CUÉNTAME OTRA DEL PERÚ

Por Fernando Vivas

Pillaré un viejo concepto del sociólogo Gonzalo Portocarrero --"la idea crítica' ("El Perú desde la escuela", IAA, 1989) para pelearme y amistarme con las últimas encuestas de Ipsos Apoyo que cifran el orgullo de ser peruanos en un robusto 91% .

Hay en nuestra cultura varias ideas críticas del Perú, que son como pequeñas y dramáticas narraciones en tres actos que idealizan el pasado, cuentan dos o tres frustraciones y de ahí derivan en un "amor doliente" (Portocarrero dixit) por la patria, en la confianza de que ese afecto incondicional corregirá las fallas y nos iremos para arriba.

Por ejemplo, hay una idea crítica del fútbol que, para el hincha, es sinónimo de la patria. Más o menos, dice así: Fuimos a mundiales porque éramos buenos y disciplinados, pero luego la juerga, las vedettes, la mariconada esa de la metrosexualidad y la criollada de driblear bonito, pero no patear al arco, nos han hecho unos perdedores.

De ahí no se deriva el odio, como uno pudiera pensar, al ver a la selección abucheada tras sufrir una goleada, sino un doliente y paternal interés por poner a los peloteros en vereda.

Hay otra idea crítica en las filas fujimoristas: 'El Chino' puso orden y venció al terrorismo. Luego los cívicos han liberado terrucos, satanizado a Montesinos y sentado en el banquillo al mejor presidente que ha tenido el país. Conclusión, Keiko al 2011.

Nuestra más estudiada idea crítica es la del mito de Inkarrí, el del inca desgarrado cuyo cuerpo, como el de Túpac Amaru, anda en busca de su cabeza. Huelga abundar sobre ella, pero sí cabe decir que ha alimentado los más radicales indigenismos, incluyendo al senderismo: el milenario comunismo agrario fue humillado por los españoles y por sucesivos imperialismos, de los que tenemos que librarnos nacionalizando nuestra economía.

Por supuesto, hay morigeradas y muy razonables versiones de esta idea crítica en las izquierdas académicas y hay disparates como el etnocacerismo de papá Isaac Humala.

Las últimas encuestas están permitiendo leer otra idea crítica del Perú, todavía difusa, pero extendida en varios estratos de ese 91%. Se cuenta así: Somos ricos en recursos naturales, capos en la biodiversidad, tenemos una de las siete maravillas del mundo, nuestra comida es lo máximo, pero la desconfianza, la corrupción de las instituciones, la envidia, nos meten cabe.

La conclusión de esta idea crítica varía según segmentos e individuos. Unos apuestan por la inversión sin barreras y los correctivos inherentes al mercado, otros por el crecimiento que llaman sostenible, inhibido ante el medio ambiente y con mandato redistributivo. Algunos piden armarse contra Chile y a otros eso los tiene sin cuidado. Pero todos piden más orden.

Los políticos más sagaces dialogan con estas ideas (Alan García pretende introducir la figura del perro del hortelano en la última), así que hay que pescarlas en el aire y ponerlas sobre la mesa.