Y DIOS HIZO LA MUJER…
Por Ramón Requena.- Periodista (*)
Desde los primeros tiempos, según la ‘sagrada’ Biblia, Eva necesitó de Adán para existir cuando la crearon a ‘costillas’ del hombre. Aparentemente ella no estaba en los planes de Dios porque solo después de ver la soledad de Adán en el Paraíso le dio una compañera como “ayuda idónea para él”.
Ella, rápidamente cobró independencia de todos e hizo pecar a Adán invitándole a comer de la manzana prohibida que Dios les había advertido. Fueron arrojados del Paraíso. La primera relación marital del mundo, había empezado mal.
Ella, rápidamente cobró independencia de todos e hizo pecar a Adán invitándole a comer de la manzana prohibida que Dios les había advertido. Fueron arrojados del Paraíso. La primera relación marital del mundo, había empezado mal.
Así es que desde que el mundo se hizo vulgar, la historia se ha repetido como una maldición divina y ante esa evidencia, la poderosa y ‘sabia’ Iglesia Católica Romana con más de dos mil años de historia, decidió mantener a la mujer al margen de sus dominios, de sus riquezas y de sus sábanas… hasta el día de hoy.
Pero Dominique Strauss-Khan (DSK) no hizo precisamente lo mismo, y hoy el expresidente del FMI acaba de salvarse de una acusación por violación durante un proceso judicial entablado por una joven empleada del hotel donde se alojaba en New York, y por lo mismo, objeto de un escándalo mundial desde mayo pasado que aún no ha terminado.
En realidad, si miramos bien, el asunto no tiene nada de nuevo porque la historia lo tiene registrado desde todos los tiempos. A través de los siglos el amor, el sexo y la política han sido parientes, siempre caminaron de la mano. Por citar el caso mas emblemático, Jesús, el de la ‘santa’ Biblia, en realidad hacía política tanto como religión y tuvo a María Magdalena muy cerca de él en los años cruciales de su vida; a decir de algunos estudiosos la hizo su amante, y otros sostienen que hasta tuvo una hija con la prostituta, como califican a la Magdalena en el Nuevo Testamento. Los textos Gnósticos la tienen por santa. Henry Kissinger, poderoso Secretario de Estado de Richard Nixon, justificaba esta situación: “El poder, es el afrodisiaco supremo”.
Y es que el ‘mal’ de los hombres, esa líbido desbordante que enloquece y que muchos no son capaces de controlar, mas por inexperiencia que por deseo, está profundamente arraigada a su naturaleza animal, a su ADN, a su esencia de macho, a su afán primitivo y permanente de copular para perennizar la especie humana. Es una verdad conocida y ampliamente publicada por la ciencia.
Atención, no busco justificar la supuesta conducta ilegal de DSK o de una violación cualquiera, todas son aberrantes y las condeno porque en nuestra sociedad avanzada no puede darse el coito hombre-mujer si no hay consentimiento de ambas partes. Y deben saber que no hay mayor placer para un hombre que aprendió a dominar sus impulsos animales, que vencer la natural resistencia femenina con la exquisita fineza de la seducción.
Por eso la prestigiosa filósofa francesa Elisabeth Badinter, además amiga íntima del matrimonio DSK , se pregunta: “… no es posible que un hombre que se preparó para enfrentar los mas grandes combates políticos, caiga en una trampa tan vulgar”. Ella sintetiza bien el sentimiento generalizado de los herméticos franceses sobre el affaire DSK.
Pero Dominique Strauss-Khan (DSK) no hizo precisamente lo mismo, y hoy el expresidente del FMI acaba de salvarse de una acusación por violación durante un proceso judicial entablado por una joven empleada del hotel donde se alojaba en New York, y por lo mismo, objeto de un escándalo mundial desde mayo pasado que aún no ha terminado.
En realidad, si miramos bien, el asunto no tiene nada de nuevo porque la historia lo tiene registrado desde todos los tiempos. A través de los siglos el amor, el sexo y la política han sido parientes, siempre caminaron de la mano. Por citar el caso mas emblemático, Jesús, el de la ‘santa’ Biblia, en realidad hacía política tanto como religión y tuvo a María Magdalena muy cerca de él en los años cruciales de su vida; a decir de algunos estudiosos la hizo su amante, y otros sostienen que hasta tuvo una hija con la prostituta, como califican a la Magdalena en el Nuevo Testamento. Los textos Gnósticos la tienen por santa. Henry Kissinger, poderoso Secretario de Estado de Richard Nixon, justificaba esta situación: “El poder, es el afrodisiaco supremo”.
Y es que el ‘mal’ de los hombres, esa líbido desbordante que enloquece y que muchos no son capaces de controlar, mas por inexperiencia que por deseo, está profundamente arraigada a su naturaleza animal, a su ADN, a su esencia de macho, a su afán primitivo y permanente de copular para perennizar la especie humana. Es una verdad conocida y ampliamente publicada por la ciencia.
Atención, no busco justificar la supuesta conducta ilegal de DSK o de una violación cualquiera, todas son aberrantes y las condeno porque en nuestra sociedad avanzada no puede darse el coito hombre-mujer si no hay consentimiento de ambas partes. Y deben saber que no hay mayor placer para un hombre que aprendió a dominar sus impulsos animales, que vencer la natural resistencia femenina con la exquisita fineza de la seducción.
Por eso la prestigiosa filósofa francesa Elisabeth Badinter, además amiga íntima del matrimonio DSK , se pregunta: “… no es posible que un hombre que se preparó para enfrentar los mas grandes combates políticos, caiga en una trampa tan vulgar”. Ella sintetiza bien el sentimiento generalizado de los herméticos franceses sobre el affaire DSK.
Así que en este comportamiento lujurioso del macho, ampliamente aceptado y difundido por la sociedad moderna, hay mucho mas de lo que por ahora tan groseramente ha mostrado la prensa.
Según la doctora Louann Brizendine, neurobióloga de Yale, investigadora incansable y autora de dos libros fundamentales, ‘El cerebro femenino’ y ‘El cerebro masculino’, el disparador del deseo sexual para ambos sexos, es la ‘testosterona andrógena’, que resulta una hormona agresiva en hombres y mujeres. “La testosterona es el combustible químico que pone en marcha la máquina sexual del cerebro”.
La química del ‘pecado’ carnal se explica así. Si acumulamos mucha testosterona, el hipotálamo (región del encéfalo, centro de la vida vegetativa: órganos que no dominamos a través del cerebro como el corazón, arterias, pulmones, etc.) se activa automáticamente y despierta fantasías eróticas y sensaciones físicas en todas las zonas erógenas del cuerpo. O sea, la humanidad lista para el ataque.
Aquí viene el conflicto. Los hombres tenemos de 10 a 100 veces más testosterona que las mujeres, una barbaridad disfuncional de la propia naturaleza que pone en desventaja a la mujer frente al hombre y por la que casi siempre aparece como ‘víctima’ de su compañero bíblico. He aquí que reside la gran diferencia para el apetito sexual entre damas y varones y donde los hombres ganamos por amplia ventaja. La testosterona es una de las principales razones por las que, si un hombre sexualmente potente a pesar de su edad avanzada, descubre el culo, igualmente potente de una fémina joven al salir desnudo de la ducha, no hay lugar a dudas de que el sujeto tendrá una erección casi inmediata producto de un acelerado flujo de sangre que, parece, ‘embrutece’ el cerebro si el hombre no esta bien entrenado para manejarse en situaciones apremiantes.
Será muy difícil que una persona de sexo masculino, normal, en la misma situación conocida de DSK, no intente, por lo menos, piropear al objeto de sus aceleradas fantasías sexuales que tiene enfrente. La doctora Brizendine, lo llama “el pene en piloto automático, que forma parte de la realidad cotidiana de los hombres durante gran parte de su vida”. Estoy ampliamente de acuerdo con esto.
Eso no es todo. Acaso sabían que los varones tenemos el doble de espacio cerebral y capacidad de procesamiento dedicados exclusivamente al sexo, que las mujeres. “Eso explica, probablemente, porque el 85% de hombres de 20 a 30 años piensa en el sexo bastantes veces al día, en tanto que las mujeres lo hacen una sola vez al día …”. Un agregado a la doctora. Puedo asegurarles que los hombres luego de los 50, también seguimos pensando y fantaseando sobre sexo muchas veces al día. Claro, digamos que son fantasmas mas elaborados, pero a final de cuentas, la excitación sexual sigue haciendo su trabajo tanto o más que antes.
Ahora, dejemos volar un poco nuestra excitada imaginación. Supongamos que DSK consigue imponerse (seducción) sobre la empleada del hotel y ésta acepta su juego ‘violento’ para hacer sexo, o sea, esa manifestación de cierta rudeza que muchas mujeres también disfrutan exclusivamente durante momentos de excitada intimidad. DSK esta hecho un toro, no solo se encontró de repente a una sensual mujer al lado de su cama en esa lujosa habitación, si no que además ha logrado conquistarla; todos los ingredientes necesarios que alimentan al “pene en piloto automático”.
Pero, ojo con este detalle, por la misma euforia, y suele suceder con frecuencia precisamente a hombres en situaciones sexuales de debut (primerizo), riesgo o apuro, DSK eyacula en menos de dos minutos y deja a su excitada pareja, absolutamente frustrada, sin ninguna posibilidad de llegar a satisfacer sus deseos y fantasías eróticas porque la erección y la fiereza del hombre desapareció, y, calculamos que por la edad del amante, éste ya no tenía ninguna opción de recuperarse en lo inmediato.
Lo mas probable es que la espectacular morena le haya plantado una sonora cachetada al susodicho, y tan ofendida y maltrecha puede haber quedado, una situación semejante equivale a una grave ofensa para cualquier mujer considerando todo lo que arriesga, que finalmente decidió denunciar al estúpido por violación; tenía que vengarse, porque lo que separa una cosa de otra en este caso, es apenas una finísima línea divisoria difícil de distinguir si no eres el protagonista. Y ese era precisamente el complicado dilema del juez norteamericano que veía la causa.
Por eso mismo ella asegura: me violó; y el otro, con la misma certeza, proclama: no, porque ambos ven la misma situación pero desde perspectivas y pensamientos diferentes. Estoy seguro que a estas alturas ninguno de los dos recuerda con exactitud lo qué realmente ocurrió en esa habitación, todo fue tan veloz, tan rápido y bajo mucha presión. No hay que olvidar que ella era plenamente consciente de que violaba el reglamento del hotel al intimar con un cliente (con violación o sin violación) y eso le podía costar el empleo si era descubierta; mientras tanto, él, con mil cosas en la cabeza como presidente del FMI, su candidatura a la presidencia de Francia y encima, una infidelidad más que explicar a su esposa, debía partir al aeropuerto porque tenía un vuelo programado y la hora le ganaba.
En fin, DSK finalmente quedó libre de la acusación judicial, de éste caso, aún tiene dos pendientes por el mismo supuesto delito, pero mas por un radical machismo de los jueces, que por la inmaculada inocencia del acusado, pues si primaron las dudas sobre la versión de Nafissatou Diallo, lo mismo ocurría con el susodicho. Ambos eran poco creíbles como para favorecer sólo a uno de ellos. El abogado de la defensa resultó incapaz para demostrar la tesis de su defendida, y al costoso buffet del sospechoso le faltó creatividad para encontrar una salida honrosa que favorezca a su millonario cliente. Si yo hubiera estado en los zapatos de la defensa de DSK, “el pene en piloto automático” hubiera sido mi carta bajo la manga.
Dios hizo a la mujer … para eterna tentación del hombre, y aunque esto no debe resultar una excusa para los enfermos que atacan mujeres, es trágicamente evidente que aún nos falta mucho para educar y superar nuestro ancestral machismo animal.
(*) Desde Francia
Según la doctora Louann Brizendine, neurobióloga de Yale, investigadora incansable y autora de dos libros fundamentales, ‘El cerebro femenino’ y ‘El cerebro masculino’, el disparador del deseo sexual para ambos sexos, es la ‘testosterona andrógena’, que resulta una hormona agresiva en hombres y mujeres. “La testosterona es el combustible químico que pone en marcha la máquina sexual del cerebro”.
La química del ‘pecado’ carnal se explica así. Si acumulamos mucha testosterona, el hipotálamo (región del encéfalo, centro de la vida vegetativa: órganos que no dominamos a través del cerebro como el corazón, arterias, pulmones, etc.) se activa automáticamente y despierta fantasías eróticas y sensaciones físicas en todas las zonas erógenas del cuerpo. O sea, la humanidad lista para el ataque.
Aquí viene el conflicto. Los hombres tenemos de 10 a 100 veces más testosterona que las mujeres, una barbaridad disfuncional de la propia naturaleza que pone en desventaja a la mujer frente al hombre y por la que casi siempre aparece como ‘víctima’ de su compañero bíblico. He aquí que reside la gran diferencia para el apetito sexual entre damas y varones y donde los hombres ganamos por amplia ventaja. La testosterona es una de las principales razones por las que, si un hombre sexualmente potente a pesar de su edad avanzada, descubre el culo, igualmente potente de una fémina joven al salir desnudo de la ducha, no hay lugar a dudas de que el sujeto tendrá una erección casi inmediata producto de un acelerado flujo de sangre que, parece, ‘embrutece’ el cerebro si el hombre no esta bien entrenado para manejarse en situaciones apremiantes.
Será muy difícil que una persona de sexo masculino, normal, en la misma situación conocida de DSK, no intente, por lo menos, piropear al objeto de sus aceleradas fantasías sexuales que tiene enfrente. La doctora Brizendine, lo llama “el pene en piloto automático, que forma parte de la realidad cotidiana de los hombres durante gran parte de su vida”. Estoy ampliamente de acuerdo con esto.
Eso no es todo. Acaso sabían que los varones tenemos el doble de espacio cerebral y capacidad de procesamiento dedicados exclusivamente al sexo, que las mujeres. “Eso explica, probablemente, porque el 85% de hombres de 20 a 30 años piensa en el sexo bastantes veces al día, en tanto que las mujeres lo hacen una sola vez al día …”. Un agregado a la doctora. Puedo asegurarles que los hombres luego de los 50, también seguimos pensando y fantaseando sobre sexo muchas veces al día. Claro, digamos que son fantasmas mas elaborados, pero a final de cuentas, la excitación sexual sigue haciendo su trabajo tanto o más que antes.
Ahora, dejemos volar un poco nuestra excitada imaginación. Supongamos que DSK consigue imponerse (seducción) sobre la empleada del hotel y ésta acepta su juego ‘violento’ para hacer sexo, o sea, esa manifestación de cierta rudeza que muchas mujeres también disfrutan exclusivamente durante momentos de excitada intimidad. DSK esta hecho un toro, no solo se encontró de repente a una sensual mujer al lado de su cama en esa lujosa habitación, si no que además ha logrado conquistarla; todos los ingredientes necesarios que alimentan al “pene en piloto automático”.
Pero, ojo con este detalle, por la misma euforia, y suele suceder con frecuencia precisamente a hombres en situaciones sexuales de debut (primerizo), riesgo o apuro, DSK eyacula en menos de dos minutos y deja a su excitada pareja, absolutamente frustrada, sin ninguna posibilidad de llegar a satisfacer sus deseos y fantasías eróticas porque la erección y la fiereza del hombre desapareció, y, calculamos que por la edad del amante, éste ya no tenía ninguna opción de recuperarse en lo inmediato.
Lo mas probable es que la espectacular morena le haya plantado una sonora cachetada al susodicho, y tan ofendida y maltrecha puede haber quedado, una situación semejante equivale a una grave ofensa para cualquier mujer considerando todo lo que arriesga, que finalmente decidió denunciar al estúpido por violación; tenía que vengarse, porque lo que separa una cosa de otra en este caso, es apenas una finísima línea divisoria difícil de distinguir si no eres el protagonista. Y ese era precisamente el complicado dilema del juez norteamericano que veía la causa.
Por eso mismo ella asegura: me violó; y el otro, con la misma certeza, proclama: no, porque ambos ven la misma situación pero desde perspectivas y pensamientos diferentes. Estoy seguro que a estas alturas ninguno de los dos recuerda con exactitud lo qué realmente ocurrió en esa habitación, todo fue tan veloz, tan rápido y bajo mucha presión. No hay que olvidar que ella era plenamente consciente de que violaba el reglamento del hotel al intimar con un cliente (con violación o sin violación) y eso le podía costar el empleo si era descubierta; mientras tanto, él, con mil cosas en la cabeza como presidente del FMI, su candidatura a la presidencia de Francia y encima, una infidelidad más que explicar a su esposa, debía partir al aeropuerto porque tenía un vuelo programado y la hora le ganaba.
En fin, DSK finalmente quedó libre de la acusación judicial, de éste caso, aún tiene dos pendientes por el mismo supuesto delito, pero mas por un radical machismo de los jueces, que por la inmaculada inocencia del acusado, pues si primaron las dudas sobre la versión de Nafissatou Diallo, lo mismo ocurría con el susodicho. Ambos eran poco creíbles como para favorecer sólo a uno de ellos. El abogado de la defensa resultó incapaz para demostrar la tesis de su defendida, y al costoso buffet del sospechoso le faltó creatividad para encontrar una salida honrosa que favorezca a su millonario cliente. Si yo hubiera estado en los zapatos de la defensa de DSK, “el pene en piloto automático” hubiera sido mi carta bajo la manga.
Dios hizo a la mujer … para eterna tentación del hombre, y aunque esto no debe resultar una excusa para los enfermos que atacan mujeres, es trágicamente evidente que aún nos falta mucho para educar y superar nuestro ancestral machismo animal.
(*) Desde Francia
Comentarios
Y es que, al parecer, la corrección política impide ventilar el hecho de que las mujeres son las primeras "víctimas" y la mejor arma en manos de vendehumos y demás ralea mercadotécnica. Siempre lo fueron.
Germain Velez.- madrid