Hola a todos,


EFECTO TLC. Si hay un instrumento que merecerá un capítulo especial en los afanes de Caballo Loco de quedarse en los libros de historia ese es el TLC, aprobado holgadamente esta semana en el Senado gringo (77 a favor y 18 en contra), que lamentablemente ha pasado a un segundo plano –lo cual dice mucho de nuestro país- ganado por las cojudeces extra futbolísticas de los pizarros, foquitas, mendozas o acasietes (me río cada vez que escucho este apellido, ¿es una broma? Putalacagada). Los marketeros de Palacio debieron planear nuevos saltitos de alegría de la Ministra Araoz (tal como sucedió hace poco cuando se eligió a las ruinas del Cuzco como una de las maravilla del mundo), o un desmadre de FOZ en Washington junto a un grupo de porristas americanas para levantar las notas. Eso es lo que le gusta a la gente. Ganados por las juergas post Brasil, bah! Pensándolo bien, de pronto ha sido bueno para el Gobierno que –por ahora- no se le dé mucha importancia al tema, pues si bien el tratado nos endosa categoría de “socios” de los gringos –sólo falta la firma del hijo del diablo, Bush-, tenemos un filón de carencias que nos hacen fácilmente vulnerables, y ahí no hay orgías que salven a nadie. El tan ansiado acuerdo comercial nos llega en un momento expectante de crecimiento económico (a diferencia de las trampas nacionalistas impuestas en Bolivia o Venezuela, que a la larga los hará perderse en una caracola de pobreza y sub desarrollo), aunque todavía sin emprender un abanico de reformas necesarias para la implementación de cualquier tratado (ojo que ya se anuncian TLCs con Europa o la China), y el próximo año somos APEC, la vitrina más grande para los que se apuntan a la cena. Una muestra de esto que apuntamos es que los mismos que tuvieron que ver con su aprobación, en este gobierno, no tenían muy claro cómo afrontar su implementación en suelo patrio: Meche Araoz vs Lemor. Encima ha salido el loquito de Aldo Mariátegui, hoy afiebrado chupamedias de Caballo Loco, proponiendo a Pilar Nores (no es broma) como jefa de la cuestión, como sino tuviéramos suficiente ya con “primeras damas”: “…Pienso en Beatriz Boza, Cecilia Blume o Marisol Guiulfo, pero incluso sería más audaz, dado que creo que esa persona, amén de capacidad, debe tener toda, toda la fuerza del Presidente. Así, mi candidata es Pilar Nores. Es hábil, terca y decidida y, seamos cínicos… ¡a ver qué burócrata o ministro se va a poner a obstaculizarla!”. Y por qué no mejor a la mami del pequeño Federico, digo, una dama de altas cualidades, tiene más estudios, es más moderna, y se dice que es a ella a quien Alan le consulta (ad honorem) la marcha de la economía. En fin. Pilar Nores te voy a dar, huevo frito. Otra de las cosas que preocupa en particular es la situación de las zonas altoandinas, que en el momento de la campaña fueron cautivadas con la promesa de la “sierra exportadora”, pero que hasta ahora siguen postergadas, y el librito de Alan devorado por las polillas. Definitivamente estas personas seguirán estando al margen de los beneficios de cualquier tratado. Maíz, plátano, yuca, quinua, olluco, camote, mashua, cañihua, entre otros productos de exportación de las zonas, no tendrán las vías necesarias para venderse, con el consiguiente estancamiento del empleo y la industria. En el mismo departamento de La Libertad su presidente regional es un perfecto inútil para promover el desarrollo, y su supuesta (sorry por la cacofonía) preocupación por la sierra liberteña es letra muerta desde que asumió el cargo. ¿Alguien lo duda? A ver qué responda sobre esto su amanuense “asesor” Jaime Bedón que escribe en La Industria diciendo descaradamente que todo el desarrollo de Trujillo se lo debemos a su empleador, a su papirriqui, a su causita, a su chochera y contertulio. No cuñao, Trujillo y la Libertad se mueven muy al margen de tu Murgia y su Plan de Desarrollo Metropolitano (¿what?), de sus óvalos y alamedas de medio pelo; así que ni Ripley ni Plaza Vea ni Crisol tienen algo que agradecerle. En cambio usted sí tiene mucho que agradecerle, supongo, y se nota en cada una sus líneas desvergonzadas. ¡En la reparticipación..! La experiencia demuestra que todo acuerdo de esta naturaleza trae muertos y heridos, de ahí que se hable de compensaciones, que no son otra cosa que paliativos que no alivian el trauma, pero que es posible sostenerlos relativamente en el tiempo en la medida que la economía se expande y dinamiza el empleo. ¿Qué pasó en el sector rural de México, tras más de una década de su propio TLC con los gringos? Javier Escobal, investigador del Consorcio de Investigaciones Económicas y Sociales (CIES) señala en el último número de Caretas que el resultado ha sido mixto: “La pobreza rural se redujo de 56% a 47%, pero la décima parte de hogares más ricos incrementó sus ingresos muy por encima de los segmentos más pobres”. Volviendo al Perú, en estos días el “descubridor” del perro del hortelano pedirá a los ‘otorongos’ una delegación de facultades para ver cómo aterrizan las primeras medidas del acuerdo, lo cual demuestra que quiere hacer del asunto una causa exclusiva de su despacho. ¿Es el TLC con los Estados Unidos un cataclismo para nuestro país? No necesariamente, pero es algo que hay que afrontar con cabeza fría porque es inevitable. En esta empresa (sin duda mucho más importante que fijarnos en las francachelas del futbol) no hay un solo sector ajeno al compromiso, en un marco de transparencia y buena voluntad. Desde el Ejecutivo, el Congrezoo, los partidos políticos y el ciudadano de a pie tendrán mucho que decir y hacer. ¿Alguien dijo TLC hacia dentro? Ah, y no olvidemos al Poder Judicial, que en buena cuenta será el encargado de dar seguridad jurídica a las empresas y a sus trabajadores. Qué dicen, ¿nos apuntamos?



MAGISTRADOS. Toda la farándula judicial del Perú estuvo reunida el fin de semana en la UPAO (choprove, don Guille), en el marco del Primer Congreso de Magistrados del Poder Judicial, con el ánimo de “integrar y mejorar el trabajo de más de 2 mil magistrados y más de 5 mil Jueces de Paz no letrados (deberían cambiar ya este nombrecito, ¿no creen?), así como fortalecer su independencia presupuestaria, política, administrativa y disciplinaria. No hubieron anfitrionas lamentablemente (me extraña, con tanto arrecho que pululan los tribunales), y algunas secres del interior eran más o menos. No daban ganas de quedarse, la verdad. Un par de gorditos con trajes azul marino y medias blancas parecen muy atentos a su desarrollo, desde la última fila, incluso graban la conferencia en sus aparatos. Sacan unos sanguchitos del bolsillo del saco, y se embuten en silencio, en cámara lenta. Nadie se da cuenta. Saludan con sus manitas grasientas al Cholo Idrogo, que no tiene preferencial a pesar de ser el presi de la jurisdicción. Camina Burgos por allí, con anteojos negros y sin patillas, como pisando huevos, locazo. Más allá el recargado Zarsoza, libertario de un culo de maleantes de Ciudad Travesti, también con anteojos negros y un sobretodo, en una versión chicha de matrix. Otro con fama de ‘drag queen’ ha venido tarde, también con anteojos obligados de bordes dorados, seguramente estonazo. Putalacagada. Dos guardaespaldas me llevan a un lado, me revisan, me preguntan por qué no llevo anteojos negros. Saco un carne salvavidas. Conversan, revisan mis notas. Hago una llamada. Me sueltan. Távara ha subido al estrado. Luce unas botas de gamuza con tacón alto, trajinadisísimas. Detrás de él tres asiáticos con lentes negros y gomina en el pelo. “La corrupción es como un tango: un baile para dos, si hay un policía aduanero corrupto, es porque hay un empresario que le está pagando; si hay una evasión de impuestos, es porque hay un funcionario que está sobornando; si hay un funcionario judicial corrupto, es porque del otro lado se encuentra un abogado o litigante corrupto”, y “eso se debe cambiar en nuestro país”, discursa gravemente. Ligeros murmullos en la Sala. Algunos se miran pero no agachan la cabeza, en confianza. Los gorditos han descubierto que los observo, pero siguen comiendo. Zarzosa ha iniciado los aplausos, de pie. El maestro de ceremonias celebra también la alocución de Távara, y dice a otra cosa mariposa, limpiándose un polvillo de la nariz. Presenta al primer conferencista, un tipo con rasgos nórdicos y sin currículo, marcado por el acné. Nadie sabe su nombre, lo conocen como “El minero”, y siempre lleva un maletín plateado. Sólo dice tres palabras en un español masticado, y todos entienden que es un mensaje a los supremos: “Estamos en contacto”. Los supremos se caracterizan porque siempre cambian el color de sus trajes en los eventos (por seguridad), y esta vez escogieron el fucsia. Sin preguntas, sin preguntas, joven, por favor. Luego hablan de reformas, de ascensos judiciales y salidas en las noches. Deben invitar obligadamente a una autoridad de la Universidad, así ordena el protocolo de los encuentros, y comisionan a un tal Pacheco para que lo coordine. Hay una rubia enorme y delgadísima que se pasea en el auditorio. No es una anfitriona. Algunos la llaman “Madam”. Reparte discretamente unas tarjetitas plastificadas. A las ocho, sí, a las ocho. Luego pasan al whisky break, donde aprovechan para un nuevo ensayo anti OKMA: Unos actores profesionales, simulan ser agentes de la Oficina de la Magistratura, y aleccionan a los presentes en el “arte del operativo”: qué códigos invocar, qué jurisprudencia, y especialmente el uso de los artefactos (cámaras, micrófonos, billetes marcados, celulares encriptados, guantes, etc.) que se usan en la ejecución. Ahora lo saben todo, sin sorpresas. Távara vigila de cerca el cumplimiento de los protocolos, y asiente con la cabeza a los asiáticos, que ya tienen listo el discurso de cierre. Es hora de ir al Mochica…



CHINO RATA. Mañana se reanuda el chongo mediático- judicial en torno al proceso de Fujimori por los casos de Barrios Altos y La Cantuta, que será uno de los casos más importantes de nuestra vida político criminal, acaso tan importante como los juicios de Nuremberg, por su calidad jurisprudencial. Leo que Távara ha acondicionado una sala especial (con asientos cómodos, pantallas gigantes, y surtidores de bebidas y canchita, mismo Cine Planet) para estos efectos en la DIROES, en el distrito de Ate. Por fortuna –hasta donde sé- no ha procedido el proyecto de “Simplificación del Juicio Oral” (N° 1842/2007) enviado por Caballo Loco al Congrezoo que –modificando un par de articulejos del código adjetivo (artículos 234 y 256)- podría haber librado a la audiencia de un tete a tete Chino rata- Monje Bellaco. Qué podría ocurrir en un eventual encuentro de Fuji con su ex asesor. Qué chévere, ¿no? Aquí un ensayo del rojo Lauer publicado en La República. “Las palabras de Vladimiro Montesinos acerca de que él solo actuaba a órdenes de Alberto Fujimori empiezan a cobrar más sentido en esta coyuntura judicial. Es probable que las haya dicho antes, pero como intento de autoexculpación esas palabras no pesaban tanto como pesan ahora que son una abierta acusación a Fujimori. Sin embargo el argumento de los nazis en Nuremberg, "Yo solo seguía órdenes", en este caso solo refuerza aquellas acusaciones a Fujimori que ya existen. No se puede esperar que Montesinos revele nuevos delitos, salvo que encuentre alguno venial para él mismo y que a la vez sirva para reforzar la condición de impartidor de órdenes que tenía Fujimori. La evaluación pública de la relación Fujimori-Montesinos ha atravesado varias etapas. Por mucho tiempo se consideró que el asesor tenía al presidente mentalizado al 100%. Luego se les consideró socios paritarios y hasta simbióticos en la elección de ternos y corbatas. Hoy Montesinos propone la imagen de Fujimori decididor final. Montesinos se refiere sobre todo al caso de la falsificación de firmas, pero casi no precisa decir más. Pues las implicaciones de esto van bastante más lejos: si Fujimori era jefe absoluto para un caso así, lo era también para todas las cuestiones de gobierno, con especial énfasis en las decisiones más delicadas. Las escenas finales de Fujimori en el poder en cierto modo corroboran lo que Montesinos dice. Es Fujimori quien le abona el CTS a su asesor, quien luego acude a la fuerza pública para salir a perseguirlo, y quien por último permanece mientras el asesor huye. No es Montesinos quien dispone de Fujimori, sino exactamente al revés. ¿Pero tenía Montesinos algún margen de libertad de acción? Probablemente sí, sobre todo en cuestiones vinculadas a las redes militares que había tejido a partir de su influencia y de su promoción. Pero para convertir eso en políticas de gobierno tiene que haber sido indispensable el beneplácito de un jefe del gobierno muy celoso de su poder. El fujimorismo desde el momento de la caída ha insistido en la responsabilidad exclusiva de Montesinos en la corrupción ambiente del gobierno 1990-2000. Pero el discurso fujimorista público nunca llevó esto más allá, es decir hacia algunas precisiones sobre dónde y cómo pudo Montesinos hacer actividad corrupta y corruptiva por su cuenta. Esta declaración de Montesinos debilita la hipótesis de que en algún juicio ambos acusados podrían jugar en pared para aliviarse juntos. El asesor ha entendido que un presidente con poder casi absoluto, la sartén por el mango y la última palabra, y que por tanto opera como un jefe de banda, está dentro de la lógica de las cosas”.



CÁRCEL A CONDUCTORES EN ESPAÑA. “EL Congreso de los Diputados aprobó definitivamente la reforma del Código Penal en virtud de la cual se impondrán penas de cárcel a los conductores temerarios que superen en 60 kilómetros por hora la velocidad permitida en vía urbana o en 80 en vía interurbana. La nueva ley, que podrá ser aplicada ya en el próximo diciembre, eleva de faltas a delitos conductas tales como conducir a más de 200 kilómetros por hora en autovía, más de 180 en carretera y más de 110 en ciudad, imponiendo también penas de prisión a los conductores con 1,2 gramos de alcohol en la sangre y a los que conduzcan habiendo perdido todos los puntos o sin haber obtenido nunca el permiso. El ministro del Interior y los grupos parlamentarios, con la excepción del PP, mostraban en la Cámara su satisfacción ante la nueva norma. Es razonable, sin duda, castigar con rigor a quienes utilizan un vehículo para realizar actos de barbarie que ponen en peligro la vida y la integridad física de muchas personas. Sin embargo, hay que evitar cualquier discurso triunfalista porque ni esta ley ni el carné de puntos son la panacea de todos los males. España sufre índices intolerables de accidentes de tráfico, muy superiores a los que son habituales en otros países desarrollados. Las causas son complejas y, entre ellas, ocupa un lugar preferente la falta de educación vial en la familia y en la escuela. Si no enseñamos a los niños y adolescentes a comportarse de forma correcta como conductores o usuarios de las vías públicas, la amenaza del Código Penal siempre será insuficiente. De hecho, su aplicación puede ser prácticamente imposible por razones de política penitenciaria, y si no se aplica con rigor dejará de intimidar a los conductores irresponsables. En definitiva, criminalizar a muchos millones de ciudadanos no es la solución adecuada.
El Congreso aceptó las enmiendas aprobadas por el Senado por las que se insta al Gobierno a revisar la señalización en las carreteras y a modificar los límites de velocidad. Son criterios de sentido común, pero por ahora se mueven sólo en el terreno de los buenos deseos. El estado de las carreteras, en especial las vías secundarias, es una fuente de inseguridad y es imprescindible un compromiso político y financiero de los poderes públicos para una inversión sostenida y eficaz. Superar los límites de velocidad es tan frecuente en las carreteras españolas que apenas provoca rechazo social. De hecho, la simpatía de muchos ciudadanos se inclina a veces hacia el infractor y no hacia los agentes de la Administración, a la que se reprocha un excesivo afán recaudatorio. Además, la publicidad tiende a identificar a los vehículos de alta potencia con el éxito social, sin reparar en límites ni controles. El fracaso de la política de seguridad vial no se arregla sólo mediante sanciones penales”. (Fuente: Diario ABC).



Hasta el próximo domingo,


Johnson Centeno

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