OFENSAS, TRASEROS Y GATO GORDO

Ufff… espero no llegar tan tarde el edificante debate sobre las fotos de la hasta hace poco desconocida Leisy Suárez.
Su performance demuestra una vez más que en el Perú no es tan dificil llegar a la po-pu-la-ri-dad (lo dificil sería manterlo, según el filósofo Melcochita), pues basta que uno se calatee sin mayor gusto para dar la hora. Porque eso es lo que habría que criticar en todo caso –el mal gusto-, y no llevarlo a los extremos de la moralina más cojuda de parte de los corifeos del Gobierno.
La verdad es que hay que tener estómago para escuchar a ‘gato gordo’ Florez- Araoz justificar la “vejación de nuestros símbolos patrios”, e interponer la denuncia ante el Ministerio Público. Ni hablar de las viejas del Congrezoo que han saltado hasta el techo. Un poco más y piden la expatriación y/o pena de muerte para la pobre chica ;-) Ya en serio, ni Montesino lo habría hecho mejor, no creen?

El Corrector del diario La Industria, Miguel Patiño, ha desarrollado mejor esta idea. “… el supuesto delito se tipifica en el artículo 344 del C.P. (chezzz… ese corrector ‘jurisconsulto’): El que públicamente, o por cualquier medio de difusión ofende, ultraja, vilipendia o menosprecia (por obra o expresión verbal) los símbolos de la Patria será reprimido con pena privativa de la libertad no mayor de 4 años y con 60 a 180 días- multa” (concordado con los arts. 12, 23, 29 y 41 del mismo cuerpo legal, y el art. 49 de la Constitución, jeje…).
El punto no es que la chica haya colocado sus posaderas sobre el pabellón (ni eso saben los que la acusan: no es bandera porque ésta NO TIENE escudo). El punto tampoco es que lo haya hecho porque es guapa pero descerebrada la pobre (otras lo pensaría dos veces). El problema es que el texto de la ley es muy subjetivo”.
Y concluye en el blanco: “¿Hay acaso consenso en la definición de “ofensa, ultraje o menosprecio? Ahora bien, es un cuerpo desnudo ENCIMA de un símbolo patrio todo lo anterior? Si lo es, ¿un cuerpo desnudo DEBAJO de un símbolo patrio no lo es? Conteste, a ver. La Suárez jura que ella más bien quiso “homenajear a la bandera” ¡Ja!”.
Efectivamente, es distinto el homenaje que recibieron las banderas de parte de la anatomía de Paulina Rubio (para la revista Cosmopolitan, 2007) y Cecilia Bolocco (Para ti, 2001), aunque vaya uno a saber lo que dirían las banderas si hablaran; pero estamos en el Perú, y la revista que contiene las dichosas fotos, además, está dirigida a la gente que sigue la “farándula chola”, acostumbrada a las malcriadas del Trome, o al culo vacuno de la Susan León. Con razón le gritan a Leysi “!Yo quiero ser tu bandera amorcito¡”, en las plazas de Lima. Leysi –si es inteligente- debería sacar esa banderita a subasta pública y contratar a Dante Ramos como manager.
Para cerra el debate legal, apuntamos la observación del ‘charro’ José Ugaz (que es totalmente contraria a la opinión chauvinista y mediocre del abogadillo Amoretti, gran chamán jurídico de RPP): “Que sea un acto antiestético, de mal gusto y ridículo, y que eso ofenda a mucha gente, no basta para que esta señorita asuma una responsabilidad penal”, o sea no llega ni a “bagatela” (antijurídica de irrelevancia), menos cuando no llevan el ‘animus jodiendi’ contra nuestros sacrosantos símbolos patrios.
Por último, y hablando de banderitas, los diarios de Ciudad Travesti informan de una ciudadana que ha pintado su casita en La Esperanza con los colores y la estrella solitaria de la bandera chilena. ¡Oh, por Dios¡, denunciela también a ella señor gato gordo, que sea citada de grado o fuerza ante el Congrezoo, que comparezca ante los tribunales, que la embarre el bigotón Lucar, que la metan adentro. En su descargo, dicha compatriota (la señora María Alva Cruz) aduce que lo hizo en agradecimiento al buen trato que tuvieron con ella sus empleadores (trabajó muchos años en Chile), pues con el dinero ahorrado pudo comprar su casa propia (Ver informe internacional).
El punto no es que la chica haya colocado sus posaderas sobre el pabellón (ni eso saben los que la acusan: no es bandera porque ésta NO TIENE escudo). El punto tampoco es que lo haya hecho porque es guapa pero descerebrada la pobre (otras lo pensaría dos veces). El problema es que el texto de la ley es muy subjetivo”.
Y concluye en el blanco: “¿Hay acaso consenso en la definición de “ofensa, ultraje o menosprecio? Ahora bien, es un cuerpo desnudo ENCIMA de un símbolo patrio todo lo anterior? Si lo es, ¿un cuerpo desnudo DEBAJO de un símbolo patrio no lo es? Conteste, a ver. La Suárez jura que ella más bien quiso “homenajear a la bandera” ¡Ja!”.
Efectivamente, es distinto el homenaje que recibieron las banderas de parte de la anatomía de Paulina Rubio (para la revista Cosmopolitan, 2007) y Cecilia Bolocco (Para ti, 2001), aunque vaya uno a saber lo que dirían las banderas si hablaran; pero estamos en el Perú, y la revista que contiene las dichosas fotos, además, está dirigida a la gente que sigue la “farándula chola”, acostumbrada a las malcriadas del Trome, o al culo vacuno de la Susan León. Con razón le gritan a Leysi “!Yo quiero ser tu bandera amorcito¡”, en las plazas de Lima. Leysi –si es inteligente- debería sacar esa banderita a subasta pública y contratar a Dante Ramos como manager.
Para cerra el debate legal, apuntamos la observación del ‘charro’ José Ugaz (que es totalmente contraria a la opinión chauvinista y mediocre del abogadillo Amoretti, gran chamán jurídico de RPP): “Que sea un acto antiestético, de mal gusto y ridículo, y que eso ofenda a mucha gente, no basta para que esta señorita asuma una responsabilidad penal”, o sea no llega ni a “bagatela” (antijurídica de irrelevancia), menos cuando no llevan el ‘animus jodiendi’ contra nuestros sacrosantos símbolos patrios.
Por último, y hablando de banderitas, los diarios de Ciudad Travesti informan de una ciudadana que ha pintado su casita en La Esperanza con los colores y la estrella solitaria de la bandera chilena. ¡Oh, por Dios¡, denunciela también a ella señor gato gordo, que sea citada de grado o fuerza ante el Congrezoo, que comparezca ante los tribunales, que la embarre el bigotón Lucar, que la metan adentro. En su descargo, dicha compatriota (la señora María Alva Cruz) aduce que lo hizo en agradecimiento al buen trato que tuvieron con ella sus empleadores (trabajó muchos años en Chile), pues con el dinero ahorrado pudo comprar su casa propia (Ver informe internacional).

Me ha hecho recorda la observación que me hizo un amigo médico y stonazo una noche de juerga en un local llamado “Mecano”, en el centro histórico, y que lanzo como una pepa para los amigos periodistas que siguen el blog, a ver quién llega primero-: A qué no adivinan cuál es la bandera que en estas fiestas (medio caleta, pero allí está) se luce y reina en el techo de la zona vip de esta disco. Ta ta ta taaaannnnn….
Felices fiestas, po.

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