EL AVIONCITO DE PIMENTEL
Por Johnson Centeno
¿Qué hacen un fin de semana cuatro gatos trujillanos en un envidiable balneario chiclayano?... Pues aprendiendo a volar aviones.
El aeromodelismo de estas tierras fue iniciado por un trujillano con fama de renegón, especialista en el armado, entrenamiento y venta de aviones a escala, a combustión y control remoto. “Él y otros de la misma especie tienen ahora sus aviones en la cochera, no vuelan hace años”, dice Roberto Bolivar Plenge, un poco apenado. “Se les apagaron los ánimos” (risas). Sin embargo, el tema ha pegado bien en estas tierras norteñas, pues el club de aeromodelismo de Lambayeque tiene como 15 socios, de diversas edades, todos entregados los fines de semana a volar sus pequeñas maquinas en forma de aviones, helicópteros y autos de carrera. De paso unas chelitas y harta conversa.
Roberto es el diseñador del blog lambayecano que pueden visitar haciendo clik aquí.
Pero si hay alguien llamado a extraer cada uno de los secretos mecánicos de estos aparatos, ese es el buen Francisco Cisneros, gerente de la empresa Nautilus, y dueño de una envidiable cortadora láser que ha hecho de la precisión y buen trato su mejor fama. Francisco es el anfitrión de los cuatro gatos que han partido muy temprano desde Trujillo, para hacer contratos (bueno, es un decir) y admirar en vivo y en directo la magia de algunos de sus aviones construídos por él mismo. Construir un avioncito pude demandarle un par de meses, dependiendo del modelo. Él mismo se encarga de importar los planos y las piezas de China, y le da su toque original en los acabados.
“Si adelantas el pago, puedes tener tu avión hasta en 15 días", promete bonachón.
Esta afición no tiene límites: puedes construir el modelo que desees: experimental, militar, civil, salvataje, ruso, chino, nazi, americano, etc.
Los trujillanos van comandados por el “capitán del aire” Marco Celi, iniciador de la movida en Trujillo, y dueño de dos helicópteros a radio control. Con propiedad, la afición a los helis sería “helimodelismo”, pero en general se incluyen dentro del aeromodelismo. Por ahora solo hay cuatro gatos y un blog (Ver aquí blog trujiillano), pero se espera poder reunir a más aficionados. El más reciente ingreso ha sido el de Carlo Quevedo, muy pronto a debutar con su aeroplano a control.
Jhunior Luján, mi sobrinote, cuenta también con un mini helicóptero y un ‘batihelicóptero’ de 40 cms. (Marco tiene uno de más de 60 cms.), ambos Indoor, y ha prometido hacer méritos para encargar un nuevo aparato.
Los helis pueden parecer un juguete fácil, pero si quieres que te duren debes aprender a maniobrarlo a fin de chocar lo menos posible (la mayoría son delicados, salvo que tengas 800 dólares para comprarte una máquina profesional (a combustible o R/C), d gran resistencia), andar con tu cajita de herramientas, y estar dispuesto a desprenderte de más de uno cuando sean irreparables. Y luego comprarte otro, ni modo.
Roberto es el diseñador del blog lambayecano que pueden visitar haciendo clik aquí.
Pero si hay alguien llamado a extraer cada uno de los secretos mecánicos de estos aparatos, ese es el buen Francisco Cisneros, gerente de la empresa Nautilus, y dueño de una envidiable cortadora láser que ha hecho de la precisión y buen trato su mejor fama. Francisco es el anfitrión de los cuatro gatos que han partido muy temprano desde Trujillo, para hacer contratos (bueno, es un decir) y admirar en vivo y en directo la magia de algunos de sus aviones construídos por él mismo. Construir un avioncito pude demandarle un par de meses, dependiendo del modelo. Él mismo se encarga de importar los planos y las piezas de China, y le da su toque original en los acabados.
“Si adelantas el pago, puedes tener tu avión hasta en 15 días", promete bonachón.
Esta afición no tiene límites: puedes construir el modelo que desees: experimental, militar, civil, salvataje, ruso, chino, nazi, americano, etc.
Los trujillanos van comandados por el “capitán del aire” Marco Celi, iniciador de la movida en Trujillo, y dueño de dos helicópteros a radio control. Con propiedad, la afición a los helis sería “helimodelismo”, pero en general se incluyen dentro del aeromodelismo. Por ahora solo hay cuatro gatos y un blog (Ver aquí blog trujiillano), pero se espera poder reunir a más aficionados. El más reciente ingreso ha sido el de Carlo Quevedo, muy pronto a debutar con su aeroplano a control.
Jhunior Luján, mi sobrinote, cuenta también con un mini helicóptero y un ‘batihelicóptero’ de 40 cms. (Marco tiene uno de más de 60 cms.), ambos Indoor, y ha prometido hacer méritos para encargar un nuevo aparato.
Los helis pueden parecer un juguete fácil, pero si quieres que te duren debes aprender a maniobrarlo a fin de chocar lo menos posible (la mayoría son delicados, salvo que tengas 800 dólares para comprarte una máquina profesional (a combustible o R/C), d gran resistencia), andar con tu cajita de herramientas, y estar dispuesto a desprenderte de más de uno cuando sean irreparables. Y luego comprarte otro, ni modo.
Pimentel es una playa hermosa, como siempre, pero especialmente después del viaje. Su muelle interminable, su buena vibra, y esos bikinis pequeñitos de guapas chiclayanas, que no te dejan ni comer tranquilo, así sea una tortilla de raya. Otra heladita por favor…
Normalmente los aeromodelistas vuelan en Pomalca, pero desde hace algún tiempo prefieren esta playa, por un descampado estratégico (la operación más riesgosa de esta afición es el aterrizaje, pues puede joderte toda la máquina, así que pulso de cirujano en el control, buen viento, y especialmente buena suerte).
No son pocos los casos donde los avioncitos después de su rutina en al aire (los de combustión te pueden durar 30 minutos, pero los de control remoto máximo 15 o 20 minutos), han terminado con severos golpes en el tren de aterrizaje, o comprometen seriamente la viabilidad del motor.
El avión que nos han preparado es uno de los más cotizados de Francisco: un Ugly Stick, con motor de dos tiempos y control de 8 canales (los canales facilitan las maniobras que puedes darle al avión: mariposa, muertito, arco iris, pega y vuelta, cabecita, me bajo en la esquina, etc.).
Aquí lo vemos ajustando su nave antes de la partida (nótese accesorios: banquito, cajita de herramientas, arrancador, combustible, Radio control y gorrita que haga juego con el modelo).
Ojalá este artículo despierte el interés de más aficionados en Trujillo.
Jhunior "matrix" Luján, que no cabía de felicidad después de verlos en youtube, pero ahora en directo...
Carlo Quevedo, no pudo resistir la tentación de tenerlo entre sus manos...
Marco Celi, "Chilico", Francisco, Roberto, Carlo y Jhunior, los "locos del aire", porque creo que todos, igual que yo, tienen un tornillo medio flojo...


Comentarios
jajajajjaaj seee... :3
lleve mi entrenador al club de aeromodelismo en Piura y valla milagro mi entrenador de aprox 1,5m por 1,8 m y 3.5 kg de peso( con el tanque lleno) voló por primera vez , luego por falta de tiempo no pude llevarlo mas a hacerlo volar y ahora al ver este club me da gusto enterarme de su existencia uno de estos días me daré una vuelta por allá para verlo con mis propios ojos , éxitos