LA BOMBA DE YEHUDE
Por: Johnson Centeno
Que el loquito de Pablo Secada hubiese anunciado la ‘pepa’ no llamaría tanto la atención, pero que lo haga un tipo que estuvo preso por terrorismo, conocedor de la ‘real politik’ y ex primer ministro de Caballo Loco, dice mucho de su afiebrado afán de figuración en los últimos tiempos. Finalmente, pidió perdón a la platea y anunció sus deseos irreprimibles de postularse el 2016. Cinco minutos de fama, que le llaman. Choprove, Yehude.
En la otra orilla, el señor presidente ha salido una vez más del clóset (Chato Hildebrant, dixit) y, visiblemente mortificado, apostó por victimizarse en nombre de la decencia, la unión conyugal y las sábanas fieles del poder. Incluso ha deslizado la posiblidad de tomar acciones legales, cosa que no sucederá.
Lo primero que habría que recomendarle a Yehude es que la próxima vez no insista en devaluar los usos paramilitares de la palabra “bomba”. Que Humala tenga un hijo fuera del matrimonio es una cosa que le incumbe a él y a las faldas de Palacio. Vuelta de página. Dejemos tal nomenclatura a casos tipo “petroaudios”, “narco indultos” o “enriquecimiento ilícito”.
¿Es que un hombre de Estado no tiene vida privada? A mayor responsabilidad pública, menos vida privada, dicen la teoría; se trata de un asunto que no terminado de zanjarse, pero que la ciencia política aconseja que si dichas actividades interfieren con la gestión pública, entonces debe merecer el ojo crítico, y eventualmente una investigación.
La gestión Ollanta-Nadine —o para ser más exactos: Nadine-Castilla—, no necesita bombas de este tipo, salvo para la distracción popular. En realidad, tienen suficiente campo minado alrededor: familiares contratando con el Estado, programas sociales fantasmas, incumplimiento de promesas, mediocridad ejecutiva y harto borrachito de poder en los diversos estamentos. Pero nadie dice nada. Los medios prefieren las menudencias, como RPP.
Yehude no solo lanzó el explosivo tuit el fin de semana (si quieres que algo rebote en la prensa, hazlo un fin de semana, aunque no siempre da resultados, sino pregúntele a Urtecho y su llamado de clemencia por youtube, relegado a un tercer plano), sino que con el transcurso de las horas comenzó a desenrollar la madeja con el supuesto anfo: se adelantó con un próximo divorcio entre Nadine y Cosito, y por ende carta libre de la actual primera dama a las justas políticas del 2016, inaugurando un nuevo modelo kirchnerista. Sin duda Yehude no se pierde un capítulo de AFHS.
Yehude no anduvo solo en esta asonada, obviamente. El Apra ha secundado sus declaraciones apuntando a las denuncias que se cocinan en la megacomisión, y juntos han dado un trompetazo al Gobierno sobre el nivel de denuncias que se pueden soltar en el futuro. Así trabaja nuestra clase política.
Recuerdo que en una entrevista hace buenos años atrás, Pablo Secada (Ver entrevista aquí) me dijo que conocía que Alejandro Toledo era un cocainómano, cosa basta distinta y grave a los hechos actuales, pero que igual necesita un mínimo de pruebas. Mientras los políticos antepongan sus 5 minutos de fama a los intereses del país, seguiremos teniendo este tipo de actitudes. Mecha corta, Yehude.




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