2016 frente al atenazante retorno tercerista de Alan García, que hará de todo para que el gobierno electo el 2011 fracase estrepitosamente. No importa si es de la Araoz. Es lo que menos importa.

Al Apra no creo que le vaya mal en esta elección. Si en 1990 con un gobierno pésimo Alva Castro logró el 19% y representación senatorial y de diputados respetable en su número más no en su composición de calidades. Esta vez con una gestión de regular hacia arriba y concensos ciudadanos, empresariales y mediáticos, el Apra puede lograr un resultado simpático como su candidata. Ser la tercera fuerza electoral como en 1990 será un logro para el Apra.

Pero aquí se encontrará con el campo de la centro derecha liberal que debe luchar por ese tercer puesto pero con más ambición, la de ser el fiel de la balanza frente a los que salgan o primeros o segundos el 2011. Parametrando sus límites o autoritarios o semidemocráticos. He allí el reto.